Stuck in love (Arnold y Helga)

Esperando

-Arnold? , vamos Arnold responde, despierta hombre. – rayos que hare ahora. Pensaba desesperada.- no puedo abrir la puerta con Arnold así, sin meter ruido y tampoco tenía las llaves

Soltó al rubio, ya que pesaba demasiado para seguir sosteniendo lo, cayó como un saco de papas al suelo soltando un pequeño quejido y mostrando una expresión molesta, pero no se levantó, seguía tendido en el suelo. Helga no sabía si traía con el su celular o las llaves para poder entrar en la casa o hacer algo. Intento buscar en los bolsillos de la chaqueta o el pantalón pero el rubio no ayudaba mucho, ya que se movía y la alejaba de el con pequeños manotazos como si fuera un niño intentando dormir.

- Rayos – grito enfurecida- la que debería estar enojada tendría que ser yo, no tu borracho inútil – soltó con bastante cólera propinándole una patada en el trasero. el rubio pego un pequeño salto y se sentó rápidamente mirando asustado a la rubia.- ahora haremos las cosas a mi manera.- le dijo esta amenazándolo.- harás lo que yo te diga y sin peros, me has oído?

- S-si- titubeo al verla tan cerca y enfurecida

- Muy bien, ahora dime como entrar a tu habitación, por donde entras cuando llegas tarde.- le pregunto Helga , intentando mirar por donde podrían entrar sin hacer ruido alguno y en la condición que se encontraba el.

El lugar estaba bastante callado y oscuro, no podía ver mucho solo donde iluminaba los postes de luz y no era mucho ya que eran de poco voltaje al igual que antes. La casa de huéspedes seguía igual de antigua y desdeñosa, era casi la más antigua contando unas cuantas más que habían, la calle estaba totalmente solitaria a excepción de ellos dos, Helga volvió a mirar a Arnold esperando una respuesta pero el apenas se podía parar, mucho menos iba a poder modular o pensar alguna palabra. El intentaba con todas sus fuerzas mantenerse de pie, pero al momento de intentar caminar o dar un paso se tambaleaba de un lugar a otro.

- Está bien.- dijo Helga mientras daba un largo suspiro- intentemos subir por la escalare de incendios. Tu cuarto aun esta hay mismo?

- Si.- dijo arnold pero empezó a dudar unos momentos al ver donde iba todo- pero no estoy seguro que pueda subir ahora.

-  lo lograremos, de alguna u otra manera, es mucho mejor intentarlo a quedarse aquí afuera.- le respondió, intentando darle animo pero a decir verdad eran más para ella que él, mientras volvía a sujetarlo para poder ayudarlo a levantarse y caminar.

Fue realmente agotador subir la escalera, ya que no debían hacer ningún ruido y por otro lado la escalera estaba muy vieja y si pisaba mal se vendría abajo. Mientras arnold se pasaba por la ventanilla de su habitación, Helga pensaba como se iba a ir a su casa, no podía llamar a su papa ni a Phoebe ya que no sabía dónde estaba su celular y tampoco podía irse, es verdad que ella solía pasear y fisgonear mucho más tarde como cuando Vivían allí, pero ahora los tiempos habían cambiado ya no era tan seguro como solía serlo, incluso su papa le había dicho que tuviese cuidado que habían muchos delincuentes y lo más apropiado es que anduviera acompañada, aunque a ella no le importaba mucho, ya que nunca fue una princesa que necesitase que la rescataran o pidiera ayuda a su príncipe, tampoco el príncipe dio su presencia sino todo lo contrario solía prestar sus servicios a otras doncellas en vez de a ella.

Pero ahora estaba sola, Arnold no podía acompañarla, no se podía ni levantar y podría morir si intenta bajar en ese estado por las escaleras y tampoco volvería a tomarse las molestias de ayudarlo nuevamente a subirlas.

Cuando volvió su atención al rubio, él ya estaba dentro de la habitación, ella se deslizo rápidamente por la ventanilla, cayendo en la cama, el rubio la miro sorprendido, no se esperaba que ella entrara aunque tampoco le importo mucho, en el estado que estaba no le importaba nada.