Muchachito malo (Underfell!Sans x lectora)

6.2K 477 287
                                    

U: una nota antes de comenzar ↓

El alma de rayita-chan es del color que ustedes deseen, su armadura es un carcaj y su arma, es un arco sin flechas. Ustedes vendrían a ser la octava alma, o la séptima porque ocupan el lugar de Frisk.

****

—Asi que sí sabes tocar el ukelele...

(T/n) observaba sorprendida como el esqueleto tocaba a la perfección la canción que ella había escogido. La muchacha no creyó en sus palabras cuando Sans le dijo que podía tocar el trombón y mucho menos, cuando le dijo que sabia tocar la guitarra miniatura. Sans era... bueno, obviamente flojo, pero no parecía ser de aquellos que les llamara la atención la música.

—Te lo dije, dulzura. Soy mas de lo que tu crees —comentó astuto, tocando en un ritmo más lento y apoyándose de las columnas de su puesto de perros calientes. Los dos habían venido temprano a vender, pero el negocio se había venido abajo desde que la joven liberó a los monstruos del subsuelo. (T/n) le preguntó muchas veces si quería mover el puesto a la superficie, pero el esqueleto simplemente decía que los humanos "no estaban preparados para sus habilidades culinarias"

Simples excusas para no trabajar...

—¿Por qué el ukelele? —preguntó curiosa—. No hay un juego de plabaras tras eso ¿o si?

—Nope. Simplemente encontré esto en el basurero, me llamó la atención y lo arreglé. Es... una buena distracción ¿Sabes?

—Bueno, me gusta como tocas —comentó ella con una sonrisa. Sans la observó por un momento e hizo un gesto con su pie, el cual estaba extendido en todo el mostrador den puesto, para que la chica se sentara. (T/n) captó la idea y de un salto, se colocó a su lado. Sans sonrió relajado y cerró sus ojos, dejando que sólo el sonido del instrumento se escuchara. Hotland estaba caso desierto, sólo los guardias que vigilaban el núcleo y Alphys pasaban de vez en cuando. Aunque la dinosaurio estaba de vacaciones así que sólo quedaban los guardias y algunos huéspedes del hotel, pero esos no salían mucho.

Sans tenia que admitirlo, le gustaba esta paz. El subsuelo siempre fue un infierno y gracias a (T/n), eso había cambiado. Aun no podía creer que sólo una simple humana con un carcaj de armadura y un arco sin flechas como arma, hubiese logrado cambiar el corazón de los monstruos para bien. Lástima que haya tenido que morir tantas veces.

La mayoría por su culpa, debo decir.

El esqueleto se sentía algo culpable por todo el daño que le había infligido, pero (T/n) siempre le decía que no pasaba nada y aur lo perdonaba. Muchas veces se preguntó si la chica era masoquista o simplemente una tonta.

Se inclinaba mas por la segunda.

Pero eso no cambiaba el hecho de que, a pesar de todo, la chica no había cambiado su forma de ser. Después de tantos golpes y abusos que llevó, siguió manteniendo una actitud positiva y una personalidad amable. Su corazón no había cambiado, y eso lo alegraba, pues siempre lograba hacer que la chica se molestara.

Desde bromas de mal gusto hasta comentarios sexuales. Sans siempre hallaba una forma de enojar a (T/n) y por consecuencia, terminaban peleando. Papyrus era el que terminaba sus riñas, usualmente tomando el lado de la humana y dejando a Sans como el culpable. Tenia razón, realmente. Por eso Sans nunca se enojaba cuando veía que su hermano no lo apoyaba. Aunque si le molestaba que se metiera en cosas que no le correspondían.

Amaba verla enojada. Ver como sus mejillas se teñian de rojo por la rabia o vergüenza, escuchar sus cómicos intentos de respuestas y bloquear sus ataques con facilidad.

El ambiente callado y relajado, sirvió de motivación para que el esqueleto llevara a cabo un plan que llevaba meses ideando. Llevando su mirada a la chica, comenzó a tocar una melodía suave y algo alegre.

¡Sanstástico! [One-shots Sans x Lectora]Where stories live. Discover now