#ConversacionesASolas.

854 68 4
                                    

Junior 1981.

-No deberías fumar, Marls.

-Y tu deberías callarte.

Marlene le guiñó un ojo al chico, echó la cabeza hacia atrás y dejó salir el humo por entre sus labios.

-Además, todavía no hay nada seguro.

-Un posible embarazo sería un buen motivo para dejar de fumar.

Marlene se encogió de hombros, ofreciéndole la cajetilla abierta a él. James se puso uno entre los labios y la miró: todos habían crecido, madurado en cierta forma, pero seguían siendo como niños en el colegio, con la única diferencia de que los cigarros ya no se fumaban en los descansos entre clases, sino entre batallas.

-¿Sabe Lily que sigues fumando? Creía que a ella no le gustaba que lo hicieras.

-Deberías callarte, McKinnon.

La chica le sonrió, dándole una patada en la pierna. La ciudad continuaba viva al otro lado de la ventana: tan ruidosa y enorme que le hacían sentir especial. Aquello le fascinaba de los muggles, no sabían que sus vidas pendían de un hilo, que había un mago tenebroso que les odiaba, y aún así continuaban hacia delante.

-No se lo digas.

-¿Perdona?

-A Sirius. No le digas lo del embarazo. - James le sostuvo la mirada. -Yo se lo diré, te lo prometo. En el momento oportuno.

Todos Nuestros Momentos Perdidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora