Su cara de asco, con la que la chica parecía haber nacido, era algo con lo que Hermione no tenía problema, pero por otro lado, la morena no se conformaba con mirarlos mal, aprovechando la menor oportunidad para insultarlos.

Ron amenazó con sacar su varita, pero Hermione no se lo permitió, no valía el esfuerzo. Parkinson tomó eso como un insulto aún mayor que si la hubiese embrujado en mitad de aquel corredor, y cuando Hermione pudo darse cuenta, la morena la había tomando del cabello.

-¡Asquerosa sangre sucia!- fueron sus palabras exactas.

Pero Hermione no se inmutó, porque cuando había decidido ella misma tomar su varita y hacer llorar a Pansy justo en medio del corro de personas que se había formado a su alrededor, lo vio aparecer al final del corredor.

-¡Parkinson!

Incluso Hermione se sobresaltó cuando la voz del profesor se dejó escuchar.

-50 puntos menos Slytherin- sentenció el hombre, ignorando descaradamente los quejidos del resto de las serpientes a su alrededor.

Hermione tuvo que morderse el interior de la mejilla para no sonreír.

-Pero Profesor...

-No quiero restarle 100 puntos a mi propia casa, pero lo haré si no se calla.

Hermione pudo notar como el color desaparecía del rostro de la morena.

Despues, Snape hizo desaparecer al resto de mirones con un grito contundente; nadie deseaba perder 30 puntos por detenerse a mirar donde no le llamaban.

Pansy miró a ambos Gryffindor como si deseara descuartizarlos, pero al final, se alejo por donde habia venido, porque Snape aun no se habia movido y no dejaba de mirarla.

-¡Weasley!

Ron dio un salto en su sitio. Miró a Snape con teror.

-10 punto menos Gryffindor- bramó y Hermione tuvo que contener una sonrisa. Lo conocía lo suficiente para saber qué no se iría de ahí sin haberles arrebatado al menos unos cuantos puntos.

-¿Qué acaba de pasar aquí?- chilló Ginny corriendo hasta ellos cuando Snape desapareció de vista.

Ron le explicó cada detalle, extasiado, porque el mismo Severus Snape le había arrebatado 50 puntos a su propia casa y el pelirrojo aún no podía creerlo.

-Si... Increíble... Los veré más tarde, ¿de acuerdo?- intento alejarse Hermione, pero Ron no se lo permitió.

-Necesitas ver a Madame Pomffrey.

Hermione se sonrojo sólo un poco cuando Ronald la tomo del brazo y la obligó a caminar hasta la enfermería.

***

No pudo aparecer en el despacho del Slytherin hasta muy tarde. Porque la Señora Pomffrey los había devuelto justo por donde habían venido apenas los vio en la puerta de su enfermería y luego de eso, Ron no se había separado de su lado por el resto de la tarde. No es como que en realidad le molestara, pero justamente aquel día hubiese preferido no tener a Ronald a encima y así poder desaparecer sin que nadie lo notase.

Entró sin tocar, porque habia algo que le decia que él estaba esperándola.

Cuando entró lo encontró sentado en el sillón. Nunca se sentaba en ese sillón.

-Hola

Snape la miró por sólo un segundo.

-¿Esta bien?- inquirió cuando la castaña aún se encontraba en la puerta.

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