Capitulo 3- Su hogar (Parte 1).

7.5K 389 121
                                    

15 de Junio de 2663. Sistema Solar. Marte. 07:15.

- ¡Vamos, maldita sea!- gritó con fuerza el sargento instructor Jeremy Gibson- ¡Se supone que aquí hay menos gravedad que en la Tierra y no llevamos ni 10 minutos y ya os veo arrastrándoos por el suelo! ¡Moveos más rápido!

A Zeke y a Kyle les faltaba la respiración. Acababan de saltar de sus camas bajo las intensas puyas del sargento Gibson y ya estaban a punto de desmoronarse cuando aun ni habían llegado a la mitad del recorrido. Se sentían derrumbándose, notando como si sus piernas fueran doblarse, haciendo que cayesen contra el frio y polvoriento suelo marciano. Copioso sudor se deslizaba por la piel de ambos y boqueaban con desesperación intentado recoger aire. Pero no eran los únicos.

Al resto de reclutas de la misma promoción tampoco es que les fuera mejor. Todos iban pegados los unos a los otros, dándose empujones y moviéndose de un lado a otro. Algunos parecían a punto de caer al suelo, cansados y rendidos ante tal esfuerzo. Tan solo dos de los reclutas iban en cabeza, manteniendo un ritmo más acelerado. Una era Miranda Cruz, la chica latina de ojos verdes y el otro era un chico de piel muy blanca y ojos azules llamado Walter Reinholm. Delante de ellos, el sargento miraba resignado.

- Vamos, ¡dadle a esas patas!- seguía gritando con insistencia, tratando de hacer reaccionar a los jóvenes- ¡A este paso, para cuando lleguemos la guerra habrá terminado.

El grupo continuó su camino de forma bastante torpe. Algunos apenas podían mantenerse ya en pie, otros tropezaban con lo primero que se encontraban, ya había más de uno que empezaba a zigzaguear, notando sus mentes desorientadas. Gibson resopló resignado y retrocedió un poco para intentar arengar a la tropa. Se puso a la altura de una chica de pelo corto rubio y ojos azules llamada Catherine Burrows. El hombre comenzó a latiguearla con sus letales palabras.

- ¡Vamos Burrows! ¡Corre más deprisa!- le urgía el sargento- ¿Es que pretendes quedarte la ultima? ¿Acaso vas a convertirte en el lastre de la compañía?- preguntaba de forma insidiosa el hombre- Sabes, a los Inmortales les encantan las chicas como tú. Bajitas pero muy guapas. ¿Quieres saber que hacen con ellas?

Burrows, a la cual le faltaba el aire, miró al instructor con temor. No quería saber la respuesta. Aun así, Gibson se la dio.

- Las convierten en sus esclavas sexuales. Las obligan a forman parte de sus harenes y las violan sin piedad día si, día también. Son muy violentos y despiadados y te harán mucho daño, rompiéndote huesos mientras te violan- La narración se tornaba más y más oscura por momentos-. ¿Es eso lo que quieres recluta Burrows? ¿Qué los Inmortales te atrapen por haber sido demasiado lenta?

Sin pensárselo dos veces, Burrows comenzó a correr más rápido. Pese a ser palabras amenazantes y duras, consiguieron cumplir su cometido. Pero al sargento todavía le quedaban muchos rezagados que espabilar. Retrocedió un poco más y se topó con su recluta favorito, Kyle Sandler.

- ¿Qué recluta Sandler? ¿Disfrutando de tu paseo matutino?- le preguntó mientras veía al joven jadeando- Creía que eras el más rápido de toda la unidad pero empiezo a creer que no es así.

Kyle trataba de ir más rápido pero el dolor en sus piernas y el intenso pinchazo en su pecho se lo impedían. Intentó hacer acopio de sus fuerzas y comenzó a ir más rápido. Viendo el efecto que tenía sobre él, Gibson decidió presionarle mucho mas.

- ¡¡Vamos recluta Sandler!!- gritó con desatada furia- ¿¡Es eso lo más rápido que puedes ir?! Te veía como un pedazo de mierda pero al menos, esperaba que fueses rápido. Hasta esa tortuga bípeda que es el recluta Ralston corre más que tu.

Zeke miraba de reojo. Pese a que él también debía soportar los griteríos del sargento, estaba aguantando más que Kyle aunque no sabía cuánto. Agradecía que el sargento no estuviera encima suya pero desconocía cuanto tardaría en dirigir su ira hacia él. Vio como Sandler empezaba a correr más deprisa. Sin ninguna duda, se esforzaba mas allá de su propio limite.

La Gelida Frontera. (La Guerra Interestelar- Parte 2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora