Capítulo 5

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Harry se reincorporó en su trabajo dos días después. Su celo había durado menos de cuarenta y ocho horas como era habitual para él. Pero había sido más intenso que otras veces y lo había dejado realmente agotado. Tenía una hipótesis sobre el por qué pero prefería no formularla más en su mente porque sabía que dolería. La llamada de un alfa en el inicio del celo era lo único que había estado fuera de lo cotidiano.

Podría haberse pedido un día más para descansar pero decidió ir a trabajar porque Louis había amenazado con despedirlo y no quería darle más motivos para que lo hiciera de nuevo. Llegó más temprano de lo habitual y se sintió algo extraño el silencio que predominaba en el tercer piso. Sólo había algunas omegas bebiendo café en sus sillas con cara de cansancio. No quería ni imaginarse qué cara tendría él. Había dormido bien pero no había llegado a recuperarse de lo poco que durmió durante su celo y le dolía cada parte de su cuerpo.

Llegó hasta la puerta de la oficina de Louis y tocó esperando con la taza de cartón en la mano. Por un momento creyó que quizás el secretario no estaría tan temprano pero la esperanza se desvaneció cuando escuchó su voz diciendo "pase".

Entró en el despacho sigilosamente y se llevó una sorpresa al ver al alfa apoyado sobre el escritorio. Estaba leyendo un libro que a juzgar por la portada no tenía nada que ver con el trabajo. Así que se tomaba unos minutos de descanso antes de ponerse detrás de la computadora. La verdad que se veía mucho más relajado de lo habitual.

El alfa alzó la vista de su libro y lo miró durante unos segundos con su expresión dura como siempre.

- Styles. No lo esperaba tan temprano – si estaba sorprendido no lo aparentaba y de hecho bajó la vista a su libro otra vez. Realmente estaba empezando a desesperarle tanta indiferencia a Harry.

- Si, me desperté antes – comentó Harry algo incómodo porque no sabía dónde dejar el café. ¿Debía dárselo en la mano ahora que estaba más cerca?

- Me refería a que no lo esperaba hasta mañana – dijo el alfa con la vista puesta en su libro todavía.

Sé que no estás leyendo, pensó Harry con fastidio. Así que sólo fingía hacerlo para no tener que mirarlo. Genial, en serio que era una dulzura de persona este hombre.

No había entendido a qué apuntaba lo que había dicho así que pensaba ignorar el comentario pero Louis alzó la vista de nuevo hacia él, asomando la cabeza ligeramente por encima del libro.

- Ya sabes, por tu celo.

Harry parpadeó al ver al alfa curvar sus labios en una cínica sonrisa. ¿A dónde demonios quería llegar? No hacía falta mencionar su celo. Se contuvo de contestarle algo porque se dijo a sí mismo que no tenía por qué interesarle su vida privada al secretario.

- ¿Tienes un alfa que te ayude? ¿Es por eso? – preguntó Louis volviendo a su expresión de piedra pero por cómo entrecerraba los ojos Harry pensó que eso le daba curiosidad.

- No veo cómo eso podría interesarle a usted – respondió el omega desviando la mirada para no sentirse intimidado por el secretario.

El alfa puso un separador por donde iba leyendo y cerró el libro. Irguió su espalda aún semi-sentado sobre el escritorio.

- Sólo me lo preguntaba – le contestó dejando el libro sobre la mesa. Estaba haciendo cada movimiento tan lento que Harry se desesperó por no saber que quería de él – Como el otro día te oí tan necesitado.

- ¡No necesito nada! ¡Ni nadie! – exclamó furioso, definitivamente lo que estaba haciendo Louis sobrepasaba la línea por más autoridad que tuviese allí – Usted no debió llamarme para empezar.

Asistente (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora