Te Arreglaré. (#Fix You 1)✔️(Editando)

Capítulo 39: Lo prometo.

Capítulo dedicado a: SofiAlexia

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Capítulo 39: Lo prometo.

Cristián...

-¿Y dónde está Helena?-me pregunta mi mamá en cuanto irrumpo en la cocina con Emily en mis brazos.

-En el auto-le respondo y hasta yo soy capaz de notar la ira contenida en mi voz.

-¿Está todo bien con ella?-me pregunta entonces la mamá de Helena, que hasta ahora noto está en la cocina con mi mamá.

-No, no está nada bien-le respondo y me apresuro a dejar a Emily en la mesa, antes de regresar al auto por Helena.

-Volviste-me dice mientras trata de esconder la mueca de dolor que estaba haciendo antes de que yo llegara.

-Ya no estamos en la escuela Hels-le recuerdo mientras abro la puerta del auto y me preparo para sacarla.-Ya no tienes que fingir que estas bien.

-Pero no me duele tanto-me dice testarudamente y solo para probar mi punto la acomodo mejor en mis brazos repentinamente provocándole un grito de dolor.

-¿Decías?-le pregunto de nuevo, antes de que nuestras mamá nos aborden el rellano de las escaleras.

-¿Qué sucedió?-le pregunta su mamá alarmada mientras le toma la mano.

-Nada, solamente tuve un entrenamiento un poco duro-le responde nuevamente tratando de poner una sonrisa forzada.

-Esta mintiéndole señora-le digo en su lugar ignorando la mirada asesina que esta enviándome.-Ni siquiera puede mantenerse en pie.

-Pero, ¿por qué?-le pregunta de nuevo su mamá mientras me sigue de cerca dentro de la casa.

-Digamos que el entrenamiento estuvo un poco fuerte-le insiste tratando de no darle importancia.

-¡Helena, deja de mentirles de una vez!-le grito duramente mientras me dirijo al cuarto de invitados.-Esa mujer estuvo matándote con los entrenamientos durante toda la clase.

-¿Y tú como sabes eso?-me pregunta mientras me ayuda a abrir la puerta del cuarto.

-El chico que fue a buscarme, me lo dijo.

-En verdad no estoy tan mal-me insiste de nuevo en un susurro mientras la depósito con cuidado en la cama.

-Si vuelves a repetirme eso Helena, te juro no respondo por mis actos-le advierto entre dientes antes de girarme hacia nuestras madres.-Es toda suya.

Luego de decirles esto me apresuro a salir del salón y me dirijo hacia el patio con paso decidido.

Ya que estoy sintiendo como la ira y culpa están burbujeando dentro de mí y necesito liberarla antes de hacer algo estúpido... Como regresar y golpear a la mujer esa.

Me alejo rápidamente de la casa; pero cuando estoy a medio camino de uno de los árboles que tenemos en nuestro patio, escucho que Helena exclama un fuerte grito de dolor por lo que sin pensar claramente me apresuro a el árbol y estampo mi mano izquierda contra él.

El dolor me embarga de inmediato, pero al menos la ira ha disminuido un poco; por lo que en lugar de hacer algo estúpido como quebrarme la mano, me siento en el columpio que compré para Helena y para Emily y espero que nuestras mamás terminen de asegurarse que está bien.

-Cariño-me llama algún tiempo después mi mamá, desde la puerta que conduce a nuestro patio.-Ella está preguntando por ti.

Ni siquiera a terminado de hablar, cuando con rapidez me dirijo de nuevo al interior y me apresuro hacia la habitación donde la deje hace un rato.

-Cristiiián-dice con una sonrisa adormilada mientras su mamá se levanta de la cama.

-Le dimos unos analgésicos muy fuertes para calmarle el dolor y que logré dormir un poco-me cuenta pero puedo ver que está al borde las lágrimas.

-¿Tan mal esta?

-No lo sé, pero ni siquiera consentía que la tocáramos muy fuerte, no me sorprendería si le aparecieran moretones por la mañana-me dice mientras se limpia la comisura del ojo.-No dejes que vuelva a ese lugar, por favor.

-Aún estoy aquí-nos recuerda para llamar nuestra atención, pero aún así le respondo:-No lo haré, no se preocupe.

-De acuerdo, los dejare a solas-me dice y con esto se inclina a besar la frente de Helena y luego sale de la habitación.

-Eres una chica testaruda y tonta-le informo mientras me siento a su lado en la cama, en el lugar que su mamá acaba de dejar.-Si comenzó a ponerse ruda contigo, ¿por qué no te detuviste niña tonta?

-No podía-me responde mirándome fijamente.- Me habría corrido de la clase de inmediato, además siempre ha sido así de ruda, no estaba asustada de ello para serte sincera.

-No es el único que lugar donde podrías tomar clases.

-Lo sé Cristián; pero estoy cansada de rendirme, no puedo fallar en esto también. Tú no lo entiendes y me enojare contigo si siquiera tratas de hacerlo. Pero tú no sabes lo desesperante que es fallar en cada cosa que haces. No voy a abandonar la clase, mañana voy a ir.

-Pero no puedes caminar-le insisto mientras tomo su rostro en mis manos.-Solo vas a lastimarte más.

-No creo que si llego renqueando un poco vaya a presionarme de igual forma-me dice y puedo ver la desesperación en su mirada mientras coloca sus manos sobre las mías.-Necesito que me ayudes con esto, por favor. Tú eres el único que puede ayudarme a seguir con esto, tú eres el único capaz de hacerme sentir invencible... Él único que puede ayudarme a logar esto. No me dejes sola.

-¿Por qué me haces esto?-le pregunto con resignación mientras coloco mi frente en la suya.

-Porque te necesito Cristián-me responde mientras me muevo para recostarme en la cama y la ayudo a recargarse en mi pecho.

-Y estoy muy asustada de ello. Me aterra la manera en que te estás volviendo tan necesario en mi vida-me confiesa y siento que me congelo en el momento.- Tengo miedo que un día finalmente te canses de mí y yo no sea capaz de de valerme por mi misma... Tú me das tanta fuerza... Haces que sea tan fácil creer en mi...Solo soy capaz de ser valiente cuando sé que estas a mi lado y sé que un día vas a irte...

-No voy a irme a ninguna parte Hels-me apresuro a decirle mientras trato de controlar mis propias lágrimas.-Lo prometo.

No me dice nada más después de eso; pero puedo escuchar el sonido de sus lágrimas solo por un momento, antes de que su cuerpo finalmente se relaje completamente, cuando por fin cae dormida.

-Eres una chica tan tonta-le susurro mientras acaricio su cabello y dejo que las lágrimas corran libremente por mis mejillas.-No tienes ni idea de la increíble mujer que eres, la más asombrosa que he conocido alguna vez... La primera vez que te ví me sorprendió tu sensibilidad y tu espontaneidad; luego me sorprendió tu dulzura y tu amabilidad... Pero finalmente fue tu fortaleza la que término por enamorarme...Eres fuerte y eres valiente; tu vida se ha tratado de serlo y has logrado seguir siendo un modelo a seguir a pesar de las circunstancias... Eres asombrosa y ni siquiera lo sabes, y eso solo logra convertirte en alguien más asombrosa para mi... Y sé que no te merezco, pero prometo que te ayudaré a que te des cuenta de que eres capaz de hacer cualquier cosa por tu cuenta... Lo prometo... cueste lo que me cueste.