Capítulo 7 : La carpeta

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Capítulo 7: La carpeta


Sus ojos castaños como las hojas amarillentas que caen al empezar el otoño. Sus labios carnosos. Su mirada tan misteriosa como romántica. Todo. Todo en él hacia que me gustase, que con tan sólo mirarle o hablarle mi corazón fuese a mil por hora. Que me derritiese como un helado en hora punta del verano. La boca se me hacia agua cada vez que sus labios rozaban los míos, por cada beso sentía más cerca de mí el cielo. Somos comos dos almas perdidas, dos almas que cobroban luz al encontrarse por el camino.

Mis pensamientos quedaron interrumpidos cuando el molesto sonido del teléfono empezó a hacer su presencia en la sala tan silenciosa en la que me encontraba.

- Dígame.

- Hola , señorita , ¿ Qué tal ha amanecido hoy ?

- Genial, ya me he relajado de la cena de anoche. Siento mucho que hayas tenido que ver ese espectáculo y que mi madre te haya sometido a un tercer grado de preguntas, no sabes cuánto lo siento... - Antes de que pudiera terminar Daniel me interrumpió con un dulce "Shh" a través del hilo telefónico.

- No pasa nada Elena, olvídalo. Es normal que tu madre se pusiera así. Es una madre de verdad, te quiere mucho, eso es algo bueno. No sabes cuanto te envidio por eso. - Dejo escapar un leve suspiro.

- Lo siento, a veces se me olvida lo de tu madre... - mira que soy imbécil

- No le des importancia, ¿ Quieres quedar hoy?

- Genial, así podré recompensarte el desastre que se formó ayer en mi casa.

- No tienes que recompensar nada. A parte de que te peleaste con tu madre y demás, la comida familiar estuvo bien. Nunca antes había tenido una, ahora ya sé como son. – dijo con su visión optimista.

- Está bien, aunque no quiero que pienses mal de mí y de mi madre, no solemos discutir tanto. ¿ Qué tal si quedamos en una hora y media y pasamos todo el día juntos ?

- Perfecto, estaré allí dentro de una hora y media, hasta después.

Después de que colgase, me quedé unos instantes con el teléfono pegado a la oreja, supongo que estaba esperando a que apareciese su voz de la nada de nuevo.  De que volviese a aparecer sus increíbles palabras. Que apareciese él a través del teléfono.  ¿ Por qué estaba haciendo esa tontería ?, ¿ Quizás el amor que sentía por Daniel era más grande de lo que pensaba?, ¿ Podría decir que estaba loca y perdidamente enamorada de él ? La idea de eso me asustaba. Colgué el teléfono. Y empecé a desayunar y prepararme aunque faltase una hora y media para vernos.

Sonó el teléfono. ¿ será Daniel? Quizás esté llamando para decirme que me vendría a buscarme antes. Una leve sonrisa se asomo por mis mejillas al pensar que podría verlo enseguida.

Corrí a coger el teléfono.

- ¿Sí?, ¿ Dígame?- Dije algo ilusionada.

-Hola mi amor, ¿ qué tal has amanecido hoy ?- Me decepcioné al ver que no era la voz de Daniel la que estaba detrás del teléfono , si no la voz de mi madre.

- Bien, supongo. Mamá , ¿ qué quieres exactamente ?. - Dije interrumpiendo sus rodeos.

- ¿ Tienes planes para hoy ?

- Sí. - Dije mostrando mi enfado. Mi cólera se hacía mayor al ver que mi madre no era capaz de pedir perdón por su infantil comportamiento.

- No me gustaría hablar del tema por teléfono.

La venganzaWhere stories live. Discover now