*Maratón 3/3.
"Mañana lucharas contra Emma." Le dijo su entrenador, Lauren alzó su ceja.
"¿Quien es Emma?" Preguntó Lauren.
"Soy yo." Rápidamente se dió la vuelta, y vió a la pequeña rubia con una sonrisa. "Pero en realidad me llamó Allyson."
"Te ves algo golpeada." Lanzó Lauren, la rubia se empezó a reír.
"Sí, por cierto...¿Lauren, no?" Preguntó, la más pálida asistió con si cabeza. "Es una alegría conocer a la nueva campeona de las Divas." Lauren sonrió por aquel alago.
"El mío es un gran placer, pequeña rubia." Ally sólo rodó los ojos por aquel comentario. "Ven, tenemos que practicar." Dijo jalando del brazo a Ally.
(...)
Camila le dió un gran golpea a su cafetera pero está aún no reaccionaba.
"Deberías conectarla." Susurró su padre cuando entró a la cocina, Camila casi saltada de la emoción por oír la voz de su amado padre.
"Papá." Y ella saltó a el, Alejandro sostuvo a su pequeña hija en sus brazos hasta que decidió separarse. "¿Dónde está mi hermana?" Preguntó Camila con emoción, su familia se encontraba en Canadá y sólo dos veces al año la visitaban.
"Sólo he venido yo, Cam." Dijo su padre apenado, Camila bajó su cabeza. "Pero ella me ha dado ésto para tí." Sacó de su billetera una pequeña hoja de papel doblada, Camila la agarró y la abrió encontrándose con ella arriba del ring, era obvio que no estaba bien dibujado pero lo amaba.
"¿Por qué has venido?" Preguntó con curiosidad. Alejandro soltó un suspiró.
"Hemos oído tus problemas con Stephanie McMahon, y sabemos que muy pronto renunciarías." Camila alzó su ceja, ella jamás había pensado en renunciar, no después de tanto tiempo. "Tal vez aún no quieres pero lo harás por que ellos ya no te necesitan." Camila sintió cómo las lágrimas bajaban de sus pequeños ojos cafés.
"Necesitó tiempo." Confesó Camila.
"El tiempo ya no está a tú lado, tienes 30 años." Dijo para que Camila entrará en razón pero la castaña negó con su cabeza. "Hay miles de divas en la WWE y has sido dos veces campeona de las divas, ¿Qué más quieres?" Preguntó abrazando a su hija, Camila hundió su cabeza en el pecho de su padre.
"Ser amada." Susurró tanto para ella como para Alejandro.
(...)
Su respiración agitada lo decía todo, había perdido, había perdido, se lo repitió unas cien veces en su cabeza mientras que Ally saltaba con alegría. Trató de levantarse pero la pequeña rubia por alguna razón le pateó el estómago.
"El combate a termina." Dijo el árbitro pero al parecer ella no entendido y siguió haciéndolo, Lauren no podía levantarse si tenía una pierna en su cara.
"Tenemos pendiente..Ella y yo." Lauren jalo la pierna de Ally logrando tirarla al ring.
Camila veía todo aquello desde la pequeña pantalla de su camerino, después de pasar un rato con su padre decidió volver a la empresa.
Estaba dispuesta a defender a Lauren por qué la chica apenas podía evitar los golpes de Ally.
"Tienes una última oportunidad."
La voz de Stephanie aún seguía ahí, y los deseos de ir a ayudar a Lauren se desvanecieron.
Ally cargo a Lauren en su espalda, la pequeña rubia había practicado meses aquel movimiento que ya tenía todo controlado.
"¡Ésto es para tí, Cabello!" Grito y cayó de rodillas para que Lauren se llevará el golpe de sus hombros en su pecho. Lauren cayó de inmediato al suelo.
Camila miraba todo y cerró sus puños, ahora mismo podría ir a partir la cara a Ally pero prefirió contenerse.
"Eso pensé." Susurró Ally para patear la cara de Lauren, está solo gimió de dolor. Rápidamente Ally bajó del ring y se fue alejando hasta entrar a la gran pantalla grande, Lauren aún se encontraba tirada en el suelo.
"¡Miren quien viene ahí!" Camila alzó su mirada al televisor que apuntaba a Dean Ambrose bajando rápidamente y yendo a por Lauren. Camila sintió su corazón estallar, ¿Por qué ella no podía ser Dean?
Dean cargaba a Lauren en sus brazos bajó los gritos del público, el se la llevó.
"¡Ahí estás!" Gritó Ally atrás de ella, Camila rodó los ojos y se dió la vuelta para quedar de frente. "Mira como te han dejado.. Mucho peor que yo." Río, Algo que Camila odiaba.
"Cierto, pero mira.. Tú nunca serás una campeona." Lanzó a la pequeña que asistió y rasco su mejilla.
"Ya no perteneces aquí, Camila. Vete de una buena vez y dejá a las jóvenes hacer nuestro trabajo." Luego de ésto Camila soltó un suspiró.
Una lágrima trató de salir de su ojo izquierdo pero Camila la limpió antes de que pudiera caer, Tal vez tenía razón, pero una sonrisa apareció en su rostro.
Si, Ella se tendría que ir primero se encargaría de convertir la empresa en un infierno.
