Capitulo 16- Ataque nocturno (Parte 1)

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9 de Junio. Sistema Krebain. Planeta Midgard. 23:01.


Rachel Ward se arrastraba sobre la fría nieve. Movía un brazo, luego otro, tras eso una pierna, después la otra. Reptaba sobre aquel frío suelo como lo haría un lagarto que avanzase entre las arenosas dunas de un desierto. Pese a moverse con cierta soltura, su cabeza seguía bloqueada por las terribles imágenes.

El recuerdo de su hermano ardiendo entre llamas rojas no dejaba de atormentarla ni un solo momento. Fue el último recuerdo de él que se quedó grabado en su memoria, tan horrible secuencia que parecía repetirse hasta el infinito. Se suponía que Kevin estaría ahí para protegerla, para impedir que ninguno de los monstruos le hiciese daño. Pero no iba a ser así. Él estaba muerto y ahora la joven chica debería de cuidarse sola. La había dejado en el peor lugar posible y desconocía si podría valerse por sí misma.

Delante de ella, se encontraban los líderes del pelotón que avanzaba con lentitud por aquel silencioso bosque. Eran el capitán Jason Carville y el sargento mayor Dave Strickland. Rachel ya les había acompañado durante la batalla del campamento Infierno, su primer enfrentamiento. Recordaba como ambos hombres corrían con fuerza y decisión hasta el objetivo, tratando de evitar el ataque con plasma que el enemigo no paraba de lanzarles. Otros podrían quedar rezagados y rendirse pero ellos no. Por eso, llegaron hasta el final, aunque por el camino, los cuerpos de muchos soldados muertos quedaron tirados. Ahora, los dos oficiales se preparaban para el siguiente movimiento en su lucha contra los Gélidos. Este era el tercer ataque que llevaban a cabo y al parecer, en este, asaltarían una base de vital importancia. Aun, sin saber cuántos buenos soldados caerían. Sabía que no era culpa de ellos, pues siempre hacían lo posible por evitar cuantas muertes pudiesen. Pero la guerra era así. Se llevaba a todos sin hacer preguntas o dar alguna explicación. Simplemente ocurría y no había nada que se pudiera hacer.

Los observaba callada. Ellos parecían estar contemplando el claro que había más adelante, una pequeña extensión de terreno. El capitán Carville estaba usando unos prismáticos para ver desde la distancia todo lo que había alrededor de ellos. Seguramente, andaban buscando algo. Un enemigo, tal vez.

Rachel tomó algo de aire. Este pasó a través de la máscara de oxígeno que llevaba puesta, cubriendo su boca y nariz. Al aspirar, emitió un ronco sonido. La razón por las que portaban estos respiradores de color negro era porque el aire estaba muy frío esa noche y al entrar en un humano, este podía afectar de forma grave. Las máscaras contaban en sus respiradores con una función térmica que calentaba el aire entrante, haciéndolo más tolerable para la respiración. Pese tomar esa ráfaga de gas caliente, sentía su cuerpo entelerido por las bajas temperaturas y el suelo donde se encontraba agazapada.

De repente, escuchó algo arrastrándose por su lado derecho. Cuando giró su cabeza, vio como un hombre se colocaba a su lado, también recostado sobre la nieve.

— ¿Que, sabes lo que están tramando esos dos?— preguntó el tipo.

Al igual que ella, también portaba una máscara que ocultaba medio rostro. Aun así, podía verle sus ojos, los cuales tenían un brillo bastante bonito bajo la oscuridad. Tenía rasgos asiáticos y la piel era tan clara que podría confundirla con facilidad con la propia. Ella, en cambio, estaba un poco más morena, así que no estaría tan bien camuflada.

— No lo sé— le respondió la chica—. Están hablando muy bajo y llevan así desde hace rato. Esto no me gusta.

El hombre la miró con algo de sorpresa ante esta afirmación y sonrió un poco.

— Seguramente estén a la espera de ver si hay o no enemigos por la zona. Esto está muy tranquilo— se alzó para mirar un poco y luego, se volvió de nuevo a ella—. Por cierto, me llamo Ryo Takahashi.

La Gelida Frontera. (La Guerra Interestelar- Parte 2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora