EL HORCADO DEL PANTEÓN DE ORIENTE

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El panteón de Oriente es el lugar donde descansa los muertos. Es el sitio solemne, y taciturno y serio donde dicen que las brujas desenterraban a los muertos para quitarles loes huesos del dedo anular de la mano izquierda, con los cueles hacen amuletos para enamorar y desterrar a la mala suerte.

En la segunda década del siglo XX, allá por el año de 1918 llego la epidemia de la gripe asiática a la ciudad de Durango y diezmo a la población.

Los enterradores o sepultureros del panteón de Oriente, no se daban abasto a sepultar a los muertos que morían en un día y, a muchos de ellos los dejaban sin enterrar, tirados en los andadores del panteón, sin caja y sin taparlos.

Toda la población que habitaba la ciudad se encontraban empobrecidos, el pillaje generado por la revolución había acabado con todo y nadie encontraba trabajo en ninguna parte.

El hambre, el desempleo, la miseria y la enfermedad había sentado sus reales en todos los hogares durangueños al extremo, de que la desesperación afectaba a la población y los que no morían de gripe que era tan contagiosa, morían de hambre por la falta de alimento y la desesperación de verse impotentes para vencer terrible situación.

A los sepultureros del panteón de oriente, hacía más de dos meses que el municipio no les pagaba su sueldo por que no había recaudación de impuestos para crear fondos en la tesorería municipal y todos los empleados municipales no hallaban que hacer.

Un sepulturero que se llamaba pascual y le apodaban "el trampas", al mirar que en su casa, su esposa y sus siete hijos de 10 que tenía estaban enfermos, sin comer tirados en el piso de una vecindad del barrio de tierra blanca donde él vivía y, sintiendo la desesperación por que todos le exigían comida y medicinas y él no tenía ni un centavo n la bolsa, en una noche oscura y lluviosa salió de su casa asegurándole a sus hijos que pronto les llevaría carne, para que su esposa les preparara un caldo.

Se colgó su morral en un hombro, tomó una pequeña hacha bien filosa y se dirigió al panteón.

Nunca se supo cuál era el propósito de pascual, solamente se dio constancia de que al día siguiente cuando salió el sol por el oriente, encontraron a pascual "el trapas", muerto y su cuerpo tirado en uno de mis pasillos del panteón nuevo, a unos cuantos metros dela capilla del descanso y pegado a su cuello se encontraba todavía el difunto llamado Melquiades quien lo había ahorcado y tenía un hachazo en la frente.

En el morral de "el trampas", había cuatro manos de seres humanos dos de hombre y dos de mujer cortadas de los cuerpos correspondientes a golpe de hacha, los cuerpos mutilados a quienes "el trampas" les había cortados las dos manos estaban a unos pasos los dos muertos tanto de pascual como de Melquiades. Tampoco se supo para que pascual había cortado las manos de aquellos cadáveres y, se especuló diciendo que las quería para comérselas y hacer caldo con ellas para alimentar a su agonizante familia.

La noche lóbrega tal vez conoció el secreto que se ansiaba en las intenciones de pascual sin embargo, no lo conto ni siquiera a las estrellas.

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