Capítulo 15.

2.6K 125 1
                                    

La puerta se abrió de un golpe, y era quien menos esperé; Jack. Estaba más que jodida, pensando en una cuerda y creíble explicación. Me quedó mirando, y luego fulminar a Harry con sus azules ojos. Me paré quedando en frente de él, a punto de las lágrimas; no por Jack, si no por Harry.

-P-p-puedo e-e-explicarlo...-Tartamudeé en frente de su figura.

Y me interrumpió, de la peor manera; su mano yacía colocada sobre mi mejilla, transmitiéndome dolor, amargos recuerdos, todo. Recordé los golpes que me daba, y que de ésos, me quedaron marcas en los brazos que cubría con base. Me tambaleé cayendo en el suelo, con los ojos cerrados, y una lágrima traicionera mezclada con dolor y pena.

-Por put*-Espetó-, hace dos años te dije que no te las dieses de put* conmigo, ¿no?

Abrí los ojos para encontrarme con una sonrisa sádica. Jack había vuelto. Miré a Harry, su mirada era fría, aterradora, hasta el punto que intimidaba. Estaba parado, con los puños apretados.

-Repite lo que dijiste.-Dijo Harry.

-Que Sophie es una put*. Siempre lo fue, bien merecido los golpes se tenía.

Harry me miró con una cara de "¿Él te daba esos golpes?", yo sólo logré asentir.

-Así que tú eras el muy maric*n que golpeaba a Sophie, ¿No?-Su mirada cada vez se volvía más y más fría, sus puños más cerrados, perdiendo el color en los nudillos.

-Sí-Rio-. ¿Es que a caso no sabes que es put*?, recuerdo nuestra luna de miel... Tuve que obligarla a tener sexo conmigo, la muy tontita lloraba y....

Harry lo golpeó. Lo azotó contra la puerta y comenzó a dispararle varios golpes; nariz, estómago, mejilla, ojo, mentón, boca. Su fuerza era impresionante, y creí por un segundo que lo mataría.

-¡Vuelve a tocarla sin su permiso y te mataré!-Gritó más que con furia, y siguió golpeándolo. Dos minutos después, ya todo ensangrentado, lo tiró al suelo.

-Me entero, que le has tocado un pelo a Sophie, me encargaré de matarte con mis propias manos. ¿Escuchaste?

Harry tenía sus puños llenos de sangre, y Jack, con toda la cara teñida de un rojo oscuro. No reaccionaba, y luego de un momento abrió los ojos, o bueno, el ojo, se paró gimiendo del dolor, y se limpió con la camisa, dejándola manchada. Harry tenía una respiración aún agitada, su pecho subía y bajaba con rabia, mientras observaba que Jack se iba. Cerró la puerta y me ayudó a pararme, luego, se dirigió al baño conmigo a lavarse las manos; tanto fue la fuerza de los golpes, que él mismo se rompió la mano. Acaricié su mano, y giré su rostro para que me observase. Me abrazó y acarició mi cabello tiernamente.

-¿Por qué nunca me dijiste que te golpeaba?-Susurró aún en mi hombro-, maldito... se atrevió a... abusar de ti...

-Ya pasó, Hazza...

-Yo... Yo no supe, a ti te golpeaban mientras estabas conmigo... Y yo el muy imbécil jamás lo supe o te defendí...

Lo callé y lo besé; cerrando la puerta del baño detrás de mí, ya que me acorraló contra la puerta, siguiendo con el beso apasionado, calmando el dolor del golpe y la pena. Puse mis manos en su nuca, atrayéndolo más a mí, mientras él levantaba mi playera, deslizándola por mis brazos, dejándome en jeans y brassier. Comenzó a dejar rastros de sus besos por mi mentón, cuello, clavículas, hasta mis pechos. Desabrochó el brassier, dejándole más espacio para que besase más esa zona. Mis jadeos sólo eran con Hazza, Hazza... y nada más que éso. Mi respiración se agitaba cada vez más. Sin darme cuenta, Harry ya estaba sin playera, yo sin jeans, y sólo en bragas. Me tomó en sus brazos sin parar de besarme, abriendo la puerta y llevándome a su habitación. Me depositó en la cama, de nuevo dejando besos, esta vez desde mi boca, a mi vientre. Mis gemidos se hacían más agudos, bajó las bragas lenta y seductoramente. Le saqué los jeans y bóxers, quedando los dos completamente desnudos. Sacó la protección del velador y se la puso. Se acercó a mí, colocando su cabeza en el hueco de mi hombro, y en un lento movimiento; entró. Las embestidas eran lentas y muy placenteras, sus jadeos llegaban a mi oído, provocándome más lujuria. El respaldo de la cama chocaba con la pared, provocando ese ruido tan placentero de chillido. Puse mis piernas sobre su espalda logrando más comodidad. Se salió del hueco de mi hombro y me empezó a mirar, su boca entreabierta, su frente con fino sudor, y sintiendo cómo se movía dentro de mí. Dos días seguidos de amor, pero esto equivalió a los dos años que no lo hicimos; aunque por mí, yo lo haría con él todos los días.

Sus embestidas cada vez eran más rápidas, aproximándose el clímax. El chillido era más rápido, y yo me aferraba más a él, besándolo, disfrutando más de su exquisita boca. Y luego de un rato, caímos rendidos, saciados. Besé su pecho desnudo y me acurruqué en él. Abrazándolo cómodamente.

-Te quedarás conmigo.-Musitó-No quiero que te vayas, exponiéndote a que él nuevamente te golpee.

-No te meteré en problemas-Suspiré-, lo que menos quiero es que te suceda algo, mañana me iré por la mañana.

-¿Y si te golpea, eh?-Se sentó en la cama-, te juro, que si te toca un pelo, le romperé la put* cara, y lo mataré con mis propias manos. Ahora que te he vuelto a ver, no dejaré que te vayas, ¿Bien?, no soportaría otro dos años sin ti.

-Sé que quieres lo mejor, Hazza. Pero la amenaza de mi padre sigue más que en pie, y en serio, no dejaré que nada malo te pase por mí culpa. Es capaz de matarte.

***

Desperté por la presión de los labios de Harry ejerciendo sobre los míos. Sonreí y me senté en la cama, estirándome a lo largo, hasta el punto que mis tendones doliesen levemente. Miré a Harry, su pelo más desordenado que antes; desnudo, sonriente, sus tatuajes al descubierto. Sacudí mi cabeza y saqué el "over again" de mi mente, la vida de Harry estaba en juego si seguíamos, y por más que todavía me siga gustando como el primer día, debo brindar por la vida de Rizado.

-Me vestiré para irme.-Avisé.

-Si te hace algo... no podré soportarlo.

-Debo irme.

-Sophie...

-Harry, estaré bien, lo prometo, ¿Sí?

-¿Me llamarás?

-Lo haré.

Sonreí y me paré para vestirme.

***

Al llegar a casa, había un total silencio, ni el viento emitía un sonido de existencia, mi padre no estaba. Y suponía que Jack tampoco, o éso realmente esperaba. No quería ver su rostro moreteado, mostrando que en frente de Harry, nadie, absolutamente nadie, podía tocarme, a menos que él, siempre de una manera tierna. Yo creía capaz de Harry matarlo, pero, ¿Para qué se ensuciaría las manos?, con el antiguo Jack, que volvió, o que... Jamás se fue.

Subí las escaleras, haciendo sonar mis zapatos contra ésta.

Regresa | HS (2T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora