Hospital.

1.5K 170 9
                                    


La mirada de Scott, me hacia saber lo mal que se sentía. Yo no recordaba que él me hubiera golpeado, pero lo creí cuando me lo contó, ya que el dolor que sentía en la cabeza, era la prueba de que lo había hecho. 

Los siguientes veinte minutos, los pasé en los brazos de Scott mientras el insistía en llevarme al hospital andando, negándose en rotundo a coger mi coche. No entendí el por que de aquella decisión, pero cada vez que me movía, para intentar que me bajara, él me apretaba con más fuerza.

- Empiezas a hacer que me sienta incómodo Scott. ¿Puedes bajarme de una vez?

- Cómo ya te he dicho unas veinte veces, Stiles, no pienso dejar que pongas un pié en el suelo.

Farfullé un montón de palabras sin sentido, que ni si quiera yo logré entender, y me eché a reír preso de la impotencia que sentía en aquel momento.

- Cálmate, Stiles - Murmuró mirándome - Sólo vas al hospital, no es para que te pongas así.

- No puedo calmarme. Según tú, te apuñalé, tú me golpeaste la cabeza y ahora, tengo que ir al hospital, por que tienes miedo de haberme hecho algo serio. ¿Cómo quieres que me calme?

- ¿Confías en mí? - Preguntó de forma seria - No respondas, se que sí. Ahora, entraremos al hospital, y mi madre se encargará de todo. No voy a separarme de ti, ¿Vale?

Asentí levemente. No podía hacer otra cosa.

Rápidamente, Scott abrió las puertas del hospital de una patada, y a los pocos segundos, ya cruzábamos la recepción. 

Saludé con la mano a Melissa, que parecía que nos estaba esperando, pero no recibí un saludo por su parte. Se puso a caminar, y Scott la siguió hasta una de las habitaciones.

- Déjalo en la camilla, con mucho cuidado, Scott. 

Alcé mis cejas al escuchar aquellas palabras.

- Tampoco tiene que tener tanto cuidado, con que me deje sobre la camilla, basta. Se tumbarme yo solo. 

- No debería decir esto, pero no puedo callarme, Scott - Murmuró Melissa mirándolo - Stiles, si vuelves a ponerle la mano encima a mi hijo...

Scott la interrumpió rápidamente.

- Mamá, no... 

- Yo nunca le pondría la mano encima a Scott - Murmuré clavando mi mirada en una de las paredes - Bueno, alguna colleja si le daba, pero nada más.

- Bien. Dicho esto, ahora tú, Scott. - Masculló Melissa acercándose a Scott - ¿Como se te ocurre golpearlo en la cabeza? ¿Es que no ves que podías haberlo matado?

Scott agachó la mirada y negó con su cabeza. Claramente se arrepentía de haber hecho aquello.

- Puede que tenga algo serio, Scott. Incluso es probable que siga perdiendo la memoria día a día. 

- ¿Que? - Preguntó Scott con la voz quebrada - Pero... 

- Hay que hacerle varias pruebas, pero no pinta bien. Debes llamar a su padre, necesito su autorización, y no te separes de él, ¿Entiendes?

- De acuerdo, llamaré a su padre. 

Tras aquello, no podía hacer otra cosa que negar con mi cabeza. No quería meter a mi padre por medio. Lo último que quería ver, era verlo sufrir.

Scott agarró la silla que había junto a la ventana y la acercó a la camilla cuando su madre se marchó. Poco a poco se sentó y me miró en silencio unos segundos.

Yo seguía negando. Él sabía a lo que me refería, pero era necesario. O al menos eso podía ver en sus ojos.

- Debo hacerlo, Stiles... 

- ¿Por que no nos vamos y olvidamos esto? - Susurré mirándolo - Estoy bien, Scott. De verdad. 

- No lo estás, Stiles. Puedo verlo en tus ojos. 

Scott agarró mi mano con fuerza y se levantó de la silla.

- Todo saldrá bien. ¿Quieres llamar tú a tu padre? 

Asentí levemente, y Scott me ofreció su teléfono móvil.

A los pocos segundos, marqué el número de mi padre, y esperé a que mi padre descolgara.

- ¿Scott? - Preguntó mi padre justo al descolgar -.

- Soy yo, papá. Escucha, Scott se ha vuelto loco, y va a llamarte diciendo que me ha pasado algo, pero no es ver...

Scott agarró mi mano, y me quitó el teléfono.

- Señor Stilinski, debe venir al hospital, ha habido un problema con Stiles, y debes firmar una autorización para que puedan hacerle unas pruebas. 

Sacudí mi cabeza con fuerza, y golpeé a Scott varias veces. Él se retiró un poco para seguir hablando.

- Pues... se ha dado un golpe en la cabeza bastante fuerte y tienen que hacerle pruebas. Pero parece que está bien.

- Mentiroso, díselo vamos. Dile quien me ha golpeado - Murmuré mirándolo mal - ¡Ha sido él papá!

Scott colgó el teléfono y se acercó rápidamente.

- ¿Es que quieres que tu padre me mate? 

- Puede ser divertido - Susurré mirándolo - Puede que incluso lo merezcas.


En llamas(Sciles).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora