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Se supone que los lunes despierta de mal humor, sobre todo después de haber conocido a la futura novia de JongDae y peor aún, de haberlo visto a él frente a frente después de que lo dejó sin darle una explicación.

Pero esa mañana había algo diferente, porque cuando se miró al espejo junto a su cama estaba sonriendo.

Y Joder. Eso era algo nuevo.

En la vida de KyungSoo sonreír no era algo común y mucho menos desde que su primer y único amor lo había dejado cuando él creía que todo iba bien. Sin embargo, esa sonrisa no le parecía extraña y aunque no tiene una explicación exacta para definir el porqué, sabe que se debe mucho al hecho de haber aceptado renunciar a JongDae y a lo que siente por él.

A pesar de tener muchas emociones de las que ocuparse aún, una parte de su ser se sentía libre de la rabia y la decepción, porque, aunque no ha recibido una disculpa de Chen, él ya lo perdonó. Y eso si era terriblemente extraño porque él no suele perdonar.

Pasado unos minutos, dejó de meditar tanto y lavó su cara para luego salir de la habitación.

Eran las diez treinta de la mañana, según su reloj de mesa. ¡Se le había pegado las sabanas! Pensó.

Sus padres ya no estaban en casa seguramente, así que bajó las escaleras para hacer el desayuno para sus tíos, JongIn y SeHun.

SeHun

Su primo SeHun, él fue el causante de que tuviera que darle un beso de buenas noches a JongIn. Porque de no haber estado de pie en la puerta del baño cuando llegaron, eso no hubiese sido necesario, en lo absoluto.

Terminó de bajar las escaleras y caminó hasta la cocina, sorprendiéndose un poco cuando encontró al moreno en la mesa, con una taza de café.

—Yo...uh. Uhm – tartamudeó llamando la atención de un distraído JongIn.

—Buenos días, hyung – dijo JongIn cuando lo vio en la puerta de la cocina.

Hyung, ya estaba acostumbrándose a escuchar salir esa palabra de la perfecta boca del moreno.

Esperen. ¿Qué? ¿Perfecta? ¡No! Sacudió la cabeza.

¡Calmado, KyungSoo! Tú no eres así.

—¿Todo bien, hyung? – preguntó el moreno con preocupación, el pelinegro parecía tener un conflicto interno.

Lo bueno era que JongIn no parecía molesto o distante con él como anoche.

KyungSoo reaccionó de su reprenda interna y lo miró a la cara.

—Sí... –Asintió lentamente dudando de sí mismo – ¡Buenos días!

El moreno dibujó una sonrisa en sus labios y KyungSoo sintió que algo no anda bien, no, definitivamente algo extraño le está pasando porque él no suele sentirse así. ¡No, señor! Justo ahora está recordando la sensación de esa sonrisa sobre sus labios la noche anterior porque ¡Carajo! ¿Por qué JongIn sonreía mientras le besaba?

Tragó pesado y parpadeó tratando de ubicarse en tiempo y espacio. Necesitaba reaccionar.

—He hecho el desayuno para ambos, esperé a que despertaras para comer juntos –dijo señalando la estufa –tus padres se han ido a trabajar y tus tíos salieron hace unos minutos –comentó mientras dejaba su taza de café en la mesa para servir la comida.

—Oh. No debiste molestarte – comentó –y... ¿dónde está SeHun? –preguntó girando su cabeza en busca de la melena castaña de su primo por el lugar.

Novio Alquilado - KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora