Capítulo 19 (parte 1) De repuesto (?

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Entrar a la casa de Tomlinson de noche era extraño. Entrar detrás de él lo era aún más. Pero nada le ganaba a ir allí para follar. Harry estaba aterrado, cuando habían estado a punto de hacerlo en su oficina él no se lo había esperado pero ahora que sabía lo que iba a suceder no podía no ponerse nervioso. Cuando Louis encendió las luces se percató de que sólo tenía su camisa puesta lo que significaba que se había dejado su saco en el bar. Esperaba que sus amigos lo hubiesen recogido.

- Ah, era una buena camisa – oyó al alfa decir detrás de él así que se giró para intentar entenderlo. Lo vio quitándose el saco del traje con la cabeza agachada, mirando el cuello de su camisa que estaba manchada con sangre. Parpadeó sorprendido porque con la poca luz que había en el coche no se había dado cuenta de la mancha.

- ¿Es tuya? – preguntó preocupado mirando el líquido rojo. Los rasguños que tenía en el cuello el secretario parecían ser heridas superficiales así que no estaba seguro. El alfa colgó su saco en un perchero y sacudió la cabeza.

- No. Es de aquel imbécil.

- No tenías por qué pegarle – murmuró Harry bajando la vista al piso, le había parecido una estupidez lo que había hecho.

- Si, tenía que hacerlo. Nadie toca lo que es mío.

El omega apretó la mandíbula cuando lo oyó. ¿Por qué se le había metido eso en la cabeza? No le pertenecía a él ni a nadie porque no era un maldito objeto. Alzó la vista hacia el alfa tomando fuerzas para enfrentarlo.

- No soy tuyo.

El secretario esbozó una sonrisa irónica mientras se quitaba la camisa de dentro del pantalón.

- Sí, como digas – comentó como si no fuera algo importante mientras se acercaba hacia él lentamente. Harry se cruzó de brazos cuando entendió que le daba la razón para no discutir.

- No te pertenezco maldita sea – dijo alzando el tono de voz por la frustración que sentía. Quizás no había sido buena idea el ir a su casa, el alfa nunca dejaría de ser odioso.

Louis sonrió levemente cuando quedó frente a él. El omega giró la cabeza para no tener que mirarlo cuando su olor lo aturdió. ¿Cómo podía oler tan bien alguien tan insoportable? Eso debería estar acorde a la personalidad de cada uno, joder. El alfa agarró sus brazos descruzándolos a la fuerza y segundos después cayeron a cada lado de su cuerpo cuando los soltó. Harry suspiró mientras giraba el rostro hacia él, dándose por vencido. Tampoco quería seguir peleando con él. El alfa lo tomó del cuello con una mano y lo acarició suavemente. El omega hizo una mueca cuando vio cómo se le estaba hinchando el ojo a su jefe, volviendo a sentirse culpable por ello.

- Deberías ponerte hielo – murmuró concentrado en mirar su ojo morado. Louis sacudió la cabeza rápidamente.

- Para mañana ya va a estar sanado.

Alfas y su suerte de curar más rápido que otras razas. Harry pensó que aún así se veía algo chocante la hinchazón en su rostro y que probablemente le estaría doliendo en esos momentos.

- No sabes nada de nosotros ¿o sí? – comentó en un tono apacible el secretario, probablemente refiriéndose a su raza y Harry se sonrojó un poco porque los omegas solían conocer bien las características de los alfas, pero él no porque era... extraño. Negó con la cabeza como respuesta segundos después – Puede que te enseñe un par de cosas – dijo Louis esbozando una sonrisa pícara que hizo estremecer al omega. Es tan condenadamente sexy.

Louis no esperó ni un segundo más para pegar su boca a la suya. Harry cerró los ojos mientras disfrutaba de la calidez del contacto. El alfa no estaba apurado esta vez, quedaba claro que él ejercía el control pero lo besaba de forma delicada, tironeando apenas de sus labios. Harry suspiró después de que el gusto metálico a la sangre de Louis se deslizara por su paladar. De nuevo se sintió compungido porque el alfa estuviese herido. Pero cuando inspiró de nuevo el olor del alfa provocó que su cuerpo relajara y no pudo pensar en nada en concreto además de que realmente necesitaba probar todo de él. Entreabrió sus labios tentando a que Louis introdujera su lengua en su cavidad bucal y gimió cuando este lo hizo. El alfa tomó con la mano que le quedaba libre su cintura posesivamente y el beso subió de intensidad rápidamente. Harry aferró sus manos a la espalda del alfa mientras intentaba mantenerse en pie. Louis no se lo ponía muy fácil, lo empujaba con todo su cuerpo para que no cupiese espacio donde pudiera pasar aire entre ellos mientras su lengua arremetía ferozmente contra la suya. Cuando sintió que se trastabillaba hacia atrás el alfa lo sostuvo para que no se cayese como si supiera lo que iba a pasar y separó su rostro del suyo con un apenas perceptible gruñido.

Asistente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora