Capítulo 36

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Al pasar una hora ya podía sentir el olor a cremado. El baño debe estar más o menos en llamas.

Morir cremada quizás no sea una muerte muy creativa, pero consta en morir y ahora no me dan ganas de pensar una muerte mejor. Así que ya me sirve esta.

Encima de la mesa me hice una bolita y empecé a pensar, a meditar un poco.

Maté a cinc adolescentes..pero no es mi culpa, la culpa es de ellos por haberme tratado mal y por insultarme sin saber mi historia..

Igual que cuando era pequeña.. Me insultaban, me empujaban, me despreciaban, me tiraban piedras, y muchas otras cosas hasta que conocí a Mike..

Cuando la gente vio que Mike se estaba juntando conmigo, nadie más se atrevió a burlarse de mí.

Fue como un héroe, hasta me enseñó todo lo que ahora sé. Gracias a él soy tan lista y gracias a él se matar. Porque él era mi..psicópata..

Pero volviendo a la realidad.. ¿Es este el día que yo quiero morir? Ni siquiera sé que día es hoy...y se supone que lo bueno de ser un suicida, es poder matarte el día que tú quieres..el que tú elijas.

Pérdida en mis pensamientos, no me había percatado que el fuego iba creciendo más y más.

Hasta estoy empezando a escuchar voces a fuera de la casa. Intenté escuchar lo que decían.

"Llamen a los bomberos"

No, no los llamen.

"Por dios la casa ésta ardiendo"

¿Enserio? No me digas.

"¿Habrá alguien dentro?"

No, aquí no hay nadie.

"No creo, esta casa esta abandonada"

Abandonada como yo..

"Cierto, nadie la usa"

Y ni la usará.

Dejo de prestar atención a la gente simplemente quiero morir en paz y tranquilidad. Y ya queda poco.

El humo ya me estaba empezando a afectar, provocándome toser y dificultandome la vista.

Al cabo de unos minutos escucho a la misma gente alterada y gritando.

"No entres allí"

¿Quién quiere entrar aquí?

"No hay nadie"

Lo sé, no soy nadie..

"No seas estúpido, podrías perder la vida"

¿Quién...?

Y es entonces, cuando veo una sombra que se dirigía hacia mi con algo en la mano.

No necesitó ver muy bien, para saber quien haría semejante barbaridad por mí. Además, sus negros ojos destacan tanto en su rostro precioso y tierno..

Kai..

Sin decir nada él se sienta a mi lado encima de la mesa.

- Sora.. - murmura.

- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - le pregunto mirando el suelo.

- Todo el mundo hablaba de una chica con ropa manchada de sangre, así que pregunté como era esa chica y resulta, que la descripción coincidía a la perfección contigo - dice tristemente.

- Ah - digo sin más.

Nos quedamos un momento en silencio, hasta que Kai decide interrumpirlo.

Un día imprevistoWhere stories live. Discover now