Capitulo 19

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    Yo solo sonreí.
- Carlos Roberto Pena – suspiré – ¿Enserio crees que una simple arma blanca podrá aprisionarme? – Dije golpeándolo con el codo en el estómago, lo que provocó que me soltara de inmediato. Caminé hacia Alec – En tus ojos inseguros se nota que solo eres un novato.
Carlos se quedó mudo por un momento, nervioso, Alec solo miraba atónito.
- ¡Acabaré contigo Magnus! – me gritó enfadado.
- Estoy listo – dije sin vacilar.
- No dije que lo haría ahora – intentó mostrar seguridad en sus palabras pero se notaba a simple vista que no esperaba de mi esa respuesta – Ahora tengo cosas que hacer – sonrió cínico - Pero nos vemos otro día querido.
- Cobarde – susurré mientras lo veía alejarse.
- ¿Q-que fue eso? – habló por fin Alec
- Como te dije, nunca estaremos fuera de peligro hasta atrapar a esos tipos, por suerte ahora no pasó nada porque Carlos resultó ser un idiota.
- ¡No le digas eso es mi amigo! – lo protegió Alec
- ¿No viste lo que te hizo? El nunca fue tu amigo.
- Magnus, el ahora solo debe estar algo confundido. Debemos ayudarlo.
- ¡No lo defiendas! - grité
- ¿Por qué? El ha estado conmigo mas tiempo que tú. – estaba enfadado
- ¡El te ha estado engañando! Era el novio a escondidas de Jace mientras el estaba contigo.- Después de decir eso me arrepentí completamente. Alec se quedó mudo y se sentó de golpe en el sillón. Se cubrió el rostro con las manos y de dejó caer entre los almohadones. – Lo siento Alec Lo siento en verdad – Sollocé – No pensé en lo que decía. – No dijo nada.
De pronto se sintió un fuerte golpe en la puerta, entró un chico completamente vestido de negro con un pasamontañas del mismo color. La exacta tenida de los ayudantes de la chica que vi en el muelle.
- ¿¡Qué haces aquí!? – Grité furioso -¿Cómo tienes el descaro de venir a esta casa, idiota? – El chico retrocedió un par de pasos algo asustado, pero luego habló.
- Por favor Magnus, no me hagas nada.
Yo reconocí esa voz de inmediato, era el chico del muelle al que habían despedido, y al que yo le quité las llaves. Alec levantó la cabeza a penas, pero no hizo ningún gesto al ver al chico.
- Magnus – se acercó – Alec. Yo en verdad me arrepiento de todo lo que hice, por favor perdónenme.
- ¿Qué? – pregunté confundido.
- Tal vez esto te sorprenda. – suspiró. Y se llevó las manos a la cabeza para quitarse el pasamontañas, poco a poco pudimos ver su rostro.
- ¡¿Tu?! – Preguntó Alec furioso – ¡Eres tú quien ha estado ayudando con todo esto, maldito traidor!
- Alec, enserio lo siento... - yo lo interrumpí
- ¡James no puedo creer que seas tu! – El chico se asustó ante mi reacción, pero luego sacudió la cabeza y cerró fuertemente los ojos, llenos de lágrimas.
- ¡Oh Magnus! – Gritó mientras se acercaba a mi corriendo y me abrazaba efusivamente – No se como salir de esto, el es el culpable de todo, me engañó para que lo ayudara y terminó abandonándome.
- ¿A que te refieres? – pregunté respondiendo a su abrazo
- El me gusta, y me prometió que estaríamos juntos, solo que debía ayudarlo en esto, yo estaba cegado ante sus engaños, además nunca me dijo sus intenciones de matar a Alec, decía "Solo le daremos un susto, para que pagué por todo lo que me ha hecho" pero para cuando me dí cuenta, era demasiado tarde. ¡Y ahora descubro que está saliendo con ese estúpido Pena!
- Un momento James, ¿Tú sabes quien es el chico?
- Por supuesto que si Magnus.
- ¡Pues dímelo de una vez!
- No puedo, si les digo le podrían hacer algo, y no quiero que nada malo le pase.
- Piensa James, el es un chico que solo te ha utilizado, sé que estás enamorado de el, y que cuando alguien te gusta, eres capaz de hacer muchas estupideces por aquella persona, o arriesgarte a ti mismo, pero el no te merece.
- Quiero que le des una oportunidad por favor – Me rogó.
- No te puedo prometer eso – suspiré – Pero necesito que lo pienses bien, solo puedes salvar a uno; a tu hermano, que ha estado contigo toda la vida para apoyarte, o a al chico que amas, que solo te ha utilizado. – Lo miré esperanzado, pero el se volteó. Vi de reojo a Alec el solo nos miraba serio, con los ojos brillantes de lágrimas que de seguro no dejaría salir, esperando la respuesta de su hermano.
- James – insistí – Debes decidir ya.
- ¡Lo sé! – Dijo molesto, pero a la vez triste – Ya se quien.

Mi Trabajo Es Ser Tu Novio (Adaptada) MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora