Abrazo con miedo a despegarse de ellos, a sus padres y a sus hermanos. Ambos entendían la situación pero Taehyung tenía que ser más independiente, y el mismo se lo había propuesto. Hizo un ademán con la mano para despedirse, y desapareció por la puerta.

—¡Los extrañaré!

Exclamó cuando ya se encontraba fuera.

—Y nosotros a ti igual...

Susurraron al unísono.

***

—No lo entiendo, debe haber un error señorita...

Se sentía confiado, estaba cien por ciento seguro de que la recepcionista era una novata y aun no sabía cómo funcionaba todo.

—Joven, le digo que ese nombre no se encuentra en nuestra base de datos. ¿Seguro que no se equivocó de departamento?

La paciencia de la joven recepcionista estaba llegando a su límite, era la quinta vez que le decía lo mismo y el chico de cabellos claros parecía no entender, o no perder la esperanza y aquello lo encontraba estúpido, sólo debería resignarse.

—Yo... probablemente me equivoque, lo siento señorita, adiós.

Con la cabeza inclinada salio del recinto. Él sabía muy bien que Jimin vivía ahí, y ahora como si nada había desaparecido. ¿Dónde estaba? Y lo más importante ¿Porqué no contestaba sus mensajes? Tal parecía que la tierra se lo había tragado y a su celular igual, cada vez que marcaba siempre contestaba aquella voz robótica que odiaba.

El usuario que usted está tratando de contactar no se encuentra disponible, intenté más tarde...

Cuando escucho por milésima vez esa voz casi lanzó su celular por la ventana de su departamento. Estaba harto de no saber nada de Jimin, había desaparecido, hace casi un año. ¿Qué si intentó avisar a la Policía? Por supuesto, pero no tenía ningún contacto con algún familiar de él, era como si no existiera, no viviera. Nadie le creería.

Vago en sus recuerdos que tenía con el, los abrazos que ofrecía cuando Jimin estaba desfalleciendo en el dolor, Taehyung siempre estuvo para el, curando sus heridas, alegrando su día. Y el pelinegro siempre le devolvía una débil sonrisa de agradecimiento, que el sabía que era la más pura y sincera que cualquier otra sonrisa de alguna persona, porque todo en el era perfecto.

No pudo reaccionar más sorprendido ante sus pensamientos y sentimientos, se había enamorado, enamorado de Jimin, su amigo.

Necesitaba encontrarlo, pero era como buscar una aguja en un pajar, nunca lo encontrarías. Pero la esperanza es lo último que se pierde ¿no?

Su trabajo se le volvía más pesado con el tiempo, ganaba un puesto más grande con cada fotografía que tomaba, pues éstas se convertían en un éxito y todos lo admiraban. Pero Taehyung no quería eso, quería a Jimin, quería volver a verlo, decirle que le extrañaba.

Acompañado de uno de sus perros, camino por el campo observando todo a su paso, el paisaje, el clima, el pasto entre sus piernas. Soonshim corrió por el prado, para luego detenerse al frente de su dueño que de repente cayó al suelo. Arrodillado mirando el pasto, algo le pasaba. Habían pasado dos años, nada de información sobre el y aquello le atormentaba, se sentía dolido. Tanto como lo había estado cuando rompió con Hoseok, pero era de esperar, ambos tenían que seguir caminos distintos. Se querían mucho y lastimó el separarse, alejarse y no volver a verse, ni comunicarse. Era desgarrador. Se sentía consternado y miserable. Había sido su primer amor.

Pero aquello que estaba viviendo ahora era como ese dolor pero multiplicado por tres.

Se miró al espejo para ver el vivo reflejo de sus bolsas oscuras bajo sus ojos, había dormido poco y bastaba decir que la mayoría del tiempo que estuvo despierto, madrugando bajo las velas, lo había hecho llorando. Y con la compañía de Soonshim, que no sabía que hacer para complacer y hacer feliz a su amo, le dolía verlo así, tan débil.

AVEUGLE ¡! VMINWhere stories live. Discover now