El Diario de Phun

Capítulo 13: Confusión

La tensión en el aire es tan densa que se podría cortar con un cuchillo. Todo ha cambiado con solo un instante de impulsividad cuando traté de besar a Noh. ¿Acabo de destruir una amistad llena de promesa?

Él regresa, con algunas medicinas, las cuales tomo y trago sin decir palabra. Observo su rostro, pero él está evitando mi mirada. Tampoco dice nada pero se sienta a mi lado, toma el control y continúa jugando donde lo había dejado, mirando fijamente la pantalla de la tv. Como si nada hubiese pasado. Como si hace un momento no hubiese intentado besarle hasta el alma.

Aunque, apuesto a que hubiese tenido sabor a paraíso.

Oh Dios, ¡ detente Phun! Me pongo de pie abruptamente, murmurando algo acerca de necesitar ir al baño. Noh finalmente me mira, preguntando si estoy bien. No le respondo, porque ahora mismo no puedo confiar en mí mismo, no después de lo que acabo de hacer, y trastabillo hacia el pequeño baño fuera de su habitación.

Abro el grifo con manos temblorosas y echo agua fría sobre mi cara. Me observo en el espejo, y no puedo reconocer a la persona que me mira. Ese no es Phun Phumipat, Secretario del Consejo Estudiantil y Estudiante de Honor. Es un chico asustado y confundido cuya vida, durante los últimos cuatro días, ha caído (en todos los sentidos) una espiral descontrolada.

Toda esta farsa ha sido un gran error desde el comienzo. Si no hubiera seguido la corriente a la idea de Pang, entonces no tendría que lidiar con sentirme de esta manera, todo desgarrado por dentro y confundido como el infierno.

¡Todo es culpa de Noh! Me digo ferozmente. Cada vez que está cerca no pienso en nada ni nadie más. Cada vez que es adorable conmigo, mi corazón da un vuelco. Y cuando me toca, oh dios, comienzo a tener pensamientos que no debería. No solo porque ambos somos chicos, también porque ambos somos chicos con novias.

Intento pensar en Aim. Pienso es todo lo que ella me importa, en todo lo que ella me necesita. Aim, mi novia. NO-VI-A.

Justo entonces Noh golpea la puerta. –Phun... ¿estás bien ahí dentro? –dice, con un tono de preocupación. ¿Por qué tiene que ser tan malditamente amable todo el tiempo? ¿No se da cuenta que está matándome con amabilidad?

Respiro profundamente antes de abrir la puerta. –Estoy bien Noh, gracias. –Digo con rigidez.

-Phun.... –Comienza a decir, pero lo interrumpo.

-Creo que aún me siento un poco mareado. –Miento-. ¿Puedo solo recostarme por un rato? ¿Por favor?

-C-claro –responde y observa mientras regreso a su cama, donde me hundo bajo las sábanas nuevamente... solo. Él regresa después de mí y tira de las cortinas para que la habitación esté a oscuras. Cierro mis ojos con fuerza. Deja de ser tan bueno, Noh, solo... detenlo.

Se detiene a los pies de la cama. Sé que me está observando, pero no sé qué es lo que está pensando. Luego de un momento, simplemente abandona la habitación, cerrando con suavidad la puerta tras él. Suelto la respiración que no sabía que estaba conteniendo. ¿Qué estaba esperando? ¿Que volviese a la cama y me abrazara de nuevo?