07 - Café

1.5K 123 57
                                    

Se siente observado pero aun así hace lo mejor para ignorarlo o eso cree hacer, ya que está haciendo todo torpemente. Sus manos se mueven con torpeza, se alegra de no haber roto nada por el momento pero eso no implica que no haya pasado ya por varios momentos en que casi lo hace. Igual, está seguro que nadie podría hacer una simple tarea como: encender un hornillo cuando tienes unos ojos verdes taladrándote la nuca.

Agradece que la cafetera funcionara y que no la haya roto con su torpeza. El olor a café inundaba toda la cocina, el olor de las tortitas dejaba a ambos con el estómago gruñendo. Incluso sabiendo donde se encontraba cada cosa, se sentía un intruso en esa habitación, preguntándole siempre si podía usarlo, recibiendo solo una risa como respuesta. No había palabras, más que un alzamiento de cejas que luego de la mirada insistente del castaño, le seguía un bufido y un asentimiento con la cabeza. Que no era su casa, no podía ir por ahí, tomando las cosas como si nada, que no, que era respetuoso, preguntaría siempre: incluso si lo conocían de años y lo aceptaban como un miembro más de la familia.

-Stiles, te juro que si me vuelves preguntar si puedes usar algo en esta jodida casa, voy a golpearte con la cafetera. -Aunque tratara de ser una amenaza, la sonrisa de Laura le demostraba que estaba bromeando. El castaño sonrió tímidamente y abrió la heladera, sacando el jarabe y la miel.

-No querían que pensaran que soy un aprovechado. -La mayor sólo rodó los ojos, soltando aire exasperada.

-Te conozco desde eras un pequeño taponcito, apenas me llegabas a la rodilla-dijo Laura riendo.

-Tampoco era un Hobbit -se quejó el menor, contagiándose de la sonrisa de la morena. Laura se levantó y le despeinó con cariño, Stiles simplemente aceptó la caricia; después de todo, sentía a la Hale como una hermana mayor. Desde que empezó a ser su niñera, siendo cuidado junto con Cora, siempre estuvo atenta a lo que necesitara y aun ya siendo un adolescente, lo trata como un niño.

-Y mira cuanto creciste ahora... -La nostalgia en el tono de voz no le pasó desapercibida -. Parece que fue ayer cuando te cuidaba a ti y a mi hermana. - A él también le vinieron recuerdos de aquella inocente época, ya hacía muchos años desde entonces y enormes cambios ocurrieron, antes todo parecía más simple.

-No te pongas emocional ahora Laura -se quejó Cora desde la puerta, su hermana simplemente le saco la lengua, sirviéndose más café en su taza de la cafetera y sacando algunas de las tortitas que ya estaban hechas.

-¡Oye, eso es para Derek!-Protestó el castaño, siendo detonante de la risa de la menor de los Hale lo hizo ponerse rojo de vergüenza.

-¿Haciendo el desayuno para mi hermanito?- Preguntó burlona, también sirviéndose café, ignorando las quejas de su amigo.

-Es injusto Stiles que prepares un desayuno tan rico para el amargado de mi hermano- Habló Laura con la boca llena, entre las dos le había dejado sin desayuno, por lo que encendió la hornalla para preparar más tortitas.

-Lindo pijama, por cierto. - La vergüenza ardió en su rostro ante las palabras sarcástica de Cora y peor aún fue cuando ambas hermanas rieron al verlo ponerse rojo como un tomate. Se olvidó que todavía llevaba la ropa del moreno.

Rogaba para que la conversación se zanje ahí, no quería que su supuesta amiga se aproveche de la situación, porque sabe que siempre tenga la menor de la oportunidad para soltar una mínima burla, ella lo hará. Empezaba a dudar de su amistad con Cora,pero, aunque siempre estén las burlas, saben que son con un deje cariñoso (O eso quiere creer), además que ella siempre estuvo a su lado, apoyándolo con todo con lo que necesitara.

-Por cierto... ¿Dónde dormiste Stiles?- Se retracta de lo que pensaba, aquella chica era su tortura y sabe que ella lo disfruta. Lamenta no haberse dado vuelta al escuchar un golpe seco, un quejido de la menor y "No seas chismosas" que le susurró Laura.

Baila conmigo - Sterek (Abandonada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora