Capítulo 2

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El joven que le brindó ayuda era un chico de su misma edad. Cabello y ojos de un profundo azul, tez blanca y voz educada. Vestía con ropajes demasiado formales y poco acordes a su edad.

-¡Eriol, que extraña casualidad!- Exclamó Sakura, uniendo su mano con la de su amigo. -¿Qué estás haciendo por aquí?- 

Las mejillas del joven Hiragizawa se encendieron ligeramente ante la pregunta de la Card Captor. La mano que tenía afianzada con ella comenzó a sentirse algo húmeda. De los nervios rasco su nariz y dirigió su mirada hacia otro lugar.

 "¿Qué puedo responder?, si lo digo directamente no sé cuál será la reacción de Sakura". Pensaba sin cesar, viendo de reojo el gesto de extrañeza que había surgido en el rostro de su contraria. "¿Sería muy atrevido preguntarle su opinión para el cumpleaños de Tomoyo?"

–Vine a arreglar unos asuntos- 

-Vaya, puedo notar que aún en una edad muy joven posees demasiadas responsabilidades-

-Podría decirse que sí-"Vamos Eriol, tu puedes". -Y  bueno, observaba las tiendas buscando un regalo para...- El joven comenzó a tartamudear de la vergüenza que le provocaba mencionar el nombre de la pequeña Daidouji. Difícilmente tuvo el valor de comenzar la conversación. Suspiró, trago saliva y justo cuando iba a decir el nombre, un sonido se interpuso entre su determinación. La mochila de la joven comenzó a vibrar y a emitir un tono de llamada.

-Espera unos minutos porfavor- Al parecer era el móvil de Sakura. Descolgó su mochila de los hombros y tomó el aparato dispuesta a responder. -¿Aló?, ¡Tomoyo, hola!-

Escuchar el nombre de la jovencita Daidouji fue lo suficiente como para romper el valor que había reunido Hiragizawa. Transcurrieron varios segundo mientras Sakura le respondía a Tomoyo. Al parecer el maestro se había demorado en el salón, así que aún había esperanzas de que llegara a tiempo.

-Te veo entonces- Dijo despidiéndose para terminar la llamada.-Disculpa por interrumpirte Eriol, ¿Qué me decías?-

-Nada importante. Tan sólo que le compraría un presente a Yamazaki-

Sakura se le quedó observando durante un par de minutos con el ceño fruncido y con un leve gesto extrañado. ¿Yamazaki? No comprendía  a la perfección el porqué de regalarle algo. Más bien la razón. Su cumpleaños aún no se acercaba, no había fecha con la cual justificar un futuro presente.

- ¿Takashi?- Cuestionó la joven. 

–Si Takashi- Respondió con una tonalidad escarlata en el rostro –¡Ya deja de preguntar más Sakura!- Replicó seguidamente con un ligero aumento en el tono de su voz.

Sakura al notar tal reacción se limitó a hacer preguntas, vagando en sus propios pensamientos e interrogantes sobre lo que sucedía. La conducta que demostraba Eriol era completamente fuera de lo normal. ¿Qué sucedía con la seguridad que siempre a reflejado Eriol?

Los segundos transcurrían y entre el par de jóvenes no surgía palabra alguna, haciendo que aquel tiempo se tornaran unos largos minutos sin fin. Solamente se limitaban a ver a las personas ambulantes caminando sobre el pavimento y los coches circular en la calle. 

–Me imagino que llegarás tarde a la escuela si no te apresuras Sakura- Comentó inexpresivo el joven a su contraria, rompiendo el silencio profundo que había entre los dos. Tenía razón, había invertido mucho tiempo tratando de hallar la presencia mágica, que se había olvidado por completo de la escuela.

La mente de Sakura le estaba jugando en ese momento, tenía muchas preocupaciones y se martirizaba sobre las posibles reacciones de su maestro y compañeros al llegar tarde. 

–Usa la carta "Tiempo", podrás detenerlo el lapso que sea necesario. Pero empléala rápido o te será imposible llegar al instituto- Sugirió Hiragizawa al ver el rostro preocupado de la chica. 

Con alegría la joven respondió – ¡Es cierto!- Seguidamente sacó de entre sus ropajes un objeto, y depositándolo en sus manos, con voz firme la Card captor se dispuso a decir su famoso monólogo.

 -Llave que guardas el poder de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante Sakura, quien aceptó la misión contigo. ¡Libérate!- Sus manos se rodearon de una centelleante luz, dejando al descubierto un gran báculo, señal del poder mágico de Sakura. Seguido, de su monto de cartas escogió la sugerencia que le brindó Eriol. -¡Tiempo!-

En el cielo y los alrededores se esparció un aura color mostaza verdoso, dejando paralizados a las personas ambulantes, negocios, animales y relojes. Claramente indicando que el tiempo se había detenido. Con una voz amable y aliviada la jovencita se dispuso a agradecerle al joven la idea de emplear esa "Carta Sakura". 

–Muchísimas gracias por recordarme la carta- Mencionó gratificante la jovencita, quien se detuvo al notar que la presencia de Hiragizawa había desaparecido. No obstante, no le tomó importancia, ya que era una conducta común del joven Hiragizawa desaparecer sin ser visto o pasar desapercibido.

-¡Tengo que llegar a tiempo!- Se propuso la chica con certeza y actitud.

Corriendo entre las personas, árboles y animales paralizados, la chica se desplazaba con la esperanza de llegar puntual, teniendo presente en su cabeza una desilusión al darse cuenta que erró en su percepción mágica. 

"Por un momento creí que podría ser la presencia de Li, por un momento me sentí tan ilusionada y llena de asombro. Tengo que resignarme. Nunca volveré a verlo, tengo que superar este sentimiento, debo olvidar a Shaoran y continuar con mi vida." Se repetía una y otra vez la joven, con unas lágrimas surgidas de sus grandes ojos verdes recorriendo en sus mejillas y una expresión triste en su rostro. "Tan solo olvidar..."


EL AMOR DE SAKURAWhere stories live. Discover now