Creo en ti ||gemeliers||

Capítulo veintiuno.

⬆Raúl en multimedia⬆

Valeria.

El barco es una pasada, hay varios camarotes. Mis padres juntos, Olivia y mi hermano en otra y yo por libre. Para colmo hoy íbamos a tomar el sol y no hemos cogido crema, así que ¿a quién le toca ir a comprar?

-Toma cariño - dice mi madre dándome su cartera - compra de alta protección.

-A sus órdenes - contesto poniéndome las chanclas.

No conozco esto así que voy al primer supermercado que veo, ya que tengo un hambre terrible y ya aprovecho y compro sustancia.

Primero compro crema solar y after sun y después voy a por bollería industrial, pero cuando voy a coger mis queridos bollos me entra un dolor terrible de cabeza y se nubla la vista por completo, perdiendo el control de mi cuerpo.

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Me despierta un sonido provinente del móvil pero estoy demasiado cansada para abrir los ojos, asi que directamente intento cogerlo con la mano, descuelgo sin mirar y me lo llevo al oido.

-¡Valeria! ¡¿Donde te has metido?! - me chillan al otro lado del telefono.

Es mi padre y esta cabreado, con las pocas fuerzas que tengo abro los ojos y me encuentro un panorama que no me gusta nada, estoy en el hospital, en una camilla y tengo una via conectada.

-Estaba en la playa, ya voy - digo desganada y cuelgo inmediatamente.

Un chico entra en la habitacion con una sonrisa la mar de amplia.

-Menos mal que te has despertado - dice acercandose a mi.

-¿Quién eres? - pregunto directa.

-Soy Raúl, si te preguntas que haces aqui te lo explico, estabas en el supermercado y de buenas a primeras de desplomaste y porque llegue y te cogi, que sino, el piñazo habia sido bueno - me dice.

-Vale - digo algo agobiada - tengo que irme - digo quitandome la via.

-No, espera te van a hacer unas pruebas - dice y niego.

-Me tengo que ir - digo levantandome, cojo el movil y salgo de la habitacion corriendo, miro d reojo y Raul me sigue - ¿donde vas?

-Hombre un gracias Raul no estaria nada mal - dice encogiendose de un hombros.

-¿Sabes volver al supermercado? - le pregunto.

-Denada sin nombre, ha sido un placer - dice y resoplo.

-Gracias por traerme aquí Raúl, ¿me podrias llevar de vuelta al supermercado? - le digo y sasiente con una sonrisa.

Andamos un buen rato hasta el supermercado y no paro de darle vueltas a las pruebas que me tenian que hacer, por suerte no me conocen y no saben mi nombre por lo que no me pueden obligar.

-Gracias - le digo a Raul cuando llego.

-¿No me dices tu nombre? - pregunta desde la puerta.

Me giro y despdiendome de él voy corriendo a por las cremas. No tardo en comprarlas y salgo practicamente corriendo al barco.

-¡Val! - me abraza mi madre cuando me ve - ¿donde estabas? estaba muy preocupada.

-Mama me he retrasado en la playa, lo siento - digo y suspira asintiendo.

-Vale cariño - dice entrando.

-Babosos - le digo a mi hermano y a Olivia que se estan comiendo la boca en su habitacion.

-¿Donde estabas? - pregunta mi hermano.

-Haciendo amigos, como que no la conozco - dice Olivia con una sonrisa picarona.

-¿Qué amigos? No me gusta eso - dice mi hermano.

Resoplo y cierro la puerta de su habitación, haciendo amigos sobretodo... Salgo afuera junto a mi madre tras echarme crema, me tumbo junto a ella a tomar el sol.

-En veinte minutos nos vamos a comer - nos avisa mi padre.

Recogo mis cosas y voy a cambiarme. Espero a los demás y nos vamos a un chiringuito de la playa, nos sentamos en una mesa cercana al ventilador del chiringuito y mis padres nos dicen que tienen mesa reservada en un restaurante y que comemos solos.

-¿Qué vais a tomar? - pregunta un chico en nuestra mesa, y esa voz me suena demasiado.

-Raul - digo mirandole, sonrie y saca una libreta de su pantalon.

-Sin nombre - dice él, mi hermano lo observa con una mirada bastante amenzante y Olivia sonrie mirandole.

-Tres cervezas - dice mi hermano rapidamente.

-¿Vais a comer algo? - pregunta Raul.

-No si te parece a las tres de la tarde que vamos a hacer - dice mi hermano ironico.

-Tres hamburguesas - dice Olivia mirando mal a mi hermano.

Raúl se lo apunta en la libreta y se va, mi hermano se ha portado como un verdadero imbécil.

-Te pasas - le digo y se encoge de hombros - antes de que estuvieses con Olivia yo no me portaba mal con las chicas que traías a casa ni a tus amigas.

-Ah, que me estás diciendo ¿que te gusta? - dice mi hermano.

-Es un ejemplo - digo enfadada - pero deja ya esté rollo protector porque me tienes harta, en casa con los gemelos y aquí con Raúl, sólo te parece bien las cosas que giran alrededor de tu amiguito Juan - digo de mala leche.

-Encima que miro por ti - dice.

-Eres un egoísta - digo - y estoy cabreada y me voy - me levanto de la silla y Olivia me frena.

-Tia ya sabes cómo es, no le hagas caso y ya está - me dice y niego.

-Nos vemos luego - digo y me alejó de allí.

Doy un paseo por la orilla y me acuerdo de que no he comido así que vuelvo al chiringuito pero me siento en la barra.

-Hombre, sin nombre, le has cogido gusto a esto de verme - sonríe Raúl desde dentro.

-Le he cogido gusto al ventilador no a ti - digo riendome.

-¿Qué ha pasado antes? Con ese chico - me dice.

-Nada, mi hermano que aveces me harta - digo - siento haberte pedido la comida y haberme ido.

-Tranquila eso que me he comido yo - sonríe.

-¿Me pones otra? - le pregunto y asiente rápidamente.

-Mira que ha traído la marea - me dice un camarero de edad mediana - ¿que quiere esta chica tan guapa?

-Una cerveza por favor - sonrío y asiente cogiendo un vaso - muchas gracias - sonrío cuando me la da.

-¿Eres de aquí? - me pregunta.

-Que va, estoy veraneando en un barco - le contesto.

-Pues si te quieres sacar un dinero podrías trabajar aquí - me dice y me entusiasmó enseguida.

-¿Enserio? - pregunto - me gustaría.

-Aqui la tienes - dice Raúl dándome mi hamburguesa.

-Hijo, te presento a tu nueva compañera - sonríe su padre.