¡Suegrecito Apolo al rescate!

1.2K 83 5
                                    


Percy

«Al fin vuelvo a narrar yo»

Bueno, debo admitir que no nos estaba yendo taaaaan bien como habíamos pensado, reconocía ese lugar, perfectamente ya había bajado allí una vez y había jurado no volver a hacerlo.. Y miren donde estoy.
Como ya saben, buscamos a Hécate, así que, cuando la vean me pondré en plan Dora la Exploradora y les preguntaré si saben dónde está, y es obvio; En el inframundo no está.
Apenas tocamos el Hades, Nico cayó inconsciente algo que ninguno de nosotros esperábamos

«Es la primera vez que digo "El Hades" en lugar de "El Inframundo"»

Tengo que admitir, que Will da mucha gracia cuando está preocupado.

—¡NICO! ¡NICO!— Will cargó a Nico como bebé y nos dirigió una mirada de terror a Jason y a mi— ¡HAGAN ALGO INÚTILES! ¡MI CALAVERITA SE MUERE Y USTEDES ESTÁN PARADOS COMO IDIOTAS!

—No grites, —Sentenció Jason— tanto Percy como yo tenemos la capacidad para entender sin la necesidad de gritar —Miró a su alrededor y vio a la distancia una fortaleza imponente; El Palacio de Hades —Debemos llevarlo con Hades, el sabrá que hacer

Will miró a Jason con odio y bramó

—¿Tu crees, que el Dios de la muerte querrá verlos a ustedes dos luego de que hayan violado a su único hijo?

—Buen punto— Dije yo y me volví a mirar el Palacio de mármol negro— De igual manera, tenemos que llevarlo hasta allá, de quedarse aquí, tal vez muera

—Esta bien.. pero, ¿Cómo evitaremos a Cerbero? ¿No tenemos que estar muertos para poder pasar? —Dijo Will, estaba acariciando el cabello de Nico, aunque me dolía admitirlo, el tenía razón, yo no traía pelotas de goma encima para jugar con el perro infernal

—Jason, ¿tu lanza se puede hacer pelota?— Lo miré

—¿Qué demonios?—Jason se volvió a mirarme con incredulidad— ¿Para que quieres una pelota?

—Puede convertirse ¿o no?— Le tomé los hombros y lo miré con seriedad

—No lo se, ¿por qué no usas un palo que encuentres por ahí?

—No es mala idea— Agarré el palo más grueso que vi y miré a Will— Vamos estrellita, hoy conocerás a tu suegro

llevábamos al rededor de 20 (veinte) minutos caminando, cuando por fin llegamos al lugar donde se clasificaban almas y dónde estaba Cerbero cuidando que ninguna de ellas tomara el camino que no se merecían

—Muy bien chicos, empujen a las almas yo distraigo a Cerbero— Sentencié decidido

—¿Cómo empujas a un alma?—Preguntó Jason y ambos se volvieron a mirarme

—Okay, cambio de planes, tu distraes a Cerbero— Le entregué el palo a Jason; Me lo devolvió

—No lo quiero— Negó el

—Ahora sí— Se lo volví a dar

—Que no— Me lo dejo a los pies

Fácil De Acosar. [Sobre Nico Di Angelo]Where stories live. Discover now