For you, there's nothing in the world i wouldn't do

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Con más pena que gloria las semanas van pasando en el Instituto de Nueva York, semanas que se transforman en meses. Sus hermanos siguen apoyándole, y eso hace que Alec poco a poco vaya sacando fuerzas de flaqueza para ir tirando para adelante. Saca fuerzas porque durante toda su vida solo se han tenido ellos 3 y al parecer esa es una de las cosas que no ha cambiado en este tiempo. Y agradece el poderse apoyar en ellos, y más aun ahora que Jace tiene el fuego celestial en su interior y no sabe cómo controlarlo. Tampoco es que él se encuentre al cien por cien, a veces se despierta mareado y con ganas de vomitar, pero los hermanos silenciosos están más enfocados en Jace. Cosa que entiende, porque el fuego celestial es algo mortífero y es un milagro que su hermano no haya muerto al tener eso en sus venas.

-¿Tampoco hoy has podido dormir bien?

Isabelle y esa manía que tiene de aparecer cuando menos lo espera y cuando ya pensaba que se libraba de fingir que estaba bien. Más que nada porque Izzy va a acabar estallando un día de estos con semejante presión encima. Pero Isabelle es como él, terca como una mula y no le gusta mentirle a su hermana.

-No, supongo que es una racha, que pasará.

Intenta quitarle hierro al asunto, no son más que pesadillas y el cansancio por una situación que nos viene grande a todos, ya se pasará, hay cosas más importantes de las que preocuparse.

-Alec que te desmayaste ayer en el entrenamiento ¿y si te vuelve a pasar pero esta vez en una lucha de verdad?

Los ojos negros de Isabelle le miran preocupados, y una vez más Alec no puede evitar sentirse culpable por hacer que su hermana se preocupe por él, y por haber estado a punto de dejarla sola aquella vez...

-No va a pasarme nada, Izzy. Te lo prometo.

A ver si un día dejas de hacer promesas que no sabes si vas a poder cumplir.

Era algo que era superior a sus fuerzas, cuando veía a Isabelle o a Jace sufrir su primer instinto era protegerles, ofrecer confort. Aun estando hecho pedazos seguía con ese habito. Atrajo a su hermana en un breve pero intenso abrazo, para intentar transmitirle paz. Al fin y al cabo, Isabelle era su hermana y hasta que conoció a Magnus su hermana había sido su corazón, la única persona que había sabido ver a través de su máscara y que no se había espantado por ello. Dios, ojala pudiese quitarle a Isabelle toda la angustia y el dolor. De repente se sentía cansado, cansado porque una vez más sus padres no estaban para consolar a sus hijos, estaban demasiado ocupados intentando quedar bien ante la Clave. No por primera vez, Alec se preguntó cómo sería si sus padres ejerciesen como tales por una vez. Si por una vez ellos fuesen los que abrazasen a Isabelle y le dijesen que todo iba a ir bien. Pero eso no iba a pasar nunca, y él lo sabía. Haciendo de tripas corazón se deslizó una vez más en su papel de responsable, al fin y al cabo él era el mayor, él era el que debía cuidar de Izzy y de Jace.

-Todo saldrá bien, Izzy. Ya verás como al final salvamos el día.

Salvas una vida, salvas cien vidas pero ¿quién nos salva a nosotros?

Ambos hermanos permanecieron abrazados un momento más, intentando ignorar el presentimiento de que algo gordo iba a pasar. Convencidos de que mientras permaneciesen juntos tenían alguna posibilidad de presentar batalla a lo que se les venía encima.

Way to Darkness (Malec Mpreg AU)Where stories live. Discover now