Todo de mi

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La semana paso volando hasta que llego por fin el viernes. El día empezó raro, como si algo quisiera asomarse pero no sabía si era malo o bueno.

En la parada del autobús estaba esperando como era usual a su amiga Phoebe. Pero algo llamo su atención, más bien alguien. Era rubio alto y unos grandes ojos verdes, ella sabía quién era, pero había algo raro, él no la ignoraba como lo hicieron usualmente todo la semana, el, la miraba como si algo buscara. se empezó a acercar. Al principio creía que daría media vuelta y correría pero no lo hizo, venia cuidadosamente hacia mi, con su mochila al hombro, entre más cerca estaba, era más fácil ver la diferencia de altura. A pesar de que la rubia no fuera baja, a comparación con sus compañeras ella era lo bastante alta que la mayoría, pero al lado de el, ella parecía pequeña. El andaba con una camisa cuadrilles como usualmente la usaba antes, eso le recordaba un poco al pasado pero solo la camisa, encima de ella tenía un poleron negro abierto, que le hacía juego con sus pantalones negros, sus ropas a simple vista eran bastante similares ella andaba con unas calzas negras con una short corto, una camisa cuadrilles blanco con negro y encima un poleron negro con el cabello suelto.

- Hola.- el dudo unos instantes antes de mirarla, ella al escucharlo se congelo- Helga... realmente eres tú?

Ella estaba un poco desconcertada, ya que pensaba que el realmente la había recordado.

- Bueno ... me llamo Helga.- le respondió sarcástica

- Entonces eres tu.- el parecía sorprendido, pero de alguna manera el ambiente estaba un poco tenso, incomodo, ella estaba un poco inquieta y al parecer el también, sus miradas iban y venían y a la vez muchas veces se encontraban pero nunca se mantenían.

- Y como has estado?- por fin pregunto el rubio, como si no quisiera preguntar o hablar, cosa que de alguna manera a ella se sintió aliviada, la estaba volviendo loca el incómodo silencio.

- Bien.- no se le ocurrió nada más que decir. Era extraño. Pero tomo un respiro y volvió a decir más calmada.- bastante bien y tú? Como va todo.... Arnold?

Lo tomo por sorpresa al escuchar su nombre, ella lo noto, ya que ella solía ponerles apodos bastante ofensivos sobre su cabeza o su manera de ser.

- Si, bien. Tú sabes el instituto

- Si.- el silencio de nuevo volvió, antes los silencios con Arnold no eran tan incomodos como estaban ahora, o al menos eso creía, ya que anteriormente ella era la que siempre se ponía nerviosa alrededor de él.

- Vas a clases?- pregunto intentando sacar tema el rubio mientras la observaba

- Si, voy en camino.- pasando por alto que debía juntarse con su amiga.

- Yo igual, nos vamos juntos, bueno si quieres así podemos conversar si quieres, tú sabes- él se notaba distinto pero había algo que en sus ojos que ella le recordó al pequeño Arnold de 9 años y no se pudo negar

- Claro... - pauso un momento – porque no. Hace tiempo no hablamos verdad?- la rubia soltó una leve sonrisa, pero desviando al tiro la mirada

- Y como estuvo tu viaje?- pregunto el rubio, cosa que molesto un poco a Helga ya que cuando dijo "viaje" sonó mas ronco que las otras palabras

- Bien, personas nuevas, lugares nuevos, como en todo lugar.

- Cuando volviste?- pregunto serio el rubio pero sin mirarla

- Hace dos semanas.- respondió seria.- así podría entrar a tiempo fue todo muy rápido.- pensaba cuidadosamente cada palabra, para que no dijera algo indebido Helga era bastante cuidadosa con lo que decía ya que después de decirle no le gustaba retractarse. Eso fue una de las cosas que aprendió en Rumania. Arnold por otro lado el respondía todo al tiro pero un poco nervioso

- Te puedo preguntar algo?- le pregunto la rubia, un tanto dudosa,

- Claro , dime .- le contesto

- Tú sabes, porque Phoebe y Gerald rompieron?

Arnold la miro un momento, se notaba más nervioso de lo normal, incluso Helga lo noto al momento arrepintiéndose de haberle preguntado.

- Si no quieres no me digas, sé que es tu amigo y todo. Está bien.- quizás se apresuró un poco, creyó que aun él era el niño sincero del que podía hablar cualquier cosa.

- Ya no somos tan amigos, las cosas han cambiado.

Ella más que nadie sabía que muchas cosas habían cambiado, pero no sabía cuál era la raíz de todo, y eso ya la estaba empezando a irritar.

- Comprendo, bueno ya estamos por llegar, así que hasta aquí llego yo.- agrego Helga, solo quería irse, todos los cambios ya la estaban volviendo loca, se sentía irritada, solo quería estar sola.

- No vas a ir a clases?....- pregunto el rubio

- Sí, pero me acorde que tengo que hacer por aquí, acaso tengo que decirte todo, eres tan exasperante cabeza de balón.- le tomo unos segundos darse cuenta lo que dijo, hace mucho que ella había aprendido a controlar su mal genio o eso creyó.- rayos.- se maldijo así misma, pero el muchacho parecía sorprendido, pero no molesto sino al contrario.

- Está bien, no hay problema, hace mucho no escuchaba eso.- la miro sin soltar su mirada- me gusta.- y le devolvió una tímida sonrisa, que volcó el corazón de la chica.

- Ok, adiós.- contesto rápidamente desviando cada contacto con él.

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Stuck in love (Arnold y Helga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora