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T W E N T Y - N I N E✅

Ahora estoy muy avergonzada, no lo niego, trato de ocultar el enrojecimiento de mis mejillas con mi cabello.

— Debemos volver, Slay -10k me toma de la mano y yo me aparto de inmediato.

No me doy cuenta que estamos un poco lejos del grupo. Asiento, miro a 10k para indicarle con la mirada que puede guiarme de nuevo hacia el grupo. Nos percatamos, ya al estar con los demás, que una chica vestida de negro se acerca al tipo latino para decirle algo a él en el oído.

— La reina los espera -el tipo nos dice mirándonos.

Caminamos detrás del hombre para luego encontrarnos con una mujer.

— Mi reina -dice el hombre en español llamando la atención de aquella mujer. Obviamente yo lo entiendo, pero él tiene el acento mexicano, no como el mío.

La mujer se da la vuelta, es... no es fea, pero tampoco es bonita. Luce tan limpia, maquillada, bien peinada, imposible ver eso en el Apocalipsis, en especial con ese traje tan pulcro. En sus manos lleva 3 rosas rosadas.

— El Murphy -sonríe mirando al nombrado- el salvador -extiende sus brazos al cielo- yo te he estado buscando por mucho tiempo -camina hacia nosotros- Y tú, debes ser Roberta Warren -la mira- oh, lo siento... Teniente Roberta Warren.

— Así es -contesta ella.

— Eres la líder de este grupo. La que logró traerme a mi Murphy.

Ambas miran al tipo azul.

— Sí.

— Impresionante -sonríe la mujer de negro, dándole una de sus 3 rosas a Roberta- Mandé a miles -comienza a hablar cuando Roberta toma la rosa- de mis mejores hombres a buscar a Murphy, pero ninguno pudo. Pero tú sí, la única que lo logró -sonríe. Ella no deja de mirar a azulito- Tú eres una presa difícil de atrapar -ahora camina hacia Murphy acercándose a él.

— Usted -Murphy parece nervioso. Ja!- dijo que ha estado buscándome... que envió a sus hombres a buscarme y capturarme. ¿Quiere decirme por qué?

— Ummm -la mujer se encoge en hombros- No -sonríe- prefiero mostrartelo.

Mira a Murphy y Roberta para caminar y dirigirse a no sé dónde, pero al verme a mí y mi hermana se detiene.

— Necesitan un baño, lucen desastrosas -ella sonríe. Nos habla en español.

— Pues si tenéis uno, ¿Podemos usarlo? -le respondo en español igual.

Siento que los demás me miran. La mujer me sonríe más grande.

— Las españolas -mira a mi hermana- siempre quise tener dos hijas, así tan hermosas como lo son ustedes dos -nos entrega una rosa a cada una.

— Gracias por el cumplido -sonríe mi hermana con cautela.

Ella sonríe, da un paso hacia nosotras para posar sus manos por sobre nuestros hombros y llevarnos un poco lejos de los demás.

— Ustedes son tan hermosas que no las haré pasar por todo eso -señala hacia los demás- si saben lo que les conviene irán con uno de mis hombres para que las embellezca y luego podrán estar con ellos en una fiesta que haré más tarde... ¿aceptan?

¿Eso? ¿Qué es eso? Mi hermana y yo fruncimos el ceño.

— ¿Qué es 'eso'? -Pregunta mi hermana.

— Luego lo sabrán. ¿Aceptan?

— ¿Puede venir mi novio? -Pregunto.

— ¿Quién es? -pregunta.