Tan sólo olía a tabaco. No había rastros de más olor. Ni en su cuerpo, ni en su casa, ni en su trabajo. Su ropa apenas mantenía el olor a suavizante una vez se la ponía. Su pelo apenas mantenía el olor a champú tras las duchas.
No podía dejar de pensar. Ni de fumar.
Pero era imposible no hacer una cos y empezar la otra. Los días eran largos y los descansos cortos. Los cigarros no le daban lo suficiente de tranquilidad, y esta en seguida le era arrebatada por sus pensamientos.
Pensaba en Jimin; en su pelo naranja y despeinado, en cómo se encogía a la hora de dormir y rozaba su nariz por su clavícula para despertarle, en su constante olor a caramelo que empapaba toda la estancia por la que se paseaba.
Pensaba en Hoseok; en su pelo constantemente empapado por el sudor, en como reía a carcajadas como si todo lo que dijera fueran las palabras más hilarantes que había escuchado, en su constante olor a café que llenaba la habitación de excitación y emoción mientras estaba presente.
Pensaba en Jimin; en la decisión que tuvo, ojos y nariz roja quizá por estar toda la noche llorando y recogiendo sus pertenencias. En cómo sonó su último adiós. En cómo avisó que ya no era un idiota más. En cómo se apartó como si el toque de Yoongi le diera asco cuando este trató de sujetarle.
Pensaba en Hoseok; en como este se derrumbó en el suelo, la cara roja y las lágrimas brotando por sus ojos, en como la persona más alegre del planeta llegó a ser la persona más triste del universo durante aquel día. En cómo cogió apresuradamente sus cosas dejando más en el suelo de lo que pretendía. En cómo golpeó la puerta contra la pared al salir del cuarto mientras corría escaleras arriba para desaparecer de su vista una vez le confesó que Jimin y él eran pareja.
Pensaba en si mismo; en sus ojeras perennes, en su malhumor y sus malas decisiones, en su constante olor a tabaco intoxicando todo y a todos por su paso. ¿Cuál había sido su error? ¿Conocer a Hoseok? ¿No dejar a Jimin? No, su error había sido simplemente ser intoxicante. Dejar un rastro de humo a su paso. Ahogar con su humo a aquellos que se acercaban demasiado.
Y ahora, sentado en la cama, con un cigarro entre sus labios, pensaba que debía hacer, sin el caramelo de los labios de Jimin ni el café de las caricias de Hoseok, aunque cuanto más pensaba más fumaba y se intoxicaba a si mismo.
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Hot Enough
Фанфіки"Siempre es difícil ponerle fin a aquello que guste. Y aunque sientas que te resquebrajas por dentro, siempre encontrarás un por qué a seguir con ello. Un olor, una caricia, una palabra, o simplemente una mirada."
