Capítulo 19

8.6K 436 65
                                    

JORDAN


Mis puños se encontraban fuertemente cerrados, sentía que se me dificultaba respirar. Hace unos minutos la conversación que tuve con Anabelle termino en un completo desastre. Estaba más que furioso, me sentía confundido, me sentía disgustado. Una noticia. Malas noticias. ¿Qué es esto? La vida debe estar dándome una muy mala pasada. No estoy siendo afortunado. En absoluto.

Cerré mis ojos con completo disgusto al darme cuenta de que no sabía que pensar, mis manos se dirigieron a mi cabello y comenzaron a tirar de él con fuerza. Solté un fuerte suspiro cargado de tensión.

Si así van a ser las cosas...

No permitiré que se me vuelva a causar daño de éste modo. Es completamente devastador dentro de mi, siento, que he perdido mi buen juicio hacia aquellos a quienes yo creí conocer a la perfección.

-Quiero que te largues en éste instante. -Le dije sin mirarla.

-Jordan... por favor, entiende, no quise hacerte daño, en ningún momento -Dijo ella entre lagrimas -¡Te amo! Nunca dejé de hacerlo.

-¡He dicho que te vayas! -Grité con furia -O yo seré quien te haga desaparecer, como se supone que me hiciste creer, por mucho tiempo.

Anabelle me miró con dolor mientras se limpiaba las lagrimas. Entonces cuando menos lo espero. Soy yo, quien se está marchando. Lágrimas traicioneras salen de mis ojos. La gente me ve pasar y lo único que hacen es apartarse, siento un nudo en la garganta, éste dolor que siento en mi pecho hace que desee callarlo con un tiro. Un eterno silencio que sólo puede ser otorgado por una pistola. O una buena paliza que termine por matarme. O una perfecta sobredosis de puro crack que puedo conseguir con facilidad.

Mis pies me llevaron hasta un lugar que desconocía por completo, y me di cuenta de eso cuando deje de caminar. Miré absorto el edificio gris que se encontraba frente a mí. Sin saber lo que estaba haciendo me adentré en el lugar mientras que limpiaba con furia las pocas lágrimas que caían por mi rostro.


ROSSEL


Estaba en la mansión, en la habitación de Jordan...

Nadie sabe de su paradero, lleva 72 horas desaparecido y la preocupación y los nervios me atormentan con el pasar de las horas. Solté un suspiro cargado de frustración mientras me sentaba con pesar en su cama, esperando, a que él apareciese. La policía lo está buscando, pero no encuentran ningún rastro de él. Una parte de mi me dice que algo malo pudo haberle sucedido, y otra que pudo haberse marchado para siempre. Ninguna de las dos cosas me tranqulizaba en lo absoluto, la tristeza era transparente en mi rostro. ¿Es esto mi culpa? Lo que menos quería hacer era causarle daño a Jordan...

Si vuelve espero poder tener su perdón, espero poder tener la oportunidad de hablar con él y explicarle todo lo que siento por él. Pero ahora, lo único que puedo hacer es esperar. ¿Quién pudo haberlo visto por última vez? Gruñí exasperada a la vez que tallaba mi rostro con impotencia.

-Hola. -Dijo una voz que se me hacía conocida, levanté mi mirada encontrándome con Adam.

-Hola... -Dije mientras le sonreía forzadamente, tratando de que él no se asustara. Adam comenzó a caminar en mi dirección, para después sentarse a mi lado. Su rostro no demostraba ningún sentimiento, ni siquiera una pizca de preocupación.

EL BØXEADØR ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon