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Como aquel día, hace dos años. Un día levemente soleado, los árboles floreciendo a su alrededor. La primavera en su punto culminante. A su lado paseaba Jimin, se conocían hace un tiempo y su relación nunca había sido como la de dos amigos normales, siempre existió esa extraña atracción, que ambos sabían cual era.

Amor.

Tomaron asiento bajo el tronco de un gran árbol, escondiéndose de los rayos débiles del sol por las grandes ramas. Jimin estaba hecho un manojo de nervios andante y el castaño presentía que algo raro estaba en él, pero aún así dudaba en preguntarle.

Jungkookie...

El menor levantó la vista al ser nombrado.

¿Si?

...Me gustas mucho.

Y sus labios se unieron delicadamente, como si uno de ellos se fuera a romper. La felicidad de ambos se explayaba por su cuerpo como los rayos del sol.

En sus mentes se imaginaban dinosaurios paseando y jugando por sus estómagos, algo totalmente bobo para alguien que no está enamorado. Pero ellos si lo estaban, por lo que les daba igual.

Un sentimiento mutuo y... hermoso.

***

Jungkook pareció volver a la realidad y seguía jadeando, su cuerpo y respiración estaban agitados, irregulares. Agradecía el hecho de que Yoongi no se diera cuenta que estaba en el mundo de los recuerdos y no en el páramo del placer como lo estaba él. Abrió los ojos, sorprendido mientras sentía los mojados besos del mayor descender más abajo de su cuello, al parecer quería explorar más que su garganta, aquel lugar tentador para cualquier persona.

Demasiado deleite era el que estaba recibiendo Jungkook que sintió que tenía que dar más. Como aquel refrán que poco recordaba.

Lo beso hasta que no sintió sus labios y fue explorando su cuerpo empezando por su apetitoso y claro cuello. Con una leve mordida ya estaba marcado. Yoongi soltó un jadeo.

***

Estaba preparando el almuerzo luego de una ajetreada jornada de práctica. Pero estaba feliz, y el estar cansado no le impediría nada. Sirvió la comida en sus respectivos platos y suspiro satisfecho por lo hecho. Los colocó en la mesa, la cual tenía una gran variedad de cosas para servir, entre vino, galletas, y más. Al centro de esta, un viejo candelabro con tres ramas, y sobre estas tres velas descansaban ardiendo, emitiendo una luz débil a comparación de los rayos del sol que aparecían por la ventana. Jungkook se sintió patético al poner velas en medio día.

Al escuchar dos toques suaves a la puerta, el entusiasmo se incrementó en el y corrió hacia ella. Encontrándose con el amor de su vida, el que lo recibía con una sonrisa en la cara. El castaño brinco y se sujetó de el como cual koala a un tronco mientras repartía besos por toda su cara.

¡Feliz primer aniversario amor!

Aquel almuerzo que terminó por prolongarse unos minutos por los incontables e infinitos besos que se repartieron, demostrando su afecto el uno hacia el otro.

Esa tarde se unieron como cuerpo y alma, expresando sentimientos a flor de piel.

***

Sólo los lastimado pueden decir que el amor es un completo engaño, una farsa. Mientras que los que aún no lo son se enamoran engañándose con verdaderas expectativas que luego serán falsas. Convirtiendo al amor, aquel 'hermoso' sentimiento en un laberinto a muerte, aquel que sobrevive, gana. Mientras que los otros sólo quedan a la suerte.

AVEUGLE ¡! VMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora