Los artistas existen

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Chloe se dejó caer sobre su cama completamente exhausta. Le dolía la cabeza más que nunca en su vida. ¡Demonios! ¿Quién podría aguantar seis horas de ensayo sin descanso? Le dolían los dedos hasta para tomar un vaso de agua. Su habitación, sin embargo, estaba sumida en una intensa oscuridad y silencio. Suspiro mientras escuchaba a su madre caminar afuera de su habitación. ¿Porque, Dios, porque?

— ¿Cómo estás, cariño?—preguntó su madre entrando a la habitación con una gran sonrisa.

Chloe la observo tratando de averiguar que pasaba por su mente. Su madre era un enigma. Antes del divorcio, la vida de Chloe era una maraña de actividades que la habían puesto en el camino de Adrien. Después del divorcio, su padre se encargó de borrar todo lo que su madre dejo, incluyendo sus actividades extracurriculares.

Lo único de lo que estaba segura sobre su madre, era que quería lo mejor para Chloe, o lo que Diana Burgeois creía que era mejor. Era interesante la diferencia que había entre sus dos padres.

— ¿Que necesitas mama?—pregunto Chloe suspirando.

—La cena estará lista en un rato. Le pedí a Césaire que preparara tu platillo favorito—Diana siguió sonriendo. Necesitaba mantener una sonrisa mientras su hija lidiaba con la situación.

No era una mala mujer. Era cierto que quería convertir a Chloe en una copia exacta de sí misma. Pero también quería que Chloe fuera feliz. Era uno de los pocos deseos que aun compartía con André. Solo que André era más blando y menos estricto, creando una Chloe caprichosa. Ella era más directa y estricta. Le dolía en el alma la persona en la que Chloe se había convertido debido a la extrema libertad de André.

—No creo que cene—comento Chloe recostándose en su cama—estoy muy cansada.

—Es obvio—respondió Diana—llevas años sin tocar un violín. Estas algo oxidada.

Cuando el divorcio se había venido encima, la vida de Chloe sufrió muchos cambios. Junto a la huida de su madre a Inglaterra habían desaparecido las clases de etiqueta, italiano, inglés, chino, violín, piano, natación y esgrima. De repente, la apretada agenda se había vaciado y Chloe se había visto con demasiado tiempo libre.

Era fácil saber que lo lleno. Marcas, ropa, maquillaje, secretos, burlas. ¿Quién diría que el vacío de su madre lo llenaría todo aquello que antes había aborrecido? Se convirtió en eso y volvió a sentirse feliz. Ahora mismo, Chloe se preguntaba si podía hacer lo mismo y regresar a la felicidad de antaño.

Chloe en verdad que quería cambiar. No era un juego. El problema, es que no sabía en quien convertirse ¿se volvería la chica de sociedad que su madre deseaba? O ¿se volvería la joven tranquila y feliz que su padre quería? O, quizás ¿tomaría el rol de niña buena, amable y tierna? Cualquiera de las tres opciones era viable y todas ellas eran mejor de lo que actualmente era.

Diana dejo la habitación cuando vio a su rubia hija recostarse con tranquilidad. Si tenía hambre bajaría a cenar. Cerró la puerta con extremo cuidado dejando el lugar sumido en oscuridad y silencio. El sueño venció a la señorita Burgeois a los pocos minutos.

Cuando la mañana sorprendió a París, Nathaniel se levantó con fuerzas renovadas. No era necesario decir lo feliz que se sentía ese lunes por la mañana, su amplia sonrisa y su buena actitud lo delataban. A decir verdad, no sabía porque se sentía así de bien. Pero mientras se bañaba y cambiaba con la ropa que Chloe le había comprado –de la cual procuró no ver ningún precio– la sensación de que podía vencerlo todo lo invadió. ¡Yeah! Eran pocas las veces en las que se levantaba de tan buen humor.

Salió a la cocina donde su madre preparaba un ostentoso desayuno para la familia. Eran las siete de la mañana y de alguna forma su madre había preparado un manjar de huevos, pan y jugo de naranja.

La Princesa & El Artista ||Miraculous Ladybug|| #ChangerMLBFandomTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon