Me basto

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- Helga despierta tienes que ir a clases

- Ya voy Miriam

De la cama salieron unos pies que al tocar el suelo se estremecieron al toque con él, poco a poco una muchacha con tez blanca, ojos grandes azules, con un cabello rubio lo bastante largo como para sobrepasar la espalda se asomaba poco a poco fuera de las cobijas.

Lentamente se escabullo de la cama y a paso lento se dirigió al armario a buscar un par de toallas moradas y unas sandalias rosadas, que hacían juego con su camisón rosa con estampados de calaveras negras que caía ligeramente por sus curvas bien formadas.

Se dirigió lentamente al baño y cerró la puerta con pestillo, dejo las toallas colgadas y se dirigió al gran espejo del lavabo y empezó a mirarse fijamente.

- Realmente he cambiado- susurro

Y siguió observándose detenidamente, su cara, sus cejas, su pelo, realmente había cambiado tanto, rápidamente se desvistió y se ducho. Salió del baño con la toalla envuelta, se dirigió a su cuarto, hacia su ropero y empezó a buscar un atuendo adecuado para el día, tenía que elegir uno especial.

Se decidió por un conjunto de jeans negros que le hacían ver las piernas más largas , una polera ajustada con tirantes rosas y un chaleco negro largo que le llegaba a los muslos, con una calavera plateada estampada en él, y unas zapatillas negras con cordones rosas, se miró al espejo y asintió al ver el conjunto. Se maquillo con lápiz labial rojo difuminado y se puso un poco de lápiz negro en los ojos para hacerlos ver un poco más rasgados, agarro un cole y se lo enredo en el cabello , formando una linda cola de caballo dejando una melena en la parte delantera de su rostro.

Bajo rápidamente con su mochila negra con dos alas blancas pegadas a ella, entro a la cocina y vio a su madre servirle una taza de leche de chocolate con galletas de vainilla, ella la miro de reojo y se sentó en su asiento a comer su desayuno

- Lista para el primer día Olga – le hablo su papa que venía entrando a la cocina con una laptop en las manos

- Soy Helga papa, y si está todo listo- respondió sin dejar de comer su desayuno

- Muy bien así se dice Helga - le palmeo la mano, y se sentó en su asiento tomando una taza de café sin despegar sus ojos del laptop

Helga aún no se acostumbraba a todo el cambio, su padre ya no olvidaba tanto de su nombre y le prestaba mucha más atención que antes, y su madre había dejado hace 3 años definitivos el alcohol y por fin se comportaba como una verdadera madre o por lo menos lo intentaba. Todo ese cambio radical la estaba incomodando un poco, incluso el cambio en ella misma la estaba complicando, todo empezó a cambiar cuando su familia se tuvo que mudar por motivos familiares, pero más objetivamente Olga, quien convenció a sus padres para mudarse a Rumania, ella tenía solo 10 años asique no podía opinar, a pesar de que lucho por quedarse pero la obligaron a irse, dejando lo que más amaba atrás. Fueron 6 años donde ella tuvo que aprender un nuevo idioma y adaptarse a un nuevo lugar y a nuevas personas, a pesar de todo, pasó buenos tiempos, pero sentía un gran vacío como si algo le faltaba y ella sabía bastante bien que era pero ya lejos de él se negaba a aceptarlo nuevamente que le gustaba asique solo intento olvidarlo y empezar a salir y conocer otros chicos , no sirvió de mucho pero la ayudo a distraerse hasta que el gran día llegara que iba a volver a su antigua ciudad y casa, donde todo había comenzado.

- Helga ya son las 7: 30 llegaras tarde- hablo su madre mientras revisaba una revista mientras tomaba su desayuno

- Está bien ya me voy, Adiós - mascullo la rubia mientras se paraba de la mesa y se iba

Caminaba a paso lento, mirando todas las calles que pasaba haciendo recuerdo de cuando estuvo hay a los 10 años, recordaba cada calle y cada edificio desde que se fue, iba con una sonrisa radiante al caminar hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de su teléfono.

- Buenas? – contesto el teléfono con un acento Rumano

- Hola Helga habla Phoebe, vienes en camino – contesto una voz femenina, fina y bastante educada

- Phoebs, si voy doblando a la parada – respondió la rubia con entusiasmo

- Está bien, estaré allí en 5 minutos

- De acuerdo Phoebs

Llego rápidamente a la parada y se sentó, saco su mp3 y empezó a escuchar música y empezó a fantasear las diferentes opciones que pasarían cuando llegase a su escuela, cuando pasaba la mejor parte de sus fantasías vio pasar frente a ella una cabellera rubia, una ola de recuerdos la sacudió, ella empezó a ver al muchacho algo le decía que lo conocía, lo observaba atentamente hasta que el muchacho la vio observándolo, se topo con esos ojos verdes que ella tanto anhelaba, que tanto deseaba. El no aparto la miraba y siguió observándola formándose una sonrisa pícara en su rostro, ella al percatarse, se sonrojo y bajo la mirada, como era posible que él no la reconociera, tanto había cambiado, ella lo conoció al momento que vio , que vio esa cabeza con cabellos rubios y forma extraña, a pesar de tanto tiempo que paso seguía sin cambiar la forma de su cabeza, pero todo lo otro cambio su cuerpo era más alto y con mejor forma, antes ella era la más alta, ahora él le ganaba por tres cabezas, su mirada estaba distinta, ya no mostraba la misma gentilidad de antes sino otra cosa pero no sabía que

- Hola – el rubio se acercó a ella con confianza

- Hola – respondió ella aun mirando abajo, sonrojada sin poder mirarlo

- Cómo te llamas ?- pregunto picarescamente acercándose peligrosamente a ella

- Yo mmm. . – no sabía que responder, palideció y entro en shock no sabía que decir- bueno... yo me ...

- No puede ser como has cambio – se escuchó un grito y una muchacha bajita con pelo negro y rasgos asiáticos, venia corriendo

- Pheobe tanto tiempo- salto la rubia abrazando a su amiga

- Amiga te extrañe tanto, meses sin saber de ti, por fin volveremos a ser como antes – chillaba su amiga mientras la abrazaba

- Tú lo has dicho- aún seguían abrazándose, pero ella sabía que el rubio las observaba aunque con más distancia y cambio de actitud

- Estas lista para que nos vayam... - titubeo cuando vio al rubio detrás de su amiga – hola Arnold –le saludo algo seria

- Hola- el saludo sin ánimos y camino un poco para dar distancia entre ellos, la rubia los miro extrañados, no sabía porque el ambiente estaba tan tenso, y la asiática lo noto y le dio una señal que después lo hablarían, era como esas que se daban cuando eran pequeñas.

- Bueno Adiós- dijo el rubio dándole una última mirada a la rubia, pero no la miraba como antes sino un poco raro, como si la conocía pero no sabía de dónde.

- Bueno vamos?- dijo rápidamente la pelinegra 

- Claro, vamos- respondió la rubia. Fueron conversando todo el camino, sobre las cosas que paso en Rumania , personas que conoció y todo, pero obviamente saltándose algunos pequeños detalles que Helga pensó que no sería necesario contar ya que ahora no está en Rumania sí no aquí.

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buenas c: , esta historia hace mucho que la escribo y ha sido la que mas me ha gustado. 

Espero que les guste y espero sus comentarios.


Stuck in love (Arnold y Helga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora