Lágrimas Discretas.

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Marinette's POV

—Pero hija, ¿Qué harás hoy?— me preguntó mi padre.—¿Quieres unas revanchas en videojuegos?

—Oh papá — dije sonriendo, abrazando a mi padre—. Te lo agradezco tanto... Pero hoy viene Alya, y tendremos una 'noche de chicas'— dije haciendo signos de comillas con los dedos. Como vi una expresión triste en el rostro de mi padre, le dije:— ¿Qué te parece si jugamos la siguiente semana? El fin de semana tal vez me venzas de una vez por todas!

Mi padre rió, admitiendo que yo era mejor que él en los videojuegos.

—Perfecto, princesa. Que te diviertas con Alya!- me dijo mi papá.

Cuando estaba por responderle, alguien entró a la pastelería.

—A-Adrien? ¿Qué haces aquí?— dije con una sonrisa incómoda. Ya podía sentir la ausencia de mi padre y la mirada divertida de mamá.

—Eh, quería saludarte. ¿Tal vez podríamos salir un rato?— me dijo el chico de mis sueños. Aunque me moría por salir con él, yo tenía un compromiso con Alya. Y no podía fallarle. Además, hace tiempo que habíamos decidido tener una noche de chicas.

—Eh, Adrien... No tienes idea de lo mucho que me gustaría pero tengo un compromiso con... — dije, pero mi madre me interrumpió.

—Cariño, es Alya. Dice que tiene algo urgente que decirte.— yo alcé mi ceja derecha, pero corrí a atender la llamada, no sin antes decirle a Adrien que por favor me esperara.

—¿Alya?—  dije susurrando un poco— ¿Qué sucede?

—¿Y bien? ¿Ya llegó Adrien?— me dijo ella-.

—¿¡Fuiste tú!?— dije un poco–demasiado– fuerte. Reí incómodamente mientras mis padres y Adrien me miraban, para volver a hablar con Alya.—¿Qué hay de nuestra noche de chicas?- dije.

—Oh, vamos!— dijo Alya al otro lado de la línea telefónica. —Sabes que quieres ir con él. Sólo ve. Saldremos luego—.

—¿Segura?— dije yo.

—Totalmente. Ahora ¡sal con Adrien!

Colgué. Puse mala cara a propósito.

—Alya no vendrá. Se está encargando de una campaña llamada 'Milagrosa. Un ídolo: Ladybug'. Creo que tendré que quedarme en casa!— dije algo tímidamente, mientras sonreía un poco —.

—O...—dijo mi madre— pueden salir-.

Me sonrojé.

—¿Te gustaría? — dijo Adrien.

—¡Claro!— dije con una sonrisa ladeada.

Salimos de la pastelería de mis padres y EB seguida, Adrien abrió conversación.

—Así que... ¿Qué quieres hacer hoy, princesa?— dijo él. Pude sentir mis mejillas ardiendo.

—Uh, no sé... Ah... Amm... Tu escoge— dije después de balbucear un poco—.

—¿Y si nos sentamos y charlamos?— dijo Adrien con esa sonrisa de Súper-Modelo-Caritativo-Que-Hace-El-Bien-.

—S-Seguro.— dije yo.

Nos sentamos frente a la Torre Eiffel y en seguida me preguntó:

—¿Como te sientes? ¡Mañana tienes una cita!—.

¿Cómo rayos sabe eso?

—Eh... Uh... Y-Yo... Es-toy... ¿e-emocio-na-da?— dije, y me alegré de no haber tartamudeado tanto. (N/A: Yeah, lo que digas, Marinette)

—Realmente mereces esa cita. Cualquier persona sería suertuda de salir contigo.

—G-G-Gracias, Adrien. ¿A ti te gusta alguien?—pregunté, intentando ocultar mi interés.

Pude ver que un leve tono rosado subía hacia sus mejillas. Sus hermosas y simétricas mejillas...

—Hay una chica que me gusta. Ella es fuerte e independiente. Tiene un carácter fuerte, pero compasivo y generoso. Es dulce, pero es definitiva cuando ya tuvo suficiente. Siempre expresa lo que siente y no tiene miedo a las adversidades que pasamos. Su tacto es cálido y firme, y sus ojos iluminan mi mundo cual destellos de nuestro mismo París.— creo que Adrien no había notado que estaba comenzando a convertirse en un poeta.

—Wow. Cualquiera que te oyera ahora diría que estas enamorado de Ladybug— dije, como si fuera sólo una conversación. Como si no me hiriera que le gustara alguien más.

Pude ver que se sonrojaba, pero ahora no era rosa, era totalmente rojo y tenía la mirada baja.

«Sólo debe estar avergonzado de decirme, no le puedo gustar a Adrien. Es totalmente imposible »

—Bueno, de cualquier manera— dije, rompiendo la tensión del momento— probablemente no soy la persona adecuada para que se lo digas. No quiero entrometerme. Pero deberías de decirle lo que sientes. En serio. Si no sacas los sentimientos pronto explotarás. — Y entonces, me puse de pie. Mi cabeza gacha ocultaba mis ojos, quienes amenazaban con expulsar lágrimas a la rapidez de la luz.

—Marinette, lo siento. Tal vez no debí molestarte con mis problemas— me dijo él. Diablos, ¿por qué no entendía que sus problemas me importaban en su totalidad? ¿Por qué no entendía que me preocupaba más por él que por todas las personas?

—No es ninguna molestia— dije, dándole la espalda y aguantando las lágrimas.— Pero debo... Vol... ver a casa.— mi voz comenzaba a alterarse. Mi voz se rompía.

—Si, claro. Te acompa...— comenzó Adrien, pero le interrumpí.

—No gracias, Adrien— dije con el tono más amable posible —. Lo que debes hacer es ir a confesarte. Es...toy segura de que nadie te rechazaría.

Y con eso, mis ojos derramaron aquellas lágrimas tan amargas mientras corría hacia mi casa.
Pude escucharlo gritar mi nombre tres veces, antes de que su voz desapareciera por completo.

Si tan sólo Adrien supiera...

|Evitando Akumas. Evitando Sentimientos|~ Adrienette/Ladynoir/Marichat/Ladrien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora