Los Juegos Olimpicos - Divergente (Tobias Eaton)

2 - Escape y nuevo hogar

                                                                                  Capitulo 2

Sarah

Me había quedado tendida sobre la cama, mirando el techo con los brazos cruzados. Miro cada signo de las facciones que pinte en el techo, y sonrio un poco. Siempre me gusto la idea de pertenecer a una, o a todas las demás; seria fascinante que el sistema de Facciones volviera. Pero a la vez, pienso que las cosas deberían seguir su curso, como están, sin facciones, sin divisiones, todos independientes. Las dos ideas me encantan.
Cada vez mas voy pensando en los Juegos Olimpicos. No se cuantas personas se anotaran, pero de seguro son demasiadas. Algunos de los que están aquí se enlistaran para las pruebas, y no se por que yo no.
¿Por qué yo no?
No lo se. Lo que pasa es que siento el miedo. Siento el miedo de no ser GP, tengo miedo de no encajar en ninguna de las Facciones.... Se que es una estupidez pensar esto ahora, por que las facciones ya no existen. Pero, aun siento que quiero pertenecer a ese tipo de sociedad... una sociedad en donde dividen cada cualidad. No quisiera que me juzgaran por no ser nada de eso, no quiero ser solo una cosa. Necesito hablar de esto con alguien.

Salgo de mi habitación rápidamente, y paso por uno de los pasillos, en donde están algunos de mis compañeros de trabajo, uno de ellos me mira y hace una risa malévola.
- Miren esa estirada. – Los compañeros a su lado rien cuando me miran, excepto por Lysa, que esta al lado del que me dijo "estirada". Aquel muchacho se llama Sean, y me ha molestado desde el momento en que llegamos al Departamento. El era de la Periferia, y yo de uno de los experimentos, creo que tal vez esa es la única diferencia entre nosotros. A Lysa la conozco desde los quince años, ella vivía en el experimento de Milwaukee, al igual que yo. Somos muy buenas amigas desde entonces. Es pelirroja y de ojos verdes. Ella es muy bonita chica, cualquier hombre querría estar con ella, excepto los idiotas de mis compañeros. Yo ruedo los ojos y sigo con mi camino, sin tomarle importancia al idiota de Sean. Me llama estirada por que siempre he tenido admiración por esa Facción, y el lo sabe perfectamente; además soy algo delgada, pero no lo suficiente para que me llamen "estirada". Llego hasta la cafetería, y casi todos los que les tocan el turno de esta mañana están aquí, sentados, disfrutando su desayuno. Busco con la mirada al que quiero encontrar. Lo tengo. Amar esta sentado en una de las mesas, desayunando junto con George. Empiezo a caminar hacia el y solo me hizo falta tocarle el hombro para que se diera vuelta y darse cuenta de que estoy aquí. Me sonríe, y Goerge voltea también para mirarme y repetir la misma acción que Amar.
Amar : Hola Sarah. – Me saluda, para luego mirar a George.
George : ¿Cómo estas, Sarah? – Me pregunta, cuando me siento frente a ellos, ya agarrando un muffin.
- Mm, no me puedo quejar. – Les digo, sonriendo. Sigo comiendo mi muffin hasta queme acuerdo a lo que vine a hablar con ellos. - ¿Alguna novedad de la ciudad?
Amar : Nada importante, todo sigue igual. Aunque tu no eres la indicada para saber las cosas que suceden en Chicago.
- Ya lo se, "es confidencial" y bla bla bla... – Digo, para luego suspirar. – Escuchenme, quiero proponerles algo.
George : ¿De que se trata? – Me pregunta, mientras ve que Amar empieza a tomar un vaso de agua. Suspiro y lo digo.
- Quiero entrar a la ciudad para enlistarme en los Juegos. – Amar escupe el agua de su boca, haciendo que toda la mesa se empapara. George me mira con el seño fruncido y Amar solo me observa, sin nada que decir.
George : Sarah, la...
Amar : ... la respuesta es no. – Yo miro a Amar, molesta. – Sabes que solo los trabajadores de rango alto pueden ingresar a la ciudad, y salir de ella. A demás, los Juegos Olimpicos implican mucha practica...
- Ya lo se Amar, pero es lo que mas quiero en esta vida; quiero entrar a los Juegos para poder ser algo que no soy.
George : ¿Y por que quieres ser algo que no eres?
- Por que siento que lo que soy ahora no ha cambiado nada en mi vida. – Amar y George se miran y luego a mi.- Les agradecería de por vida si me llevaran a la ciudad en su camioneta. – Amar me mira fijamente a los ojos y se inclina un poco.
Amar : Sarah, escúchame bien. No puedes ser algo que no eres, tienes que aceptarlo. Sabes que si haces esto tendras muchos problemas. – Yo asiento tranquilamente.- Si entras en los Juegos, no hay salida, no hay marcha atrás. – Yo asiento.
- Se lo que implica.- Le digo, segura de mi misma. – Se lo que se necesita para ingresar y yo se como obtenerlo.
George : No, no lo sabes. No tienes entrenadores.
- Yo puedo sola.
Amar : No, no puedes. – Yo bufe de inmediato. – Necesitas especialistas que sepan de cada facción. Y yo se a quien puedes contactar. – Los tres sonreímos.
- Entonces, ¿significa que me ayudaran, de verdad? – Les pregunto, emocionada.
George : ¡Claro que si! – Yo le sonrio y ya me imagino como será entrar en la ciudad.

- ¿Entonces es cierto? - Me pregunta Lysa, entrando a mi habitación. - ¿Vas a ir a la ciudad? - Cierro mi mochila y me la coloco, miro a mi amiga y suspiro, asintiendo.
- Si, iré para inscribirme en los Jugos Olímpicos...
Lysa : ¿¡Que!?
- ¡¡Ssshhhh!!
Lysa : Lo siento. - Me dice en susurro, mientras yo cierro la puerta rápidamente. - ¿Como harás para entrar a la ciudad?
- Amar y George me llevara en el baúl de una de las camionetas de carga. - Lysa se acerca mas a mi ye abraza, yo le correspondo.
Lysa : Tienes que tener mucho cuidado, ¿si? Si te pasa algo, juro que matare a Amar y a George. - Me río y me separo de ella. - Iré a verte cuando los Juegos empiecen, hay vista para espectadores. - Le sonrió y la abrazo. - Te extrañaré.

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Era mediodía, y a esta hora salen las cargas de objetos electrónicos que se dirigen hacia la ciudad. Amar y George están en la parte delantera de la camioneta, y yo esto en el gran baúl, junto con los objetos electrónicos, que la verdad, molestan a mi lado, ya que no hay demasiado espacio. Tenia mi mochila marron puesta, ahí llevaba todo lo que necesitaba : cuchillos, libros, y sueros. Todo esto me lo robe antes de salir. Me acerco a una pequeña ventana y veo que pasamos por el control de los abandonados y nos empezamos a adentrar en Chicago. Veo todo el panorama, hay personas vestidas de distintos colores caminando por las veredas, yo sonrio al acordarme de que son independientes. Luego pasamos un cartel que decía "Los Juegos Olimpicos : cuenta regresiva", yo sonrio de oreja a oreja, pero me detengo cuando la camioneta de detiene. La puerta del baúl se abre y veo a Amar y George, sonriéndome. Bajo de la camioneta y me sacudo la camiseta celeste que llevo puesta, y los jeans del mismo color.
Amar : Aquí están los contactos que te mencione. – Me dice, entregándome un papel en donde estaban direcciones escritas. – Buscalos y pídeles que te ayuden con esto.
- Esta bien.
George : Ahora estas parada en el deposito de la antigua sede de Erudicion, tendras que salir por la puerta principal, pero no importa si te ven, la gente va y viene en esta ciudad. - El y Amar se miran y luego me sonríen. – Mucha suerte.
- De en serio, gracias por esto muchachos. - Abracé a los dos y ellos me correspondieron. - ¿Ustedes estaran bien?
Amar : ¡Claro que si! Sabes que siempre lo estamos. - Le sonrió. - Recuerda que tienes que buscar a los contactos, encuentralos y de seguro te ayudaran. Los conozco muy bien.
- Esta bien. - Los dos se subieron a la camioneta, y cuando Amar miró por el espejo retrovisor y se topo con mi mirada, me dijo lo siguiente.
- Buscalos por orden alfabético. - Y con esto, arrancaron la camioneta y se marcharon. Miro para todos lados y veo una puerta de salida, y al abrir esa puerta, me encuentro con mucha gente caminando por la que era la gran sede de Erudición. Es gigantesca. Me quedé un segundo mirando todo el panorama. Me imagino muchas personas vestidas de azul, con computadoras, libros, sueros y cosas tecnológicas frente a ellos. Pero veo la realidad y la gente esta vestida con colores mezclados, hasta creo que parecen hippies.
- Emm.. ¿hola? - Miro a mi izquierda y hay un chico y una chica mirándome. La chica esta en una silla de ruedas.
- Oh, lo siento. Hola. - Les digo, ya dándome vuelta completamente para verlos de frente.
- Soy Zeke, un gusto. - Me saluda el muchacho, estrechándole la mano.
- ¿Zeke? - Me quedo pensando en aquel nombre. - ¿Zeke Pedrad?
Zeke : ¡Exacto! ¿Como lo sabes?
- Es que... Vengo del Departamento de Bienestar Genético...
Zeke : Oh.. - No se por que, pero ese chico Zeke bajó la mirada e hizo una mueca. Trato de mirarlo pero me cruzo con la mirada de la chica en silla de ruedas.
- Un gusto, soy Shauna. - Se presenta, mirándome con una sonrisa mientras entrelaza su mano con la de Zeke.
- Soy Sarah Miller. - Me presento ante ellos.
Zeke : ¿Cuando llegaste a la ciudad?
- De hecho, hace unos momentos, jeje...
Shauna : ¿Tienes donde hospedarte?
- No... No tengo donde quedarme, pero ya conseguiré un lugar... Bueno, un gusto conocerlos chicos. - Empiezo a irme, pero ellos vienen hacia mi y me detienen.
Zeke : ¿Quieres quedarte con nosotros?- Me pregunta, con una sonrisa en el rostro, al igual que Shauna.
- ¿Lo dicen en serio?
Shauna : ¡Claro! - Yo los miro extrañada.
- ¿Ustedes eran de Cordialidad o que? - Los dos se miran y ríen.
Zeke : Ni sueñes. Solo te lo pedimos por que tenemos mucho espacio en nuestro departamento, a demás, no tienes donde quedarte. - Los miro y sonrio.
- Okay. - Los dos sonríen y empezamos a salir de la antigua sede de Erudición.

Nos tomamos un autobús y rápidamente llegamos y nos bajamos de allí. Al hacerlo, nos encontramos frente a un gran edificio, muy alto para mi gusto. Zeke me mira y sonríe.
Zeke : Bueno Sarah, este es nuestro hogar : El edificio Hancock.

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