Capítulo IV

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     No me siento cómoda haciendo esto, pero a la vez creo que no me queda más opción. Sé que no me queda más opción. Y no quiero convertirme en esa clase de personas que escapan de las cosas difíciles por culpa del miedo. Tan sólo quiero obtener respuestas.

El sujeto del cabello blanco nos ha conducido a la entrada trasera del mismo bar al que Diamond y yo pretendíamos entrar. Sin pena ni gloria, avanzamos hacia una mesa privada que se oculta detrás de una puerta automática que aísla los sonidos. Diamond salta sobre la mesa y sus colas comienzan a danzar en cuanto el Flareon que nos acompaña ocupa el asiento que queda a la derecha del sujeto del cabello blanco. Él acciona un tablero táctil para ordenar nuestros tragos. Ni bien ha dado los datos de la tarjeta de crédito para pagar, los tragos brotan de un generador ubicado en nuestra mesa.

Cuánta tecnología... Creo que he estado encerrada en mi cueva durante mucho tiempo.

Él le da un sorbo a su trago. Eso podría darme la confianza para beber, si tan sólo fuese un poco crédula.

—Supongo que ya te estarás imaginando por qué fue que te traje aquí —me dice él, con ese maldito acento británico y presuntuoso—. Una de las cosas que me han dicho sobre ti es que eres más astuta de lo que aparentas.

Deja Vú.

¿Por qué esto me recuerda tanto a...?

— ¿Vas a responderme, o no?

—Tal vez lo haría si hubiese algo qué responder.

Me mira como si estuviese a punto de iniciar una reprimenda.

Ya comienzo a detestarlo con toda el alma.

—Eres Sheryl Crown.

—Gracias por decir lo obvio. Sin ti, jamás lo habría notado.

Diamond no hace más que mantener una lucha de miradas contra ese Flareon.

¿Por qué demonios no traje conmigo a los demás...?

—Sí... Mi informante también dijo que eras arrogante.

—Déjate de rodeos, que para eso no tengo paciencia. ¿De qué se trata todo esto?

Suspira y se reclina en el respaldo de su asiento.

—Tengo que hacerte un par de preguntas, Crown. Pero antes, me presentaré contigo.

Hace una pausa para buscar algo entre los pliegues de su chaqueta. Cuando finalmente lo encuentra, desliza algo similar a una identificación policiaca. Algo idéntico a una placa, con la excepción de que esto tiene forma de Pokebola. Es de oro sólido, y en ella tiene grabadas algunas palabras.

Scotland Trainers

Asociación Privada

ID: KML-0305220009

Dirigente

Departamento de Seguridad, Investigación y Vigilancia

Sector XIX

¿Qué demonios...?

—Mi nombre es Kyle Levitt, señorita Crown.

¿Señorita Crown...?

Diamond está tan confundido como yo. Lo sé por la manera en la que está mirándome justo ahora. Yo sólo puedo sentir que un escalofrío recorre mi espina dorsal. ¿Por qué reacciono así? ¿Qué pasa?

Pokemon Re-Start I: ResurgimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora