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~ Narras TÚ ~

Abrí mis ojos de repente cuando sentí un dolor conocido en mi espalda. Grité.

Si no me hubiera dolido tanto hubiera explotado en el partido a golpear a la niña que me había dado ese horrible golpe. Lentamente me levanté, me di cuenta que era tarde, eso quería decir que había descansado mucho.

Caminé despacio sintiendo que el dolor en mi espalda ya no era tanto comparado con el de ayer. Bajé las escaleras con cuidado, me dirigí hacia la cocina para ver una ya típica nota de mis padres como siempre en el refrigerador, de seguro se habían ido urgentemente por el trabajo o a ver a mi hermano. No me molesté en leerla.

Saqué algunos huevos y tocino del refrigerador y me hice de desayunar.

Desayuné sola hasta que revisé mi teléfono y me di cuenta de que tenía 3 llamadas perdidas, dos de éstas eran de Jungkook, y la otra era de un numero privado. Decidí llamarle aJungkook.

- ¿Hola?.- me contestó él.

- ¡Hey kook! Lo siento estaba desayunando.

- Ok no te preocupes, todos necesitamos estar en privado solo con nuestra comida.- me dijo y me reí. Haciendo que mi estómago me doliera un poco por el esfuerzo. - ¿Cómo está tu espalda? - me preguntó.

- Mejor que ayer, creo que me estoy recuperando.

- Te va a doler muchísimo, no podrás jugar futbol en un rato.

- Ugh, no me lo recuerdes.

- Mmhmm... Espero no tardes en recuperarte, tu equipo no será lo mismo sin ti.

- Por lo menos creo que necesitaré una semana, creo .- en ese momento me asomé por la ventana, había un auto negro estacionado afuera.- te veo luego Kook.

- Ok, cuídate.- me contestó.

Colgamos y bajé las escaleras con cuidado, me dirigí hacia la puerta y me detuve. No era el auto de Jungkook, era un viejo coche negro que no reconocía. Fui hacia la cocina y miré hacia afuera por la ventana, habían unos hombres revisando por mi jardín, y ésta vez no eran policías, como la vez anterior que estuvieron buscando en mi casa.

Hice lo que Jimin había hecho hace tiempo, cerré las cortinas de todas las ventanas y eché un vistazo con precaución desde mi habitación. ¿Qué estaba pasando? Los estuve mirando y desaparecieron en su auto. Dejé salir un suspiro.

Recuerdo cuando Jimin me mantuvo a salvo cuando aquellos sujetos estaban en mi casa. Sacudí mi cabeza, no quería pensar en Jimin. Bajé las escaleras de nuevo pero... algo no estaba bien. Mi perro Leo había estado ladrando afuera pero ahora, todo estaba en silencio, Leo no pudo dejar de ladrar tan rápido. Me asomé hacia afuera, y no vi a mi perro.

Caminé alrededor de mi casa buscándolo y también me asomé por las ventanas, no lo vi. Así que decidí salir a mi jardín trasero para buscarlo, lentamente abrí la puerta, tomé un viejo bate de metal que mi hermano usaba para jugar cuando él estaba en el equipo de baseball, caminé lentamente, Leo hubiera salido de la nada corriendo hacia mí para lamerme la cara, pero no había rastros de él. Di vuelta en una pared para escuchar a mi perro sollozar.

Lo vi echado sollozando como si alguien lo hubiera golpeado, corrí hacia él y lo acaricié,

- Oh Leo...- le decía, mientras lo acariciaba.

Leo miró detrás mío, y yo tomé el bate. *BAM* Golpeé algo sólido, me di vuelta y vi a un chico vestido todo de negro tratando de mantenerse de pie, traía puesta una máscara obscura. Corrí hacia la casa cerrándola con seguro y corrí hacia el teléfono más próximo que tenía y me dirigí hacia la cocina.

enamorada de un asesino → Park Jimin▪BTS▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora