FOR YOU [Jikook]

Capítulo 26.

-¡Jimin!- Grita Hoseok sacándonos de nuestro ensimismamiento. Se acerca a nuestra ubicación y yo me alejo un poco limpiando mi rostro, no quiero que lo mal interpreten.- Kookie, ¿ya te vas? No le has dicho a Tae. Se enfadará.

-Si se lo digo, no me dejará ir.- Hoseok ríe.- Será mejor que me vaya antes de que me encuentre.

-Déjame ir contigo.- Me pide Jimin sin darme tiempo a negarme. Antes vuelve a la casa, seguramente a buscar sus cosas, dejándome con Hoseok.

-¿Todo bien, Jungkook?

-Si, eso creo.- Le digo sonriendo y ocultando un poco los ojos. Seguro los tengo rojos e hinchados.- Pídele disculpas a Tae de mi parte, ¿de acuerdo? Dile que te avise a ti que me iba.

-¿Acaso pretendes que me mate a mi?- Grita riendo.- Pero haré todo lo posible para aliviar su soledad...

-Eres un idiota.- Bromeo y el vuelve a carcajearse.

-¿Vamos?- Me pregunta Jimin otra vez sin darme cuenta de que regresó, debería tener cuidado con sus apariciones silenciosas.

Asiento y me despido de Hoseok al igual que Jimin.

Caminamos los dos un par de cuadras y tomamos un taxi. Le digo mi dirección para luego relajarme en el asiento. Ninguno habla. Miramos cada uno su ventanilla, pero puedo sentir su mano tocar la mía. Primero es una caricia que luego se convierte en agarre, entrelazando sus dedos con los míos. Esa calidez viaja por mi cuerpo provocando felicidad pura. ¿Realmente me amaba como decía? ¿En serio vas a dudar después de todo? No quiero dudar, es solo que el hecho de que aún tenga miedo, hace que el bicho de la duda no muera.

Llegamos y tengo que separarme de su mano para pagar. Bajamos y caminamos a mi edificio. Voy hasta la puerta pero Jimin se detiene.

-¿No vendrás?- Le pregunto desconcertado.

-No sería apropiado que tu madre me vea a llegar contigo a esta hora.- Río por sus modales.

-Mi madre no está en casa hoy.- Le digo y luego me doy cuenta de lo que implica.- Uhmm... no quise insinuar nada. Solo te informo... iba a aprovechar para jugar videojuegos y ver películas estando solo...- Estás desvariando.- Lo siento... estoy diciendo cualquier cosa.

Jimin sonríe tímido pero asiente

-¿Entonces puedo entrar?- Asiento sonrojado hasta las orejas.

Entramos y subimos por el ascensor en silencio pasando al departamento.

-¿Quieres algo de tomar? No sé que tenía esa bebida que servían, así que yo seguramente tomaré un café.

-Uhmmh... Yo paso. El café me quita el sueño.

-Okey. Puedes acomodarte. Ya sabes cual habitación.- Asiente y se dirige al pasillo. Yo me voy a la cocina por mi café.

Lo preparo super dulce como a mi me gusta y voy a mi cuarto. Antes de entrar noto que la puerta de Jimin está cerrada así que no lo molesto. Cierta decepción surge en mi pecho.

Poco dura, porque al entrar a mi habitación me encuentro con él sentado en mi cama, enviando mensajes de texto o eso creo. Por poco me tiro el café encima.

-Creí que estabas en tu cuarto...

-¿Quieres que me vaya?- Niego con la cabeza.- Él sonríe y se recuesta en mi cama. Yo en cambio voy hasta mi escritorio, donde está mi preciada computadora, y dejo el café encima, sintiendo unos pasos detrás. Esta vez no es tan silencioso.

Cuando me doy vuelta, me encuentro con el cuerpo de Jimin obstruyéndome el paso.

Jimin mira mi rostro acariciando con la yema de sus dedos todo lo observado. Yo, en cambio,  miro sus carnosos labios.