Método Ladybug

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Adrien's POV

Quise ir tras Marinette, pero Plagg en seguida salió de mi chaqueta y, para mi sorpresa, en lugar de un comentario sarcástico, me dijo que lo mejor era dejarla ir por ahora.

-¿Huh? ¿Por qué?- pregunté a Plagg. Él sólo respondió un:

-Tu dejala. Es mejor dejar a las chicas solas cuando se van de golpe porque, generalmente, significa que algo anda mal.

-Pero si algo anda mal, ¿No debería ir con ella, con más razón?

Plagg negó con la cabeza. Yo suspiré fuertemente mientras me volvía a sentar en la banca donde estaba con Marinette.

Entonces, todo lo que ella me dijo me entró de golpe a la cabeza.

Confesar mis verdaderos sentimientos a Ladybug.

Como debía hacerlo? Le había coqueteado mil y un veces y ella seguía sin comprender que no era puro cortejar. Yo en verdad me había enamorado. Era un amor tan intenso, que hasta dolía. Dolía saber que ella no me revelaría su identidad. Dolía ver la indiferencia que ella mostraba cuando yo le flirteaba.
Claro que, no podía culparla. Así como yo no aceptaba a ninguna de mis admiradoras, ella tampoco a mí. Y todo por una simple razón: Amamos a otra persona. Yo amo a Ladybug, y ella... Ella siempre es un misterio.
Es un misterio a quien le ha entregado su corazón. Es un misterio su identidad, la razón de su perfección...

Aquel día, en la torre Eiffel cuando nos enfrentamos a Stoneheart de una vez por todas y la ví haciendo hazañas, piruetas y sacrificios, supe que ella era especial. Cuando me dijo que pensaba que Ivan y Mylène debían estar juntos, me mostró una sonrisa tan hermosa como lo fue alguna vez la de mi madre.
Cuando ella prometió combatir el mal junto conmigo, lo supe.

Ella era la indicada.

Tal vez debería hablar con ella en serio. Sin coqueteos ni bromas.
Debo dejarle claros mis sentimientos hacia ella.

Debo... Debo... Debo intentar avanzar por mi cuenta y no ser más un cobarde.
Al menos si me rechaza, tendré la seguridad de que lo intenté.
Al menos, si me rechaza, podrá saber mis sentimientos y tal vez ella me cuente los suyos hacia alguien más.
Tal vez, si me rechaza, pueda comenzar a olvidar.

[...]

Me decidí a hacer las cosas bien. Decidí escuchar a Marinette y confesarme.
Hoy, posiblemente todo cambie.

-Mi Lady- dije sonriendo cuando la vi llegar a la patrulla habitual.

-Chat- respondió ella con una media sonrisa. La conocía lo suficientemente bien como para saber que esa sonrisa significaba que algo malo había pasado con ella.

-LB, ¿qué pasa?- le dije tomando sus hombros de manera suave, pero no coqueta

-N-Nada, Chat. Vamos a patrullar- dijo mi lady, sin embargo, no me miró a los ojos.

-Bien- dije, pero estaba dispuesto a hablar con ella hoy.

El resto de la noche pasó de manera tensa. Podía ver la forma decaída de su postura y su voz no tenía ese tono de confianza de siempre. Me molestaba que no quisiera hablar conmigo, ya que, al fin y al cabo, eramos amigos.

-Ladybug- susurré.

-Chat? ¿E-Estás bien?- preguntó ella, volteando su mirada a mí. Estábamos en un techo y me senté.

-No hemos encontrado nada hoy, y en serio necesito hablar contigo- dije y palmeé el lugar a mi lado para que se sentara junto a mi.

-T-Todo está bien?- me preguntó mientras me miraba. A pesar de todo, sus ojos nunca dejaban de brillar. Yo no sabía que contestarle, ni como empezar, así que le dije:

-De eso quiero hablar, Bugaboo. Te he visto algo triste hoy.- ella estaba por decirme algo, pero hablé primero:- Ladybug, somos compañeros. Somos un equipo. Sabes que puedes contar conmigo; sabes que yo siempre te escucharía, mi lady.

Ella me miró y pareció como si todas sus defensas se rompieran. Sus hermosos ojos azules se cristalizaron y rompió a llorar.
No era un llanto silencioso, sino un llanto desesperado. Era como si Ladybug me dijera a través de sus sollozos que ya no podía más.

-Oye, Lady, hablame. Dime que pasa. Por una vez, dejame serte útil.-Entonces ella sonrió y recargó su cabeza en mi hombro.

-Hoy, la persona que quiero me dijo que quería a alguien más. Por su manera de describirla, parecía que hablaba de mí, pero Chat, hay algo que nadie entiende, y creo que tu lo compreneñderas menos: La persona debajo de ésta máscara no es nadie. Por eso al inicio no quería hacerlo. No soy nada para nadie, Kitty. El chico que me gusta no me dio la oportunidad de confesarme porque comenzó a hablar... De... Ella. De su amada.-Sollozó y siguió:- Y como la cobarde que soy, huí. Huí lejos de él sin siquiera poder declararme. Planeaba hacerlo. En serio. Pero... Ahora que sé que no me ama... No siento la capacidad...-se detuvo un momento y miró hacia otro lado -. No creo ser capaz de soportar un rechazo directo. No puedo Chat.

Yo la miré. Ella era tan tierna... Era una mezcla inigualable de sorpresas. El simple toque de nuestras manos me hacía estremecer. Cuando miramos directamente a los ojos del otro, puedo ver su alma reflejada en la mía; y cuando todo esto pasa, todo lo que quiero hacer es abrazarla, fundir nuestros labios en un beso y protegerla hasta el último de mis días.

Pero... Ladybug tenía razón. Ahora que sé que ama a alguien más, no puedo lastimarme a mi mismo haciendo una confesión sobrevalorada.

-Ladybug, te lo diré de manera directa: Eres por mucho la mejor persona que conozco. Si no saben apreciarte son tontos. Cualquiera sería suertudo de tenerte, mi lady. Eso te lo aseguro. Así que... No llores más. Eres tan perfecta que hasta de tus lágrimas me podría enamorar.

Ella me miró. Me sentí transparente ante ella. No era una mirada de compañeros, ni de amigos. Era una mirada de ternura que sólo se le puede dar a alguien amado.

Si ella quería destruirme hasta el punto de ya no saber que hacer, lo estaba logrando.
Su método era maravilloso.

El método Ladybug me debiltaba.

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|Evitando Akumas. Evitando Sentimientos|~ Adrienette/Ladynoir/Marichat/Ladrien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora