Capítulo 16

19 0 0
                                    

Nos habíamos ido de paseo con los chicos, fuimos visitar diferentes tiendas de todo tipo, pero igualmente llegué totalmente cansado, con muchas bolsas de ropa de diferente clase hasta accesorios de Bill y ropa, de todo un poco. Lo primero que hice, me recosté en el sofá para poder quitarme los zapatos y descansar un poco de la larga caminata que hicimos por las tiendas, aunque sentarse unos minutos en el taxi que nos trajo, no valió la pena. En ése momento escucho la puerta, alguien está golpeando con los nudillos pero con suavidad. Yo no sabía quién podía ser o quizás era servicio de habitación porque Tom o algunos de los chicos, se habían ido a almorzar algo y dudaba que tocaran la puerta de esa manera no sin antes avisar por teléfono.


Era tan extraño y me preguntaba quién sería. Sin dudas no había personal en éste horario del mediodía que rondaban cerca de las doce y media.


Me quejé por tener que levantarme hasta allí, no deseaba caminar más, así que fui por las pantuflas para estar más cómodo y después me encaminé hacia la otra dirección, dispuesto a abrir la puerta.


Me paralicé por unos segundos por completo en cuanto mi mirada dió con esos ojos color cielo. Estaba sorprendido de su presencia, ella estaba parada frente a mí. Tenía el rostro algo triste, o así parecía, ¿Porqué sería?.


-Georg.. ¿Puedo pasar?-


Preguntó desganada pero con una chispa muy pequeña de alegría, estaba mirándome de frente, con ésa mirada que me podía en gran manera.


-Sí, bueno.. ok.. está bien, pasa.-


Le respondí algo cabizbajo, hasta tartamudeé por no saber qué decir por la sorpresa de tenerla aquí, sin realmente verla por completo ni por mucho tiempo. Debía controlar mis sentimientos frente a ella, debía controlar lo que me pasaba cuando su mirada se encontraba con la mía. Debía tratar de hacerme el duro, de ignorar ésa sensación que se apoderaba de todo mi ser. Ésa sensación de amor, o así parecía, ésa sensación de cariño incondicional. Ésa sensación que lograba colmar mi pecho de algo desconocido y a la vez cabía ése pequeño odio que se encerraba en una pequeña parte de mí, odiaba a ése imbécil que tenía como novio.


Ella entró y cerré la puerta tras de mí luego de haber entrado. Nos quedamos distanciados por algún momento, por mi parte, no tenía nada que decir, simplemente no tenía ningún tipo de problema.


El ambiente estaba calmado, y temía que los chicos vinieran y entraran sin golpear. Pero ellos no eran así y éso me aliviaba. Justamente no había nadie en éstos momentos y éso era lo que temía, pero simplemente acepte que entrara por sólo curiosidad, porque necesitaba saber qué era lo que quería. Ella me podía con cada cosa que hacía y estaba sorprendido de verla aquí, por todas las veces que me ignoraba o con sólo vernos en el pasillo, las veces que sentía ése rechazo. Ahora me sentía estático, no entendía nada, por más que le dé vueltas y vueltas, juraría que volvió para amenazarme, aunque no me había metido con su estúpido novio en ningún momento.



-Georg..-


Me llamó débilmente. Ella estaba a cierta distancia de mí, estaba mirándome y mirando hacia abajo de momento y podía notarlo. No tenía ganas de verla.


¿Si?-


Dije cabizbajo, mirando entretenidamente el suelo y las decoraciones del hotel.


-Geo...-


Llamó de vuelta acercándose hacia mí. Posó su mano en mi mentón para levantar mi rostro y que la mirara. No me había dado tiempo a hablar, que su aliento chocó contra mí.


-Mírame. ¿Podrías perdonarme? Fuí una imbécil .-


Me dijo pero yo estaba totalmente nervioso, estático, helado, no comprendía nada. Me había pedido perdón por haberme tratado tan mal aquella vez, y no se cómo es que se le ocurre hacer este tipo de cosas, ella es mi debilidad y no podría resistirme por mucho tiempo.


-P-pero..¿Porque?-


Dije dudoso, había algo que no entendía y aquella había sido mi pregunta, tenía la mente en blanco en éstos momentos, había olvidado todo lo malo que había pasado entre nosotros. Aunque sí recuerdo algo. Estaba dudando de todo ésto, no merecía el perdón de nadie.



Ella suspira.


-Porque no lo merecías. Lo siento, me pasé, Geo.-


Me miró a los ojos, no pude evitar desviar mi mirada de la suya.


Le había preguntado por qué y simplemente ella llegó a decir que lo sentía por haberse pasado conmigo. No podía creer que todo ésto pasara. No me lo creía , y pensaba que era un estúpido sueño.



-Dá igual..-


Dije mirando hacia otro lado desviando su mirada cuando de repente soy preso de sus suaves labios.


y..Me podía.. me podía demasiado.


Nos habíamos besado por segundos, pude sentir su cálida lengua rozar la mía, su cálida respiración chocar mi rostro y sus manos a cada lado de mis mejillas, apresándome, adueñándose otra vez de mí.

Me arrinconó hacia una pared pegando su cuerpo al mío, pero justamente el teléfono de ella suena.

Me quedé en shock, por minutos de haber sentido ése huracán de sensaciones. Ella se separó de mi completamente para atenderlo después de maldecir.


-¿Si?


-No, perdón, estoy ocupada en éste instante.


-No, no, dije que no.


-Adiós.



Después de la llamada no quise preguntar quién era pero algo me incomodaba de su vida.


-Asuntos de trabajo.-


Dijo y me miró a los ojos.


-Tienes prisa, ¿verdad?.-



Pregunté algo dudoso. Ella miró al suelo y soltó un suspiro cansado.


-Georg, es mi banda. Tenemos que tocar a la afueras.-


Dijo al instante.


Me estremecí de cierto modo cuando me acarició una de mis mejillas. Pero en ésos instantes, me acerqué a ella.


-Te perdono.-


Le hablé algo dudoso de lo que haría. Y no hizo nada más que despedirse, me dió un beso y agradeció.

Todo ésto me mantenía confundido. Aún recuerdo el momento cuando cruzamos miradas, ése único y especial momento se guardó en mi memoria para siempre.


....


Nos encontrábamos reunidos en la mesa, cenando algo, pero en éso Tom me interrumpe la charla sobre el tour pasado y las cosas graciosas que pasamos.


-Georg. ¿Así que te gusta la chica de la puerta 483?-


Dijo Tom mirándome con una graciosa sonrisa picara. Los demás me miraron. Un frío helado se apoderó de todo mi cuerpo, luego me ruboricé totalmente. ¿Cómo lo sabía?.


-Toom.. éso no.. éso no es verdad.-


Hablé con nerviosismo, y casi me atoro con la pizza, por la incómoda pregunta de Tom.


-Es verdad-


Dijo guiñandome y Bill me miró con una sonrisa de picardía, pero justo en ése momento sonaba mi teléfono.


-Ya .. ya vuelvo.-


Le dije con cierto nerviosismo. Era mi oportunidad.


-Salvado por la campana.-


Habló riéndose de mí, y soltaron una risa los demás.


Rápidamente salí de la habitación del hotel para responder y también por algo de aire. Sentía mi rostro arder.

No podía creer que lo supiera así como si nada. Creí haber actuado normal.


-¿Hola?-


Contesté rápidamente mientras me dirigía hacia una de las ventanas. 

Eyes Sky, My World  [ Adaptada a Giley ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora