12- Viaje inesperado a Madrid 2/2

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Una chica joven con mini falda y muy delgada sale de la cocina con un carro lleno de platos.

Al acercarse distingo que tiene un collar en su cuello con un diamante azul.

Deja todos los platos con comida y enseguida comienzan a sacar tema.

—¿Y quien ese tal Breilin? —pregunta con segundas Jannette mientras me guiña un ojo. En realidad sabe quien es Breilin se nota.

Me río entre dientes y observo a la niña de diez años que es más lista de lo normal.

—Pues es mi novio, el chico más guapo del mundo entero, no os ofendais... —dice refiriéndose a Rayan y a Oliver, mientras se enrosca un mechón de pelo.

Oliver ríe y me mira, Rayan mira a otro lado.

—Rayan, nos piensas presentar a tu chica ¿o no? —pregunta Jannette.

Rayan en ese momento mira con una mirada asesina a su madre, y le lanza una advertencia.

—Soy Kayla, y soy de Tarragona. —les explico.

—¿Enserio? Nosotros también. Teníamos una amiga que vivía allí cerca de nosotros. —puntualiza, miro a Rayan y está mirando fijamente al plato.

—Que casualidad. —es lo único que consigo decir.

Rayan está de lo más raro, de la forma en la que baja la mirada y mira el plato.

—Si teníamos una casa allí.

Todo era mucha casualidad me parecía raro que estuvimos en Tarragona en la misma ciudad por lo que dice, y que justo su madre y Rayan se puedan llamar como los vecinos que teníamos al lado. Pensé en hablar y preguntar si eran los vecinos que teníamos en Tarragona mi madre y yo, pero pienso que es mejor buscar más casualidades...

—Y...¿Tienes algún hermano o hermana?—pregunta Frank.

—No soy hija única, aunque estamos mi madre y yo solas en casa ya que mi padre está siempre trabajando. —le explico como si la conociese de toda la vida.

De verdad que me sentía de lo más cómoda con esta familia, a pesar de que Olivier y Rayan se encuentran uno a cada lado, algo que me incomoda un poc. Pero la casa es acogedora.

En ese momento Rayan se levanta de golpe de la silla y se dirige a su habitación, malhumorado. Sin saber que pasa todos nos quedamos mirándolo hasta que entra en su habitación y da un portazo.

—Bueno Kayla, esto suele pasar, si lo quieres de verdad lo tendrás que soportar... —explica Zoe mientras acaba su comida.

Como le explicaba a una niña de 10 años esto..."Pues guapa, tu hermano no me para de besuquear en medio de la gente y dormir conmigo (sin tener sexo) pero no quiere ni relaciones ni nada así que no somos nada, no lo quiero".

No Kayla no...

—Bueno ahora vengo voy a mirar de hablar con el. —murmuro levantándome de la silla y dirigiéndome a su supuesta habitación.

—¡Kayla! —exclama Zoe, me giro y la miro.

—Ten cuidado. No le gusta que entren en su cuarto. —me explica.

—Vale, lo tendré en cuenta. —aseguro y sigo caminando.

Cuando estoy frente a la puerta ya no me pueden ver. Pico a la puerta, al ver que no contesta nadie, abro la puerta y asomo la cabeza.

—¿Se puede pasar? —pregunto en un susurro.

Un jarrón se estampa contra la pared y me da más razón para entrar.

"Como conocí al idiota"[Editando]Where stories live. Discover now