AVEUGLE ¡! VMIN

따라 오세요...

Al dar por terminado su trabajo tomó su bolsa junto a su cámara profesional, y tomó rumbo hacia la salida del edificio pero una mano en su hombro le interrumpió.

—Jimin...

Se volteó a verla, era la modelo de su turno anterior, Soo Eun.

—¿Si? Qué se te ofrece.

Pronunció cortes.

—Y-yo... yo te quería ofrecer un café.

—Lo siento Soo Eun, tengo un compromiso ahora, podríamos dejarlo para después si quieres.

La castaña se vio apenada a la respuesta, pero aún así no quitó su sonrisa.

—Si, podríamos dejarlo para después. ¿El jueves? —el pelinegro asintió. —¡Perfecto! No te quito más de tu tiempo.

La castaña se acercó al pelinegro para despedirse de un beso en la mejilla. Pero algo no funcionó, Jimin se confundió y terminó rozando sus labios con los de ella. Sus mejillas se tornaron con un leve color carmesí.

—¡Lo siento Jimin!

Hizo una pequeña reverencia y se fue.

Eso no solía pasarle todos los días, hace demasiados años que no se besaba o rozaba los labios con una chica, y se sintió extraño.

El clima estaba nublado y con posibles chubascos, pero al pelinegro no le importó y prefirió caminar, en una de esas encontraba un buen escenario para una buena fotografía. Se colocó sus auriculares mientras se reproducía la lista aleatoria a pesar de que si aparecía una canción que no quería escuchar le cambiara hasta elegir una finalmente. En el recorrido capturó tres fotos que serían desarrolladas más tarde en su propia sala, un lugar repleto de fotografías. La primera de unos pequeños hermanos jugando en el parque, otra de un perro y su dueño, un chico de su edad aproximadamente, y por último la vista del horizonte, en donde se notaba la poca presencia del sol. Simplemente hermoso.

Al llegar a su casa quiso tocar el timbre y se sintió tonto, no era necesario si era su casa, además tenía la llave. Entró sin más y dejó sus cosas en el sillón.

—Kookie...

Susurró divertido. Fue hacia la cocina para asustarle, pero nada. Pensó que podría estar en el segundo piso y se dirigió ahí, en silencio. Que luego de subir unos cuantos escalones se escucharon unos sonidos extraños, su cuerpo se estremeció. Eran gemidos. Se llevó una mano a su boca para no hacer ningún ruido y fue a su habitación, la puerta estaba entreabierta. Entonces vio la peor escena que podría hacer presenciado, su corazón le comenzó a doler aún más que cuando había escuchado aquellos sonidos. Su pareja, su Jungkook estaba sobre un chico devorándoselo a besos por todo su cuerpo, y claro que conocía al chico, era uno de sus colegas de trabajo, Min Yoongi.

Sintió asco y se alejó de la puerta cerrándola sin que se dieran cuenta, con lágrimas en los ojos.

***

Se movió incómodo y finalmente despertó. Él solamente quería dormir tranquilo, y su mente en respuesta lo torturó con recuerdos de hace horas atrás. Cerró sus ojos con fuerza para evitar las lágrimas, pero fue inevitable. El dolor no se iba, ni se iría de un día para otro.

Tendría que enfrentarlo de todos modos, tenía que volver a aquel lugar que le señaló la verdad. Y que mejor momento que ahora, estaba casi seguro de que estaba trabajando.

Tomó alguna cosas necesarias para el camino y esta vez tomó el autobús. Llegó a lo que era su casa y entró. Justificando que era cierta su teoría, Jungkook no estaba en casa. Fue a su habitación, olió el aroma de Jungkook y sintió ganas de llorar. La emanación a sexo ya no estaba, de seguro había ventilado la habitación, y lo comprobó. Las sábanas estaban revueltas y una que otra a poco de caer al suelo. Fue al armario, tomó una maleta y depositó la gran mayoría de su ropa y algo de calzado. En su bolsa colocó sus objetos de higiene personal. Se dirigió nuevamente al armario y sacó otra maleta, esta era un poco más pequeña, en ella pondría sus materiales de trabajo. Cuando entró a la sala se encontró con sus fotografías, tomó cada una de ellas y las puso en un sobre que luego guardaría en la maleta. Pero no se percató de que le faltaba una foto. La tomó entre sus temblorosas manos y una lágrima escapó de sus ojos.