Besos Ocultos

Capítulo 15 -Querido Dean-

¿Y si era verdad? ¿Y si esa había sido la última vez que nos viéramos? Con tales preguntas atormentando mi mente, me embarqué en la nueva aventura que tenía enfrente: mudarme al campus universitario. Mi madre fue quien me acompañó y me ayudó con mis cosas; aunque se veía fuerte, yo sabía que por dentro estaba triste de verme partir y de saber que Dean y yo nos habíamos separado.

Un día antes vi a Michael, con quien me disculpé por todo lo ocurrido en el baile de graduación. Mi conciencia no me permitió marcharme sin verlo y pedirle perdón, el cual me fue otorgado de la manera más sincera. Michael no estaba molesto, entendía por qué lo había hecho, en el fondo siempre supo que no podría competir con Dean, sabía que yo lo amaba demasiado. Aceptó que fueramos amigos y me invitó a visitarlo en Stanford, donde le habían otorgado una beca completa. Ni siquiera me atreví a mencionarle que Dean y yo nos habíamos distanciado, no quería levantar suspicacias que me hicieran sentir peor.

Llegué a la universidad con los nervios de punta, pensando en el difícil año que se avecinaba, en parte por lo mucho que tendría que trabajar y estudiar, en parte porque sería un año sin saber nada de Dean. Apenas llevábamos unos cuantos días separados y la angustia ya me estaba devorando. No sabía cómo haría para superar todo el tiempo que faltaba... si es que volvía a verlo.

Afortunadamente para mí, las clases empezaron a absorber mi mente y mi tiempo, tenía tareas a montones y un trabajo a medio tiempo que requería de mi entera concentración. Cuando no estaba trabajando o haciendo tarea, estaba en la biblioteca leyendo para mi propio deleite o adelantando algún tema de mis clases. Estudiaba Literatura, tenía que leer lo más que se pudiera. Además, escribía, mas no para alguna tarea, sino como un pasatiempo que se convirtió en una necesidad. Hice algo parecido a un diario, ponía fechas al principio de las hojas y me dirigía siempre a Dean, como una manera de hablarle de lo que ocurría en mi vida, con la esperanza de poder contárselo yo mismo algún día.

***

8 de septiembre

Querido Dean:

Llevo casi un mes en la Universidad de Kansas. Ha sido difícil adaptarme al campus, a los horarios, al ambiente... Las clases me gustan pero no puedo disfrutarlas del todo porque a veces estoy demasiado cansado por mi trabajo a media jornada. Mi madre insistió en ayudarme, enviando algo de dinero, pero le he dicho que no lo haga, ella lo necesita más que yo.

Hablé con Michael antes de mudarme, ¿sabes?. Parecía muy cambiado, feliz de poder ir a Stanford. Dijo que siempre supo que no era competencia para ti. Estarás contento de saberlo, supongo.

¿Qué haces? ¿A dónde has ido? ¿Encontraste a Sam, tal como querías? Espero que sí. Espero que todo esté bien. Espero verte algún día...

***

20 de septiembre

Querido Dean:

Hice una nueva amiga. Su nombre es Meg, es una chica agradable, aunque un tanto sarcástica e intimidante. No obstante, es inteligente y una buena aliada cuando de trabajos en equipo se trata. Es fanática de las películas donde impera la violencia y la sangre, también le gustan los videojuegos y es bastante buena. Tal vez te agradaría... No, a quién engaño, nunca te han caído bien mis amigos ja ja ja.

En fin, es agradable no estar solo y poder platicar con alguien, además de este estúpido diario al que cada día odio más.

¿Te das cuenta? Trato de empezar con lo agradable del día y acabo quejándome y maldiciendo.

Que estés bien es mi mayor deseo. Si tan sólo dieras señales de vida... pero sé que no lo harás. Te odio por eso.

Pero te amo...