Capitulo 13

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Qué error tan grande había cometido desde ése momento en que había besado a mi cita, nunca pude haber estado tan arrepentido en mi vida. No podía imaginar la vida sin ella, sin que su sonrisa me iluminara cada día, no podía imaginarme que aquéllos ojos ilusionados no me miraran, que a la vez pierdan su chispa ante mi mirada. Porque cada vez que mi mirada chocaba con la suya, ella ya no era la misma, ella había perdido la fe en mí, y yo había perdido todo su cariño o lo que sea que fuere que estaba creciendo entre nosotros, por simple celos que tenía.
Mi corazón se me detuvo en seco cuando me encontré cara a a cara con ella en el ascensor del edificio . Mi respiración se contuvo por sólo su presencia y no dudé un segundo en mirarla mientras ella no se daba cuenta. Su seriedad junto con ésa actitud seca y fria se apoderaron de ella cuando tuvo que saludar a alguien más que entró en el ascensor. Tenía unas gafas negras que ocultaban ésas hermosas perlas azules perfectas ante mi mirada. Deseaba poder mirarle, decirle lo mucho que lo sentía. No, Georg, ¿acaso te crees idiota? Ella no te perdonaría. Negué al mismo tiempo que un frio helado recorría mi cuerpo, ella había volteado a verme y estaba dispuesta a irse del ascensor cuando se detuvo. Mi mala suerte era que en ése preciso momento, mi puerta daba en frente de la suya y debía caminar en su dirección por más que me incomodara.
Sin saludos de por medio, caminé detrás de ella y desganado la ignore metiéndome dentro de mi cuarto.
No era la primera vez que coincidiamos tanto, pero era la primera vez en sentía que me odiaba y me quería al mismo tiempo pero en silencio y aquello lo entendía a la perfección, sin decirnos nada. Porque del amor al odio hay una fina línea y no simplemente deseo que me olvide. Me quedé en el sofá tomando asiento, recostándome luego, sentía que los días que pasaron fueron duros para mí, no era consciente de su frialdad ni de que me estaba ignorando hasta que me di cuenta lo mucho que le había caído mal mi estupidez. El dolor en mi pecho era débil, pero todavía seguía ilusionado, seguía enamorado si se podría decirle así o simplemente estaba alucinando. No era la primera vez que me sentía cómo un estúpido invisible ante sus ojos, odiaba mis vacaciones y tenía ganas de hacer las maletas e irme a Los Ángeles nuevamente.
Ella me ignoraba, y acaso cómo puedo ser tan estúpido de seguir queriéndola, apreciándola con tan sólo su presencia, me derrito. No podía evitar recordar el día en que la vi por primera vez, ése cariño que se convirtió en algo más fuerte desde que me dejó entrar a su vida, ahora me quedan sólo los recuerdos.

....
De repente soy sorprendido por ella. La respiración se me dificulta más de lo normal, mi piel se eriza por la sensación del aire helado del ambiente. La veo acercarse cada vez más, se arrodilla para rodearme con sus brazos darme su cálido calor. En ése momento suspire, mi corazón latía con velocidad ante su acercamiento. Me preguntaba que estaba pasando. "Tranquilo, siempre estaré a tu lado" Dijo en un susurro cercano a mí oído, sentí su cálido aliento rozar mi piel. Cuando se alejó para verme, su rostro se acercó al mío al instante, el pequeño roce me hizo abrir los ojos así apreciarle su perfecta pureza y belleza. Volvió a besarme, me miro a los ojos, aquéllos que me inspiraban calma en ése preciso momento. De repente escuché mi nombre llamándome, alguien estaba insistiendo cada vez más con ésa voz molesta. Tom.

-Georg ya, despierta-
Dijo acercándose. Todo se esfumó de mi vista.

-¡ Georg !-

Senti un zamarreo y abrí los ojos de golpe. Ella no estaba alli sino Tom que me estaba despertando del hermoso sueño. Había sido producto de mi imaginación o eso creía.

-Vamos, encontré un buen lugar para ir.-

Me dijo emocionado.

-Me duele la cabeza pero, si acepto-

Me levanté del sofá, después de haberme alistado salimos y nos recogió un taxi que marchó hacia el sitio.
Entramos al sitio dónde Tom se había dirigido hacia el pequeño bar donde servían algunas copas, comencé a beber mientras jugábamos con los demás al pool. Era divertido tener que ganarle en un simple juego, y no era tramposo. De repente luego de minutos, comenzaron a aparecer más personas sin dudas la noche estaba callendo y la suave música del ambiente se convirtió en ruidosa pero divertida.

...
Estaba caminando hacia no se donde, no me había emborrachado lo suficiente y difícilmente me equivocaba. Se escuchaba una canción hermosa a lo lejos pero después se escucharon los aplausos. Como nosotros eramos libres de entrar a cualquiera parte comencé a caminar hacia el club. Me sorprendí demasiado cuando la encontré cantando a ella una canción cover dónde se la veía con las gafas negras..

Su voz hermosa me dominó por completo, y me quedé a verla. En ese momento sentí como era invadido por diversos sentimientos ante su presencia alli arriba en el escenario. Me quedé a lo lejos, dudaba que me viera allí, a esa distancia.
Su débil voz me decia mucho sobre ella.. que no la estaba pasando bien, no era su mejor momento.
Noté que cada vez más me imnotizaba su voz perfecta y a la vez se notaba que estaba apagada, no estaba llena de luz ni mucho menos parecía estar de ánimos para cantar.
Me perdí en ella, admirando su belleza.
Tenia inmensas ganas de ir abrazarla, pedirle que me perdone. Pedirle formar parte de su vida otra vez, volverme un maldito adicto a ella.

Eyes Sky, My World  [ Adaptada a Giley ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora