Prologo

2.3K 316 97
                                    


Los monstruos han sido los protagonistas principales –mayormente- de toda pesadilla alguna en los infantes. Pero las preguntas aquí son: ¿Cómo son los monstruos que cada niño idea? ¿Son tal cuales son sus miedos, pero, en uno? ¿Dónde habitan? ¿De qué se alimentan? ¿Por qué solo a niños?...

¿Cómo era tu monstruo cuando eras un infante? ¿Cómo lo ideaste mientras cada noche mirabas a la esquina, al centro, al lugar consumido por una abrumadora oscuridad? ¿Tenía garras y era grande? ¿Tenía unos ojos enormes, negros y profundos? ¿Tenía grandes pies y era peludo? ¿Tenía cuernos y unos dientes afilados? Seguro te has identificado con alguna de las anteriores características.

La realidad aquí es que esos monstruos tú los inventaste, los ideo tu cabeza, tu mente los creo. ¿Cómo? Con cada pieza de alguna fobia que tú debiste –y quizá aún tengas- ¿eso te decían, cierto?, vaya mentira.

Los monstruos existen y no solo en tu cabeza. Ellos forman parte de este mundo. Se alimentan del miedo puro del ser más limpio sobre la tierra: los infantes, esos pequeños humanos que solo pecan inocentemente, llenos de pureza e inocencia, ingenuidad desbordándose a montones de su ser.

Los monstruos son astutos, saben que un humano adulto jamás tendrá el miedo que un ser pequeño.

Esos seres habitan en la oscuridad, se trasladan a través de ella y con esa misma, consumen todo a su paso, y la noche, su fiel amiga, les ayuda a una determinada hora, la hora que todo infante concuerda en llamarle de la misma forma, "La hora del monstruo".

Ellos disfrutan cada segundo que pasa de su tiempo, cada respiro agitado, balbuceos incoherentes, lágrimas inocentes resbalando por mejillas regordetas, ojos cerrados no queriendo ver su temor, pensamientos puros y de salvación, puños pequeños aferrándose al edredón de alguna de sus caricaturas favoritas. El monstruo en serio lo disfruta.

Como ahora, en este instante donde el órgano motor, latiendo desbocadamente por culpa de esa alarma que se extiende por toda su pequeña y tierna anatomía, mandando ondas de peligro y de un temor que lo consume el pequeño infante, Do KyungSoo, despierta de su placentero sueño, donde él era guiado por un lindo camino de galletas gigantes y bombones voladores. Solo despertó de un sueño para entrar a una pesadilla, donde el protagonista es él, su monstruo, pero hay algo tan peculiar en ese pequeño, que no tiene ni mínima idea de cómo pueda ser ese ser que le observa todas las noches desde esa esquina, sin embargo, sabe que tiene unos ojos rojos que a veces cambian a un color dorado alucinante.

-¿No tienes hambre? –la voz dulce, casi en un musito, sale de entre los labios del pequeño humano-. Es muy noche y hace mucho frio, ¿No quieres ir a casa y descansar? –inquiere.

Do KyungSoo, un pequeño de 7 años, de Cabello azabache, ojos grandes y expresivos, belfos rosas, sonrisa hermosa y de una tez tersa y blanca, siempre, desde que se ha resignado a que alguien siempre lo acompaña por las noches, trata de entablar una conversación, pero nunca, nunca es respondido.

El pequeño, un completo infante antisocial, por ser tan peculiar y sumamente inteligente para los niños de su edad. Niños ignorantes que no quisieron darle una oportunidad de conocerle.

-¿Podrías dejarme dormir? Tus ojos me despiertan muy seguido, no dejan que sueñe –pide con tierna inocencia.

Silencio. Nada. Nuevamente, eso no dice nada. El pequeño se resigna y nuevamente se resguarda entre sus edredones. Y aquí viene, ese miedo que sin razón alguna, empieza a consumirlo mientras navega en sus pensamientos llevándolo hacia un profundo hoyo.


*

Sus ojos color miel llenos de un pánico intenso que le hace sudar, su cabello liso de un bonito y tierno color castaño se apega a su piel blanquecina y pálida, abraza con más fervor a su peluche de felpa, su única salvación de esa ardua y abrumadora oscuridad que está consumiendo su alcoba.

Monster [KaiSoo][HanHun][ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora