-Ehh... mmm... sí, él es un amigo de la escuela, estudiamos juntos.

-¿Si somos amigos por qué no me besas como a él?

La pregunta le cayó como un balde de agua fría, todo su rostro se puso colorado, y guardó silencio por un momento tratando de buscar una buena respuesta.

-Ehh... no me estas entendiendo... los amigos no se besan.

-Pero, dijiste que era tu amigo.- Repliqué.

Volvió a quedarse callado, no quería tratar ese tema conmigo.

-Cuando crezcas más y tengas novia lo vas a entender.- Respondió evadiéndome.

-¿Él es tu novia? Él no es niña, no puede ser tu novia.

-Es que... no quiero hablar de esto.

-Pero dijiste que los amigos se contaban todo.

Me miró con incomodidad, la sexualidad para él no era algo de lo que hablara con un niño de 9 años.

-Las personas podemos tener gustos diferentes, ¿cuál es tu color favorito?

-Rojo.

-¿Ves? El mío es el negro, e imagina que el de tu mamá es blanco... así como nos gustan colores diferentes, nos pueden gustar personas diferentes.

-Ahhh, ¿entonces tú eres mi amigo porque te gusta mi cabello, y los niños de la escuela no quieren ser mis amigos porque no les gusta?

-Pues... algo así, solo que yo no soy tu amigo por tu cabello, es un hermoso cabello, me gusta acariciarlo, pero yo soy tu amigo porque eres un niño bueno y divertido.

Me sonrojé al escuchar esos cumplidos, pero guardé la calma, aún quedaban dudas rondando mi cabeza.

-¿Entonces hay niños a los que le gustan los niños?

-Exacto.

-¿Y cómo sabes si te gustan los niños?

-Bueno, quizá... te gusta un niño cuando te hace sentir bien, cuando te hace sentir especial, y nadie más puede hacerte sentir así, hay personas a las que le gustan los niños y las niñas, a mí solo me gustan los niños.

-Ahhh, ¿y ese niño es tu novio?

-Sí, él es mi novio.- Dijo sonriéndome.

-¿Y puedes tener dos novios?

-Puedes tener muchos en tu vida, pero no al mismo tiempo, si eres novio de alguien es porque quieres a esa persona y es especial para ti.

Después de escuchar todo eso, comprendí que me gustaban los niños, comprendí que me gustaba William, él era esa persona que me hacía sentir bien y especial, nadie más me había hecho sentir de esa manera, tal vez porque no tenía vida social, pero el hecho de querer verlo todos los días y querer que me diera un beso como aquel chico se lo daba la tarde anterior en su habitación, me hizo darme cuenta que era él quien me gustaba, y que quería estar a su lado, ser su novio, lastimosamente la última respuesta me mostró que no tenía oportunidad, él tenía novio, y no podría hacerse el mío.

-¿A un niño grande le puede gustar uno pequeño?- Pregunté lanzando mi última duda al aire.

Estaba seguro de que él me gustaba, pero que yo le cayera bien no significaba que hubiera la posibilidad de que yo le gustara, no como amigos, sino como novios.

-Todo es posible, aunque creo que eso la gente lo ve mal.

¿"Todo es posible"? Esa frase bastó para dejar a un lado el resto de su respuesta, si todo era posible, significaba que un noviazgo entre él y yo también lo era. Como él lo había dicho, se podían tener más de un novio a lo largo de la vida, pero no al mismo tiempo, para mí eso significó que sí tendría mi oportunidad, solamente tenía que esperar a mi turno.

Cuando el sol estaba a poco de esconderse decidimos volver a casa, como de costumbre, él me cargaba en su espalda.

-William.- Traté de llamar su atención.

-No tienes que llamarme así, puedes decirme Will.

-Bueno... Will.

-Dime.

-¿Algún día podemos ser novios?

Tenía una teoría, pero podía estar equivocado, no se lo quise ocultar, se suponía que los amigos no hacían eso, así que terminé preguntándole, y prácticamente dejé ver mis sentimientos hacia él.

-¿Qué? ¿No te gustan las niñas?

Se mostró sorprendido ante mi pregunta, pero luego soltó una sonrisa, pienso que no me tomaba en serio, seguro pensó que sólo eran cosas de niños.

-Aún eres muy pequeño para pensar en esas cosas.

-Pero dijiste que era un niño grande.- Repliqué molesto con una voz chillona.

-Ehhmm, si... pero... pero... tienes que ser más grande.

-¡¿Entonces cuando crezcas serás mi novio?!- Exclamé emocionado.

-Baja la voz, podrían escucharte.

-Perdón.

-Esperemos a que estés grande y vemos.

No era la respuesta que yo esperaba, quería estar seguro que tendría mi oportunidad, pero tan solo esa pequeña luz de esperanza que encendió, hizo que por dentro me iluminara más que el cielo nocturno un día de la independencia.

-No puedes contarle nada de lo que hablamos a nadie, en especial a tu mamá, ¿sí?

-¿Por qué?

-Porque es un secreto, y los amigos se guardan los secretos.

-Está bien.

Pronto estuvimos en casa, él me dejó en la puerta de mi casa y luego se fue a la suya, mientras caminaba de espalda yo lo admiraba emocionado, con unas inmensas ganas de crecer rápido para poder ser su novio, había adquirido mi primer sueño de vida, y era estar a su lado.


Gracias por leer, espero les guste este nuevo capítulo, no se olviden de votar, comentar y compartir, eso es lo que me alienta a seguir escribiendo <3.

Mi Antiguo VecinoWhere stories live. Discover now