The Lake // Yoonmin

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Tomó un suéter y salió lo más rápido que pudo antes de que pensará mejor las cosas y terminará arrepintiendose.

Los rayos del sol era ya escasos, el cielo se había tornado en un mar de fuego de tonos rojos, naranjas, lilas y púrpuras que poco a poco se mesclavan con el negro de la noche.

Su vista en el cielo duró unos segundos,  el día se estaba extinguiendo y solo podía sentirse ansioso ante lo que le esperaba.

Camino por 20 minutos antes de detenerse en donde creía él era el lugar. La luz ya se había desvanecido y solo él tenue brillo de la luna nueva alumbraba el lago.

Espero y espero pero nada sucedía, solo se oía el sonido de las aguas tranquilas.

10 minutos, 30 minutos,  50 minutos pasaron.

-Veniste.- Escucho decir una voz a su espalda haciéndolo voltearse. Sintio el aire desaparecer de sus pulmones y su corazón palpitar como tambor sin estar seguro de porque.

Ahí estaba, justo como la noche anterior, vistiendo el mismo suéter a rayas, con su pantalón negro y descalso. Nada en él cambio esta noche.

Trago fuerte intentando deshacer el nudo en su garganta.

-Si, l-lo prometí.- una mezcla de emociones desconocidas lo asotaban. Tenía miedo pero no de Jimin,  estaba ansioso y emocionado y eso le confundía.

A diferencia de la noche anterior Yoongi se dio cuenta de lo mágico y enigmático que era Jimin.

Sus ojos que incluso en la noche podía notar cafés brillaban con intensidad fuera de este mundo,  su piel era pálida casi tan blanca como la propia pero la diferencia era que las mejillas de Jimin eran de una palidez sin vida y unas sombras grises rodeaban sus ojos. Su cabello,  oh su cabello de ese tono rubio anaranjado estaba ligeramente húmedo aun asi brillaba con la luna, se veía sedoso y le daba a los finos rasgos del rosto de Jimin un aire más infantil y dulce. Y por encima de todo aquello que hacía a Jimin tan atrayente estaba esa sonrisa, la más hermosa sonrisa que Yoongi jamás había visto,  más aún que la de la noche anterior pues esta vez él no estaba segado por el miedo. Esta vez pudo apreciar esa hermosa expresión, quedando cautivado con sus carnosos labios se extendían en una rosada sonrisa y por el como sus ojos parecían cerrarse por sonreír.

Definitivamente Jimin no pertenecia al mundo en el cual él vivía, Jimin era un ser que volvía todo a su alrededor mundano y sin importancia. 

Jimin era único. Y eso lo aterraba.

-Cierto... - Dijo sin dejar de sonreír. - Aunque tenía miedo que no volvieras.- comenzó a caminar hasta estar a lado de Yoongi quien no podía despegar su mirada de Jimin. Su corazón no parecía querer calmarse. Inhalo aire y se traquilizo a sí mismo.

-Pero aquí estoy.- El rapero dejo de ver a Jimin para posar su mirada en las aguas las cuales Jimin observaba.

-Si, lo estas. - Jimin sonrió de nuevo sin despegar su mirada del lago.

Estubieron unos eternos minutos en silencio entonces Yoongi se dio cuenta de un pequeño problema.

¿Y ahora qué?

¿Qué se suponía que debia decir? ¿Qué debia hacer?

-J-Jimin... - Llamó a chico quien volteo a verlo. -¿Por qué...  Por qué estás aquí?- Se animo a preguntar, al final la razón de porque había vuelto era esa, saber la verdad sobre Jimin,  comprender esos sueños.

-¿En el lago?- el rapero asintió. Jimin se volteo al lago con una expresión sería pero tranquila.- No lo sé... O quizá sí. No estoy seguro.-

-¿A que te refieres? - Yoongi sintió una emoción desconocida ante la idea de que "el fantasma Jimin"  le respondiera a él.

-No soy tonto Yoongi.. Sé que estoy muerto.- dijo en un tono sombrío y todo el lago pareció oscurecerse.

Sintió como si algo lo hubiera golpeado en el estomago, Jimin tenía la habilidad de arrancarle el aire solo con su voz. Le miro con los ojos tan abiertos que sus rasgos asiáticos desaparecieron.

-He intentado irme. Odio este lugar, odio estar solo, odio estar muerto pero, simplemente no puedo irme. Algo me retiene aquí y cada día que pasa me vuelvo más y más loco.- su mirada seguía perdida en las aguas pero tenía un brillo siniestro,  un brillo lleno de ira. Su cuerpo ligeramente temblaba y sus labios se contraian una y otra vez mientras su respiración se volvía cada vez más pesada.

Yoongi no sabía cómo responder a esas palabras, a esa declaración. Un miedo que gritaba "huye" comenzó a colarse en su interior.

-Incluso ahora Yoongi, incluso ahora estoy luchando por no perder la cordura y matarte.- Jimin aplastó con su palna uno de sus ojos y el temblor era cada vez peor. -Lo siento... - Comenzó a repetir una y otra vez. - Es este maldito deseo de retenerte aquí, conmigo, de atarte a este lugar junto a mi y no permitir que me dejes solo.- decía Jimin mientras se abrazaba con su brazo libre y se encorbaba, el temblor empeoraba y Yoongi podía sentie el peligro en su carne.

El rapero lo supo, moriría ahí sin Jimin no se calmaba, moriría y sería toda su culpa por volver a ese lugar.

-J-Jimin...- llamó en un susurro.

-vete....NO- La voz de ultratumba de Jimin resonó en sus huesos. Estaba por perder el control. -No te irás. No te-...- fue solo instinto,  solo quería vivir y el dolor que inundaba a Jimin le hizo reaccionar inconscientemente.

En un movimiento rápido rodeo con sus brazos el cuerpo muerto de Jimin y lo apretó tan fuerte como sus brazos se lo permitian. Jimin se tenso por la repentina acción que le fue totalmente inesperada. Pego su frente en la nuca del fantasma y el tacto de sus pieles le hizo arder, cerró sus ojos ante las sensaciones y inspiró el aroma que desprendía Jimin.  El olor era húmedo y salado, el mismo olor que terminaba impregnando tu piel cuando salias del lago.

-No lo haré.- supo que decía la verdad pero no estaba preparado para afrontar esa clase de ilogicos sentimientos así que los ignoro y refundio en el fondo de su subconsciente.

-¿No mientes?- la vos de Jimin sonanba ansiosa y dolida, estaba llena de temor.

-No... Siempre estaré a tu lado.- inconscientemente Yoongi acarisio uno de los brazos del rubio con sus dedos. La carisia fue suave, Jimin daba la impresión de ser frágil y estar a punto de romperse. Ese sentimiento fue lo que despertó la duda en el peli menta y eso le regreso a la realidad.