51. Lo que se hace por amor

Start from the beginning
                                    

– ¡Eh!- le grito. Sigo agarrada a la almohada de Ryan y está loco si cree que la voy a dejar. Cuando Ryan me deja en el suelo coloco mi almohada encima de mi pecho y la agarro con todas mis fuerzas.

Tras mi lucha, Ryan me aparta la almohada de la cara.

–No voy a ir.- le vuelvo a decir mientras cierro los ojos en el suelo.

–Sí que vienes. Correr es bueno.

– ¿Me estas llamando gorda?- le pregunto.

–Vamos, levanta.- me dice mientras me coge y me pone en pie.

–No me has contestado.- le digo indignada. Él se da la vuelta y me mira.

–No estas gorda, tienes un cuerpo de infarto y si no fuera porque nos vamos a correr me acostaría encima tuyo para hacer lo que más nos gusta.- me dice mientras me da un corto beso en los labios.

–Apoyo eso ultimo.- le digo.- Vamos, yo ya estoy colocada.- le digo mientras me vuelvo a tumbar en la cama.

–A correr.- vuelve a decir.

– ¿Por qué insistes tanto?- pregunto– ¿si no me hubiese despertado lo hubieras hecho tu para que te acompañara?- le pregunto.

–Seguramente no. He tenido suerte de que te despertaras.- dice mientras sale de la habitación.

–Yo a eso no lo llamaría suerte.- digo mientras me pongo de pie.

Ryan vuelve a entrar con un pantalón y mis deportivas de correr. Ahora mismo lo odio. Se acerca a su armario y me da una camiseta negra junto a los pantalones.

Con un suspiro lo miro.

– ¿Me ayudas?- le pregunto y veo que él me levanta una ceja.- Voy a ir a correr contigo pero ahora mismo solo quiero tirarme en la cama así que o me ayudas o me tumbo.- le digo mientras bostezo

Suspira y de repente se agacha. Me da unos toques en la pierna para que me levante y cuando lo hago me baja las braguitas. Posiblemente me debería dar verguenza pero hemos hecho tantas cosas entre nosotros que ya nada lo hace.

Me da un toque en el tobillo y veo como se dispone a ponerme unas bragas de abuela rosas.

– ¿Has rebuscado al final de mi cajón?- le pregunto y él se ríe.

–Había que evitar tentaciones.- me dice mientras me pone el pantalón.

Me hace sentarme en la cama para ponerme las deportivas y estoy pensando seriamente si tumbarme en la cama. Solo cinco minutos. Antes de que lo haya pensado demasiado, Ryan me pone en pie y me saca su pijama para ponerme su camiseta de correr.

–Estas guapísima.- me dice

–Más te vale seguir halagándome.- le digo mientras salgo con el de la habitación de Ryan.

–Venga, nena. Vamos a empezar el día igual que queremos terminarlo– me dice y yo abro los ojos. Voy a subir otra vez la escalera.

–Ya es mucho que salga a las 5 a correr, no pienso volver a hacerlo esta noche– le espeto. Él se ríe.

–No me refería a eso.- me dice y yo frunzo el ceño,

– ¿Entonces a qué?-pregunto. Él se gira y tira de mí hasta la entrada.

–Quería decir sudorosos y sin aliento.

Abro la boca, pero al instante la cierro para formar una sonrisa pícara.

–Podríamos empezar con el mismo ejercicio que por la noche.- le digo intentando por todos los medios no salir a correr.

–Andando.- dice el sacándome de la casa bajo un gruñido.

Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!Where stories live. Discover now