Capítulo 41: Respira mientras puedas

601 39 22
                                    

- Otro caso resuelto, que me ha dejado roto.

- Pero si tu no has echó casi nada, deja de quejarte abuelito - le miro con el ceño fruncido.

- En fin.. Nos queda hacer algo muy importante hoy.

- ¿Qué nos queda?

- Visitar a tu psiquiatra.

Ay no..

Entramos en un edificio enorme por el cual avanzamos por unas escaleras. Pasamos por un pequeño pasillo y entramos a una amplia sala.

La sala tiene vistas al exterior y tengo que reconocer la ciudad se ve hermosa de arriba. Justo al lado de la puerta por la que acabamos de entrar hay una pequeña planta, en el suelo cubriendo una pequeña parte de lo que es la sala hay una simple pero moderna alfombra que encima habita una silla, una pequeña mesita y una silla de relajación. Y por último en la parte contraria hay un escritorio que encima tiene un portátil. Todo era muy moderno.

Nos sentamos a esperar que llegará el amigo de Kai.

- Es un bonito lugar, ¿no crees? - pregunta Kai.

- Supongo.. - estaba demasiado nerviosa como para poder pensar en otra cosa.

- No te preocupes, todo irá bien.

- Eso espero..

Dos minutos más tarde finalmente llegó.

- Hola, me llamó Iori Connor - se presenta.

Era un hombre de unos 35 años fuerte, de larga estatura, pelirrojo, con la piel clara, los ojos azules como el mar, la nariz chata y los labios finos.

- Hola Iori, ella es Sora.

- Con que tu eres la famosa Sora de la que tanto me ha hablado Kai - me mira de muy cerca.

- Hola..

- Que encantadora - me sonríe.

- ¿Entonces yo me tengo que ir? - pregunta Kai.

- Claro que sí, marcha te, no te necesitamos - dice Iori burlón - dejame a solas con mi nueva paciente - me guiña el ojo.

- Vale, ya me voy - viene a mi lado y me remueve el cabello como si fuese un perro - volveré por ti en una hora, no hagas tonterías y se buena chica.

- No te retrases..

- Lo intentaré.

- No te preocupes - añade Iori - ya veras como nos vamos a divertir nosotros dos - sonríe de manera amistosa.

Kai se despide y se va.

- Sientate donde desees - dice sentandose en la silla de su escritorio y sacando un cuaderno y un bolígrafo de uno de los cajones.

Me senté en la silla que más alejada quedaba de él.

- ¿Estás nerviosa? - pregunta dócilmente.

- Estoy bien, pero no quiero estar aquí..

- Nadie, quiere estar aquí - sonríe - bien, procederé a preguntarte las principales cosas que necesito saber.

Este hombre ya lo odio y recién lo conocí aunque por otra parte parece ser bastante atento, alegre, generoso, burlón..

- ¿Tuviste problemas médicos previos,intervenciones quirúrgicas..? - prosigue con sus preguntas.

- Pues..

- Preferiría la verdad.

- Solía ir al hospital cuando era más pequeña.. ¿eso cuenta?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 11, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Un día imprevistoWhere stories live. Discover now