Capítulo 20

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Tenía que llegar el momento que había estado evitando: tomar del elevador y encaminarme hacia mi habitación pasando justamente por su puerta. Una parte de mí deseaba no encontrarme a Miley, sentía sin dudas una extraña sensación, algo me advertía, algo no andaba bien o era yo con mis tontos miedos de que algo inesperado pasara.El tiempo que había pasado desde nuestra"discusión" hasta hoy estaba siendo doloroso.Había intentado disculparme y explicar lo que realmente había pasado el otro día con Isabella, pero Miley se negaba incluso a mirarme. Me sentía culpable ésta vez, si ella estaría enojada conmigo lo entendería pero era demasiada frialdad de su parte.


...


Hoy me sentía más relajado que ayer, cuando casi salté sobre ella para intentar hablarle, sin importarme que los chicos caminaban unos pasos por detrás de mí... sólo me había ganado que aquellos ojos azules me miraran con verdadero odio y, más tarde, una estúpida discusión con los gemelos. Ellos sabían de alguna u otra forma que algo extraño pasaba y que por más que disimulara, todo me afectaba en cierta forma.


Por eso habían querido que saliéramos a distraernos ya que, después del incidente de esa mañana, Miley había vuelto a aparecer por los pasillos de la mano de su estúpido novio y eso sólo significaba que me tendrían encerrado y de mal humor en la habitación del hotel. Tragándome todo el odio me encontraba en un laberinto sin salida. Estaba siendo demasiado débil frente a la situación, estaba dejando que otra vez el odio me consumiera por dentro, yo estaba creyéndole el maldito juego al que jugaba. Acaso ¿Que pretendía?


Claro que no volví a correr con esa suerte. La decepción era demasiado grande después de verlos caminar juntos, quizás para presumir a su estúpido novio y querer demostrarme que yo no valía la pena. Deseaba entrar a su cuarto de hotel posesivamente, sin importarme una mierda quién estuviese y que me explicara de una vez a qué demonios estaba jugando.


No supe precisamente qué hacer pero actue normal hasta que por fin la encontre.En cuanto puse un pie en el pasillo la vi: se dirigía hacia su habitación, con la mirada hacia piso y ajena al latido acelerado que provocaba de mi corazón.Me quedé petrificado en mi lugar, recorriendo con la mirada cada centímetro de su cuerpo y admirando la forma en la que andaba. No me di cuenta de que iba a dirigirme hacia ella, hasta que Tom me sostuvo del brazo.


-Deja de hacer estupideces.-


Dijo, tan bajo que sólo yo pude escucharlo.


-No te incumbe, nadie está pidiendo tu consejo.-


Respondí con el mismo volumen.


-Tom tiene razón, si sabes que ella tiene novio.-


Agregó Gustav.


-¡Tom sale con muchas mujeres, no le importa si tienen novio o no, y ella realmente me gusta!-


Expliqué algo alterado. Se había vuelto una discusión en susurros. Tom me sostenía con fuerza y me miraba enojado, al igual que los demás.


-Ella no es una chica cualquiera. No creo que estés tan tonto como para no darte cuenta. Terminarás arruinado, uno en un millón detrás de esa princesita.-


Finalizó Tom.


Me solté de su agarre, molesto, pero pensando en lo acertado que estaba su comentario.Caminé junto con ellos por el pasillo y volviendo mi vista nuevamente a la ojiazul, esperando el momento de volver a dirigirle la palabra pero sin asustarla.


Ella estaba por entrar a su habitación... iba a hablarle, me detuve justo ahí, pero parece que ni siquiera había notado mi presencia, mucho menos la discusión que había sostenido con los chicos.Pero no puedo hacer ningún intento más por abrir la boca porque lo que veo hace que el alma se me caiga a los pies, provoca un nudo en mi garganta y vuelve a plantar mis pies en el suelo.Ella tiene varias maletas sobre la cama, mucha ropa dentro, muchas cosas alrededor.No soy tan tonto, me doy cuenta de que la he perdido. La he perdido para siempre.

Eyes Sky, My World  [ Adaptada a Giley ]Where stories live. Discover now