The Lake // Yoonmin

Stop

Tres días pasaron desde la fiesta de Hoseok y cada noche Yoongi se sentía tentado a mirar por la ventana en busca de algo o alguien.... Jimin quizá. Pero al final desechaba esas ideas de su cabeza, no por miedo sino porque hacerlo sería aceptar que "él" existía y Yoongi no estaba dispuesto a aceptar ese hecho.

Aquel día todo transcurrió normal en la vida de Yoongi, desayuno, trabajo, música, trabajo, componer, trabajo, comer y finalmente volver a casa. Nada parecía estar fuera de lugar cuando entro por la puerta aquella tarde, nada le dio la impresión que sería diferente y seguramente nada hubiera sido distinto si aquella llamada no hubiera entrado justo cuando él llego a casa.

Yoongi descolgó el teléfono ignorante de quien estaba al otro lado de la línea.

-¿Hola?- su voz sonó con un poco de eco en el teléfono de casa.

-Yoongi...- el nombrado se tensó al escuchar aquella voz. Le reconocía ¿Cómo podría no hacerlo? Era la voz de quien le había obligado a cambiar su vida 180 grados. No hablo por más de un minuto y la otra persona esperaba una respuesta o señal.- ¿Estás ahí Yoongi?-

-¿Por qué has llamado?- estaba irritado como mínimo, siendo específicos estaba indignado por el atrevimiento de aquella persona.

-Yoongi... por favor no cuelgues.- rogo cuando no escucho ruido alguno. -Lo siento ¿está bien?...- el chico soltó un gruñido de coraje.- ¿Por qué no vuelves? Este es tu hogar, aquí está tu familia... yo...-

-Cállate.- interrumpió las suplicas que sonaban a sus oídos. - No sé por qué llamaste y no me importa....- Tomo aire en sus pulmones tratando de contener las ganas de gritar con todo el enojo que sentía.- Ahórrate todas tus disculpas y todo el teatro y el drama que no me lo trago.- su voz sonaba peligrosamente contenida y cada palabra se arrastraba tras la otra con un sigilo casi mortal.-Te lo advierto que no me vuelvas a buscar... Desaparece de mi vida de una vez y no vuelvas a marcar este número... Lo digo por tu bien ¡no me busques más!- y después de esa sentencia/amenaza Yoongi colgó el teléfono.

-¿Yoongi?- la voz de Jin a su espalda le hizo voltear, no sabía cuánto tiempo se quedó quieto mirando el aparato que casi rompe al colgar. -¿Está todo bien?- su primo sonaba preocupado lo que le hizo sentirse un poco culpable.

-Si...- y dicho eso subió a su cuarto para encerrarse e intentar olvidar aquella voz que resonaba en su cabeza.

Bajo aproximadamente a las 6 de la tarde para cenar con Jin. No sabía que era lo que su hyung tenía con las comidas pero cada desayuno y cena tenían que ser en "familia" y como ese día Jin trabajaría de noche la cena se había adelantado. Durante la mayor parte del tiempo estuvieron comiendo en silencio ya que sin importar el tema de conversación que Jin intentara sacar el menor simplemente no hacía nada para ayudar a bajar la tensión. Lo único que Yoongi podía pensar era que quería silencio y estar solo, realmente no estaba de humor para platicar con su primo, mas probablemente con nadie.

-Yoongi...- esta vez el tono de voz de su primo llamo su atención. Jin se veía serio y su mirada estaba fija en él. -Fue "él" quien llamo ¿cierto?- frunció su ceño molesto por el tema que había sacado el moreno. -¿Yoongi?- al escuchar su nombre no pudo contener un gruñido en su garganta.

-Jin...- le miro con toda la molestia que estaba sintiendo. -No te metas.-

-Pero Yoongi quizá deberías hablar con...- la mirada afilada del peli menta corto su frase.- No sé, quizá puedan solucionar sus problemas.-

-Seokjin... te agradezco que me hayas dejado venir a tu casa pero eso no te da ningún derecho de meterte en mis asuntos.- decir molesto era poco. Jin había tocado un nervio del menor.

-Pero...-

-¡PERO NADA JIN!- grito saliéndose de sus casillas empujando a un lado el plato de comida. Ya no tenía apetito.- No es asunto tuyo, no intentes meter tu nariz donde no eres necesario.- quizá ya no gritaba pero su voz sonaba igual de peligrosa. No perdió más tiempo pues ya no resistía seguir hablando de aquello que tanto le dañaba y salió de la casa.

A la mierda si estaba a punto de anochecer.