Tras conocer la infidelidad de mi padre y la indiferencia de mi madre sobre mi decido cumplir mi sueño y alejarme del lugar conflictivo al que yo llamaba casa. Me cambio de universidad y me apunto a una fraternidad. Por fin podre llevar una vida tra...
Los chicos no se pueden quejar, Ryan y yo hemos cocinado como nunca y hemos limpiado la cocina también como nunca. Él y yo no podemos hacer repostería sin tirarnos harina o cosas a la cara.
Sigo corriendo y Ryan cuando me da palmadas en el culo dice que se me nota. En esos momentos son en los que pienso en decir adiós al <<No tengamos sexo>> y acostarme con él en todas las superficies de la casa. En parte sería un poco difícil porque los chicos suelen estar en casa y no me va mucho el exhibicionismo.
Así que aquí estoy, admirando a mi hombre favorito en todo el mundo. No quiero moverme y despertarle pero no puedo evitar quitarle un pelo de la cara. Me encanta su pelo. Él se remueve aunque apenas le haya tocado, tiene el sueño ligero.
Abre poco a poco los ojos y cuando se adapta a la luz y me enfoca, una sonrisa asoma sus labios. Sin contenerme y sin preocuparme por los alientos mañaneros le empiezo a besar por toda la cara. Empiezo en la frente y voy bajando por la nariz desviándome de vez en cuando para besar sus mejillas. Marco el contorno de su mandíbula con mis labios y le beso en las comisuras de sus labios y ya sin poder contenerme más, ataco sus labios convirtiéndolo en mi más merecido premio.
¡Oh Dios Mío! Me está siendo muy difícil contenerme. ¿Cómo puedo hacerlo si me está besando de esa forma? Cuando estoy decidida a ponerme encima de él y acabar con esta tontería, Ryan corta el beso.
–Buenos días.- me dice con tono divertido. Yo no me divertiría tanto si tuviese mi pene mirando al techo
–Buenos días.- digo sonriéndole y dándole un corto beso.- ¿Has dormido bien?- le pregunto
–bueno, ya sabes que tus ronquidos hacen que no duerma mucho, así que ya sabes, no he dormido mucho.
– ¿¡Cómo te atreves?!- le digo riendo mientras le golpeo en la tripa y veo como se dobla.- Yo no ronco, ¿Por qué siempre te inventas eso?- pregunto mientras el, ya repuesto del golpe me empieza a hacer cosquillas.
–Yo solo digo la verdad, querida mía.- me dice mientras se coloca encima de mí y ataca mis costillas sin piedad.
– ¡PARA!-digo riéndome como una tonta y revolviéndome debajo de el.- Tu eres como una planta trepadora.- digo cuando para. El me mira y de repente una sonrisa maliciosa aparece en su cara.
Antes de que pueda verlo Ryan se levanta y me carga sobre su hombro.
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– ¡¿Quee..?! ¿¡Que haces?!- pregunto mientras mi para golpea en su culo.- ¡Paraaa!- digo riendo como una niña pequeña.
Él se ríe conmigo y cuando ha terminado de bajar las escaleras aprovecho y le muerdo el culo. Pega un salto que hace que casi nos caigamos los dos y me da en el culo.
–Mala.- me dice él.
Pasamos por la cocina y todos los chicos y Dana me saludan mientras se ríen. Ryan sigue caminando y yo la verdad es que no sé muy bien a donde va, pero cuando de repente veo que sale al jardín ya sé que va a hacer.
